Idas y vueltas por la vacuna: los mayores de 60 deben esperar

Un mensaje de Putin dejó en evidencia al Gobierno nacional y reinó la confusión. El 23 arribará el vuelo con las primeras 300.000 dosis.

Idas y vueltas por la vacuna: los mayores de 60 deben esperar
Alberto Fernández, en una reunión que mantuvo ayer. Su gobierno se contradijo durante varias horas.

Un avión Airbus A330-200 de Aerolíneas Argentinas partirá el próximo martes a las 3.30 de la mañana desde Buenos Aires hacia Moscú para traer al país al día siguiente, el miércoles 23, las primeras 300.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra el Covid-19 que serán destinadas a inmunizar el personal de salud, que está en el frente de batalla contra el virus.

El arribo de ese vuelo fue confirmado ayer a este diario por fuentes de Presidencia, del ministerio de Salud y de la aerolínea, en medio de una jornada frenética por el desconcierto que generaron palabras del presidente ruso, Vladimir Putin.

En su conferencia anual, Putin dijo (en lo que era la mañana argentina) que no se había puesto aún la vacuna porque no estaba todavía recomendada para mayores de 60 años, cuando él tiene 68 ya cumplidos.

Eso generó revuelo en Argentina, dado que el Gobierno no había dado a conocer en forma previa esa información. Por varias horas, lo que ganó en la agenda pública fue la confusión, la desconfianza y el pesimismo.

Las redes sociales “explotaron”.

Pero Putin había dicho algo más: “Escucho las recomendaciones de nuestros especialistas. Así que no he recibido la inyección aún, pero la recibiré por supuesto en cuanto sea posible”. Luego, Rusia salió a explicar.

Alexey Kuznetsov, asesor del ministro de Salud de Rusia, precisó que la fase de pruebas clínicas para mayores de 60 años está terminando y “después del 20 de diciembre” se conocerán “resultados y decisiones”.

El Instituto Gamaleya –desarrollador del fármaco- aplicó la vacuna a 100 voluntarios mayores de 60 años. “Preliminarmente, hubo buenos resultados. No hubo problemas con la seguridad entre los voluntarios mayores”, amplió Kuznetsov.

A las 9 de la mañana (hora argentina), la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial Cecilia Nicolini estaban recibiendo avances sobre esto en una reunión con autoridades rusas en Moscú. Un periodista de C5N se acercó y les preguntó. Y Vizzotti respondió que hasta ayer, la recomendación de utilización era hasta los 60 años.

“Están terminando los últimos pasos para poder también aprobar el uso de esta vacuna en los mayores de 60 años”, precisó la funcionaria.

Nicolini, en tanto, afirmó que el Gobierno “está trabajando día y noche” para que las 300.000 vacunas lleguen a la Argentina “en los próximos días”. Y agregó: “Un día más, un día menos, lo importante es que lleguen con todos los requisitos de seguridad para todos”.

¿Y la vacunación?

Como aún no se sabe el resultado de la Fase 3 de pruebas clínicas para mayores de 60, el Gobierno ya decidió comenzar con la campaña en otros grupos ni bien lo apruebe la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Se vacunará -si los reguladores lo permiten- antes de fin de año a personal de salud.

El propio presidente Alberto Fernández había dicho que también se iba a vacunar a mayores de 60 años, pero recién desde el 20 se sabrá si esto es posible. La importancia de la vacunación en ese segmento etario está relacionado con su vulnerabilidad al virus: aunque representa sólo 14% de los contagiados, concentra el 83% de las muertes.

Ayer, en el entorno del Presidente los funcionarios trastabillaban para responder por qué el Gobierno no le comunicó antes a la población que aún faltaba un tramo de pruebas para mayores de 60 años. Pero nadie aceptó en la Casa Rosada poner el nombre a la hora de responder y se optó inexplicablemente una vez más por el off the record.

El 10 de diciembre, un comité independiente para la evaluación de ensayos clínicos del fármaco confirmó que esa vacuna “es efectiva y segura” para personas de entre 18 y 59 años. Ahora resta saber para los mayores de 60 años.

“Estamos a la espera de esa información. Va a ser muy dinámico, en esta y en todas las vacunas, dado que hay que ir monitoreando a medida que aparezcan datos, porque se sigue controlando la eficacia y por supuesto la seguridad”, amplió Vizzoti.

Más confusión generó una versión publicada por un medio porteño que aseguró que el vuelo para buscar las vacunas se había suspendido. Esto, dijo el Gobierno a este diario, nunca sucedió. Y desde Aerolíneas Argentinas indicaron que el Airbus 330-200 sigue siendo acondicionado para el traslado de las vacunas, dado que se necesita conservar la Sputnik V a una temperatura de 18º C bajo cero.

Nominado como AR 1060, el viaje insumirá entre 40 y 45 horas aproximadamente, dependiendo de las condiciones climáticas. Está previsto que parta el martes a las 3.30 para arribar sin escalas al Aeropuerto Internacional de Moscú-Sheremétievo 16 horas después.

Las estimaciones de la hoja de ruta finalizada ayer indican que el avión estaría aterrizando en Buenos Aires el miércoles 23 a las 18.30, luego de unas 18 horas de viaje, aunque no puede descartarse que el retorno se extienda unas horas más. Vizzotti, Nicolini y los técnicos que están en Moscú regresarán en ese vuelo.

De lo que no hay ninguna precisión hasta el momento es del cronograma de vacunación. Aunque el Presidente aseguró que comenzaría en los últimos días de diciembre, las demoras y los feriados de fin de año ponen más dudas sobre cuándo y dónde se empezará a aplicar la Sputnik V.

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