El ministro de Economía, Martín Guzmán, reconoció que en el gabinete nacional “hay diferencias sobre cómo fortalecer el rol del Estado”. También admitió que existe “un debate de ideas que es poco usual que sea público dentro de una misma fuerza política”.
A pesar de ello, Guzmán aseguró que con Cristina Kirchner ha tenido “siempre diálogo” y sostuvo que en “cuestiones centrales hay puntos de vista en común” en el Gobierno. En este sentido, resaltó que no hay encontronazos respecto de “la importancia del rol del Estado para una Argentina más productiva y con más trabajo”, a la cual se la ha colocado, según aseguró, “en la senda de la recuperación” tras la pandemia.
Guzmán habló con el canal TN anoche, en medio de la fuerte interna que enfrenta a Alberto Fernández con la Vicepresidenta.
“Lo que da tranquilidad es el saber que estamos haciendo lo que consideramos que va a ayudar a la Argentina”, buscó resaltar el ministro de Economía, y sostuvo que a pesar de los cuestionamientos del Frente de Todos a los ministros, “el Presidente conduce y lidera”.
CONTRA LA DOLARIZACIÓN
Sobre la inflación, cuyo índice se conocerá hoy, Guzmán aseguró que la de abril “va a ser menor que en marzo, pero en un valor malo desde el punto de vista de lo que apuntamos”, y reconoció que las disputas internas afectan las expectativas económicas. “Mayor fortaleza política y mayor orden ayudan a que las expectativas estén más calmadas”, expresó.
Más adelante indicó que “dolarizar es un delirio” y que equivale a “aceptar una derrota como país”. También se manifestó en contra de una economía bimonetaria.
Respecto del acuerdo con el FMI, Guzmán lo volvió a defender e indicó que “hubiese sido mejor que hubiese habido un apoyo de todos o de la mayor parte, incluso de nuestro propio frente político”.
Finalmente, habló de tarifas. Consideró que la mayoría de ellas “cae frente a la inflación” y confirmó que la facturas subirá alrededor del 42%, es decir, por debajo del IPC.
También aclaró que la segmentación de tarifas no se hará por barrios, sino por “capacidad económica”, y que se cuidará el bolsillo de los sectores que requieren asistencia del Estado.
Remató en este sentido que tener “2,3 o 3 puntos del PBI de subsidios energéticos no es sano para la Argentina”.