El jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, llegó a Mendoza para respaldar a los candidatos de Cambia Mendoza, la pata local de Juntos por el Cambio, en la carrera electoral hacia el 14 de noviembre.
Si bien evita hablar de candidaturas futuras, desde hace semanas viene recorriendo varias provincias, reuniéndose con dirigentes e interiorizándose de las problemáticas locales, todos indicios de que aspiraría a la Presidencia en 2023.
En una entrevista exclusiva con Los Andes, el mandatario porteño manifestó que espera un mejor resultado de la coalición opositora en las generales respecto de las últimas PASO y destacó la relevancia que tuvo la competencia interna en el frente para resultar ganador de los comicios y reivindica su utilización a futuro.
Habló de su relación con el gobernador mendocino Rodolfo Suárez y con el diputado nacional Alfredo Cornejo, dos de la las principales figuras nacionales de la UCR, y aseguró que le gustaría que el radicalismo participe en una eventual fórmula presidencial de Juntos por el Cambio.
Refuerza su perfil dialoguista, sostiene que la grieta es “una catástrofe” y se ilusiona con consolidar una coalición de gobierno amplia con diferentes expresiones políticas. Asimismo, plantea rediscutir la coparticipación y darle más autonomía a las provincias.
-¿Cómo evalúa estas visitas a las provincias y el contacto con la gente?
-Estoy saliendo de la Ciudad a todo el país. Durante muchos años estuve concentrado en la gestión que lleva muchísimo tiempo de dedicación, lo cual me hacía muy difícil estar recorriendo la Argentina, porque además yo soy muy dedicado, me gusta mucho lo que hago y me lo tomo con mucha responsabilidad. Ahora estoy aprovechando para salir a apoyar a nuestros candidatos en todo el país y aprovecho el fin de semana. Estuve el último fin de semana largo en Chaco, Formosa, Salta, Tucumán y Santiago del Estero, cinco lugares en dos días y medio. Ayer estuve en San Luis y San Juan y en Mendoza ahora. Me viene bien, aprovecho y escucho. A mí me gusta mucho escuchar a los productores, los empresarios, los que dan laburo. Hoy estuvimos con el sector del vino que obviamente acá es muy fuerte. Y al caminar la calle se acerca la gente que es muy cariñosa y te pide y sugiere. Yo siempre pregunto cuál es el principal problema, siempre pregunto lo mismo.
-¿Y cuál es la respuesta?
-Por ejemplo, ayer en San Luis me volvió a salir bastante el tema de la educación, el tema de la no presencialidad, esta discusión que dimos nosotros a principio de año tan fuerte con el Gobierno nacional para que no nos cierren las escuelas, que la bancamos y no nos cerraron las escuelas. Pero tuviste lugares como la Provincia de Buenos Aires, que estuve esta semana en varios municipios, que estuvieron hasta mitad de año prácticamente sin clases, fue una catástrofe eso. Es una diferencia enorme, nosotros priorizamos la educación. Sostuvimos que la escuela no era un lugar de mayor contagio, por eso las sostuvimos abiertas, y pasaron seis meses y se comprobó eso. Nosotros tuvimos las escuelas abiertas todos los días con todos los chicos y en la Provincia de Buenos Aires las escuelas cerradas y los contagios fueron los mismos, con lo cual ganamos medio año, es muchísimo. En eso yo estuve siempre muy alineado con el gobernador Rodolfo Suárez, siempre fuimos de la mano en esto de defender la educación.
-¿Cómo es la relación personal y política con Suárez?
- Es muy buena la relación personal y muy buena la relación política, con él y con Alfredo Cornejo antes también. Pero yo soy de acción y de los hechos, las relaciones están bárbaras, pero vale cuando a partir de las relaciones hacemos cosas concretas que le cambian la vida a la gente y realmente con Mendoza venimos muy bien en eso. Lo del Distrito del Vino ya salió la ley, ya tenemos esta semana cinco empresas que vienen con proyectos concretos, eso se traduce en una inversión muy pronto. Esa inversión genera laburo y promociona el vino en Buenos Aires que es muy fuerte también, genera un vínculo con Mendoza. Son cosas concretas, a mí me gusta llevar las relaciones políticas a los hechos y con Mendoza hemos logrado muchos hechos. Este acuerdo de la industria audiovisual también es muy importante, es una industria que está creciendo muchísimo.
-¿Qué balance hace de la competencia interna que se dio en las PASO en JXC?
-Fue muy favorable para el espacio, fue muy favorable para la consolidación de la unidad del espacio, que es lo más importante. Muy importante también para ganar la elección. En la mayoría de los casos no es que fue Pro contra el radicalismo, fue cruzado. Fue Juntos para el Cambio, radicales y Pro de un lado y del otro. Con lo cual, la gente vota Juntos para el Cambio, no vota ni Pro ni radicalismo ni la Coalición Cívica. Cada vez más los dirigentes van convalidando esto. Al hacer listas cruzadas te demuestran que la identidad partidaria está bien que se respete y obviamente yo consolido y apoyo la del Pro, pero hay que entender que la gente vota Juntos para el Cambio y creo que esto fue una muy buena prueba de eso.
-¿Para las presidenciales del 2023 también debería haber una competencia en PASO o es mejor confluir en una fórmula de unidad?
-Yo creo que lo mejor es que la gente elija, no caer en el dedo de los políticos. Obviamente en algún lugar, como pasa en Mendoza, puede haber una lista de unidad y está todo bien, pero incluso para que haya lista de unidad es muy importante que esté la alternativa de la PASO, porque eso ayuda al acuerdo de la unidad. Pero en 17 provincias fuimos a PASO y se manejó muy bien, con mucha responsabilidad. En casi todas ellas, el mismo domingo a la noche de la elección, o a lo sumo uno o dos días después, ya estaba la foto de la unidad de las distintas listas trabajando juntos, es un golazo, se manejó muy bien. Y yo creo que es una de las razones por la cual ganamos la elección por diez puntos o más en todo el país.
-¿Una fórmula presidencial Pro-UCR podría incluir a Suárez o a Cornejo?
-Está abierto. Está abierto a quienes tengan voluntad de participar en la fórmula, pero además lo va a terminar definiendo la gente. Yo creo que lo natural, lo más probable, tanto para el cargo de presidente como para el cargo de concejal y todos los cargos, tienen que estar abiertos a que haya una PASO, después con la PASO planteada uno puede hacer un acuerdo o no. Pero es lo más sano, lo más democrático, nos fortalece a todos. Me parecería perfecto que el radicalismo participe en la fórmula, encabezándola, con un vicepresidente, con alguna combinación, como sea. Lo nuestro es un acuerdo no solo electoral, tiene que ser un acuerdo de gobierno. Tenemos que consolidar un verdadero acuerdo y una verdadera coalición de gobierno para el 2023, ese es el desafío.
-¿Y en ese escenario cómo ve posicionados a Suárez y Cornejo?
-Yo los veo bien. Son dirigentes muy importantes del radicalismo, han hecho muy buena elección acá en la provincia, con lo cual son dirigentes muy importantes de Juntos para el Cambio. Después las vocaciones personales se expresarán más cerca de la elección.
-¿Y dónde se puede apoyar mejor: en un crecimiento del Pro local o en la fortaleza que hoy tiene el radicalismo en la mayoría de los departamentos del Gran Mendoza?
-No es incompatible una cosa con la otra. Mi responsabilidad de consolidar Juntos para el Cambio no es incompatible para que yo también trabaje para fortalecer y a acompañar al Pro. A Omar de Marchi lo conozco mucho, es de confianza desde hace años y además él tiene un rol importantísimo en la Cámara de Diputados, con lo cual es perfectamente compatible la consolidación y el fortalecimiento del Pro, que es mi partido, en todo el país con el hecho que seamos parte de un frente que aspira a ser mucho más que electoral. De hecho, esta es la primera vez desde el ‘83 que con el peronismo en el gobierno hemos logrado mantener unida a la oposición, ese es un valor enorme. Muchas veces hay que anteponer las identidades partidarias, las iniciativas personales y poner por arriba de eso el valor de la unidad. Todos lo hicimos y funcionó bien.
-¿Hay un Plan A y Plan B según el protagonismo que tenga Mauricio Macri en las próximas elecciones?
-No, Plan A y Plan B no es. Para la próxima elección veremos quién tiene voluntad de aspirar a los diferentes cargos. Algunos tendrán voluntad de aspirar a la presidencia, otros a la Gobernación, otros querrán ir al Congreso. Todo es genuino y válido. Entonces lo que tenemos que ver es cómo esas inquietudes personales las canalizamos a través de una PASO.
-¿Usted trabaja para ser el líder de JXC?
-No. Juntos para el Cambio tiene una conducción a partir de una mesa donde participamos los gobernadores, los jefes de bloque, los presidentes de los partidos y algunos dirigentes más. Es una mesa perfectamente horizontal donde no hay uno por encima del otro, todos tenemos un rol. Obviamente los roles son diferentes, una cosa es Alfredo Cornejo como presidente del partido y otra es Cristian Ritondo presidente del bloque nuestro en diputados o roles diferentes son los de Suárez y el mío que tenemos que gobernar o el de los intendentes. Es como un equipo de fútbol, cada uno tiene su puesto.
-Recientemente dijo que la grieta es una catástrofe, ¿qué siente cuando dirigentes de su espacio fogonean esa grieta?
-La grieta es una catástrofe. Nosotros tenemos un espacio amplio, y un espacio que aspira a ser mayoritario siempre es heterogéneo. No existe que todos pensemos lo mismo perfectamente igual, es válido que haya diferentes posiciones. La mía es clara, contundente y la repito en privado, en público, en una reunión grande o chica, soy coherente con eso. No solo lo repito sino que lo llevo a la práctica. La convivencia política dentro de la ciudad para mí es un ejemplo de lo que debiera ser a nivel nacional.
-¿En ese plano nacional qué sectores quedarían afuera de ese consenso?
-El kirchnerismo que plantea cosas tales como volver al control de precios en la Argentina, que fracasó todas la veces que se intentó. El kirchnerismo que plantea que hay que prohibir la exportación de carne para bajar el precio, cuando yo creo que hay que hacer exactamente lo contrario, hay que potenciar la exportación de carne para que genere puestos de trabajo. El kirchnerismo que plantea estatizar la Hidrovía cuando lo que tenemos que hacer es hacerlo lo más eficiente posible para que los costos de logística de las provincias del interior sean lo más barato posible. No hay nada más unitario que los costos de logística diferenciados. No hay nada más unitario que se reduzcan los vuelos al interior. No hay nada más unitario que un flete en camión desde Mendoza salga lo que sale, todo eso lo único que hace es promover la concentración en la Capital y no es bueno ni para el interior ni para la Capital ni para el país entero. Tenemos que revertir esa concentración que lleva prácticamente un siglo.
-¿Hay que rediscutir el esquema de distribución de recursos para el AMBA?
- Hay que rediscutir todo, porque si mirás el total de los fondos que reciben no está beneficiada. En la ciudad tenemos una coparticipación muy baja en comparación con lo que aportamos. Pero por otro lado hay hoy otros fondos donde estamos más favorecidos, como el transporte. Entonces hay que ver el balance en su conjunto.
Y hay que lograr potenciar las economías regionales, si no tenemos este círculo vicioso de seguir concentrando todo alrededor de la Capital y eso no es bueno para nadie. La industria del vino es una industria que podría dar mucho más puestos de trabajo, si tuviéramos un plan consistente de exportar vino. A uno le da bronca, a veces va por el mundo y ve en las góndolas vinos chilenos y no argentinos. Hay que tener un plan de largo, pero en este país que cada dos o tres años tenés una megadevaluación y los valores suben y bajan, es imposible. Si nosotros no logramos estabilizar la macroeconomía es muy difícil poder hacer crecer las exportaciones.
-¿Eso depende más de cambiar la coparticipación o el manejo discrecional del Gobierno nacional respecto a las provincias?
-El problema es que hoy depende de la voluntad del signo político del gobierno de turno y eso es lo que está mal. Hay mucha discrecionalidad en el gobierno central, sobre todo a partir de la decisión de (Eduardo) Duhalde y de Néstor Kirchner de crear impuestos que no se coparticiparan, las retenciones y el impuesto al cheque. Eso le dio una caja enorme al Gobierno nacional en detrimento de las provincias y le da una discrecionalidad que es muy mala para la Argentina. Hay que darle más autonomía a las provincias y más poder de decisión, no pueden depender para hacer una obra de estar bien con el gobierno de turno, tener que sonreírle o ser del mismo partido, eso es una injusticia. Y eso se revierte fortaleciendo el federalismo.
-¿Qué errores de la gestión de Mauricio Macri no repetiría en caso de llegar a la Presidencia?
-Yo no sé si lo pondría en términos de errores. Yo te digo lo que debiera hacer, no yo personalmente sino Juntos por el Cambio, es lograr un acuerdo político más amplio que le dé apoyo a un plan que garanticemos su sustentabilidad por 20 años seguidos, independientemente que pueda haber gobiernos de un signo político o de otro. Pero si nosotros no lanzamos un plan que incluya este tema de volver a federalizar la Argentina, entre otros, no se va a sostener en el tiempo. Eso es lo que hay que hacer distinto, esa es mi opinión.
-¿Cómo ve el escenario inmediato de la Argentina a partir del 15 de noviembre?
-Asumiendo que la elección es similar a las PASO, e incluso creo que podemos llegar a conseguir más apoyo, yo no sé cómo va a reaccionar el Gobierno. Yo esperaría que el Gobierno escuche a las urnas, que escuche a la gente y el mensaje que le da en términos de pedirle un cambio, de decirle basta a estos avances sobre las instituciones, decirle basta a haber tenido las clases cerradas, que le pongan prioridad a la seguridad y a la lucha contra el narcotráfico, que trabajemos juntos para bajar la inflación.
Si uno ve y escucha lo que están haciendo ellos todos los días en campaña, donde lo único que hacen es criticar a la oposición y lo único que hacen es buscar culpables, no me da una perspectiva muy alentadora. Hasta ahora no he visto señales alentadoras, la semana siguiente a perder la elección fue una catástrofe peleándose entre ellos públicamente. Con la angustia que tiene la gente después de un año y medio durísimo con la pandemia que el poder político y quienes están en el gobierno se peleen públicamente, se manden una carta, renuncien, no es alentador.
-¿Cree que le sumó a JXC la pelea entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner?
-No es que nos suma a Juntos por el Cambio, en todo caso podemos discutir si le restó a ellos. No creo que a nadie le haya parecido una buena imagen esa discusión pública.
-¿Cuál debería ser el rol de la oposición después de las generales?
-Tenemos que mantener una actitud de oposición responsable. Al principio del gobierno todo nuestro bloque votó el aval para que inicie las negociaciones por la deuda y lo votaron todos los nuestros, acompañamos ese proceso. Y así como eso se han votado leyes que el gobierno ha propuesto, de la misma manera que nos hemos opuesto firmemente a todos los avances sobre las instituciones. Gracias a la unidad de Juntos para el Cambio se frenó la ley del Procurador, la reforma judicial, la ley de superpoderes que pidió Fernández. Tenemos que mantener una actitud de oposición responsable y propositiva. Nosotros tenemos la expectativa de quitarle el quórum propio y automático a Cristina Kirchner en el Senado y tener un bloque de diputados igual o mayor que el de ellos.