Informe: así impactó la inseguridad en Mendoza tras la cuarentena

El aislamiento encerró en 2020 a todo el mundo, incluso a los delincuentes. Pero en 2021, el delito subió de nuevo hasta alcanzar números de épocas normales. De acuerdo con las cifras oficiales, en promedio se denunciaron 11 robos de vehículos por día y se robaron 1.700 motos. Bajaron los hechos más graves pero se incrementaron el robo simple y los asaltos a viviendas. La “curva descendente” y el impacto del “ciberdelito”.

Informe: así impactó la inseguridad en Mendoza tras la cuarentena
La Policía y el Ministerio Público Fiscal señalan que bajaron los delitos graves, pero subieron los simples. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

La cuarentena del coronavirus encerró en 2020 a todo el mundo, incluso a los delincuentes. Pero en 2021, el delito subió de nuevo hasta alcanzar números de épocas normales, por lo menos.

Mendoza no es ninguna excepción. La cifra oficial de robos y hurtos de vehículos en la provincia así lo refleja. Según la estadística elaborada por el Ministerio Público Fiscal (MPF), el año pasado hubo un total de 4.183 denuncias por vehículos sustraídos. Es decir, en promedio, más de 11 casos nuevos cada día.

La mayoría de las denuncias corresponde a la primera circunscripción judicial, que es la que abarca el área metropolitana: Capital, Godoy Cruz, Las Heras, Guaymallén, Luján, Maipú y Lavalle. En este aglomerado hubo 3.611 denuncias en total el año pasado.

Una particularidad es que, en la estadística, la gran mayoría de casos figura como “hurto de vehículos”. Según explicó el MPF, esta categoría engloba a la sustracción de automotores en los que no se utiliza ni fuerza en las cosas (rotura de cerradura, por ejemplo), ni violencia en las personas (amenazas, golpes, etcétera). Más allá de la cuestión legal, el hurto también es un robo o una denuncia de robo, salvo que la denuncia sea falsa, cosa que no descarta en algunos casos el MPF.

Con esta categorización, en el área metropolitana hubo, a lo largo de 2021, 3.015 “hurtos” y 596 “robos” de automotores.

Lo cierto es que nadie niega que el delito en general y el robo de automotores en particular recuperaron su vigor tras 2020. El Ministerio de Seguridad de la provincia, con sus propios números, convalidó esta situación ante la consulta de Los Andes y agregó un dato importante.

De acuerdo con este segundo registro, perteneciente al observatorio del ministerio, en 2021 hubo 2.450 robos de autos y camionetas solamente. La diferencia con el MPF es que aquella estadística no señala tipos de vehículos e incluye a las motos. En el caso del Ministerio de Seguridad, en cambio, las motos son computadas aparte, porque generan una metodología de investigación diferente.

El elemento significativo que aporta esta novedad es que la gran mayoría de los vehículos robados en 2021 fueron motos. Más de 1700, si se descuentan en las estadísticas del MPF los autos y camionetas del registro de Seguridad.

Es decir que el 41 por ciento del total de vehículos robados en Mendoza el año pasado fueron motos y el ritmo de los asaltos ascendió, en promedio, a casi cinco por día.

Entre los dos registros no hay diferencias porque Seguridad se maneja con los expedientes que manda la Fiscalía de Automotores a la división Sustracción Automotores, que funciona en el área de Investigaciones.

Es decir que la Policía investiga los hechos a partir de las denuncias judiciales, muchas de las cuales son recibidas vía online por el MPF.

“NO MENOS DE CINCO O SEIS ROBOS POR DÍA”

Por otro lado, para el Ministerio de Seguridad, en 2021 hubo en promedio 6.7 robos de autos o camionetas por día.

Más allá del promedio riguroso, las autoridades policiales reconocen que no bajan de “cinco o seis por día” los robos de vehículos. El número crece más con las motos, las cuales, dicen en Seguridad, son los botines predilectos para los delincuentes.

Denuncias por robos de vehículos en 2021
Denuncias por robos de vehículos en 2021

El aumento del robo de vehículos tras la cuarentena se hace evidente en otros números blanqueados por el Ministerio de Seguridad a Los Andes. Según el observatorio del ministerio, en 2020, se registraron solamente 1.754 robos de autos y camionetas. O sea, 700 menos que en 2021, año en el que hubo 40 por ciento más sustracciones que en el año de la cuarentena estricta.

Sin embargo, la Policía y el Gobierno provincial en general prefieren comparar 2021 con 2019, porque el delito, como se dijo, en general bajó durante el aislamiento.

Respecto de aquel año, y según los números de la cartera que conduce Raúl Levrino, la situación fue muy similar a 2021: se registraron en 2019 un total de 2.544 robos de camionetas y autos.

Desde este punto de vista, las autoridades policiales señalan que 2021 marcó el punto más bajo en cuanto a los robos de estos tipos de vehículos en los últimos seis años. Y recalcan que la curva ha ido bajando en los últimos tiempos. Salvando el 2020, por supuesto, cuando todo resultó anormal.

El peor momento fue, precisamente, 2016, cuando los robos de autos y camionetas computados por el Ministerio de Seguridad treparon nada menos que a 3.400. En tanto, durante 2017 bajaron a 2.701 y en 2018 a 2581.

Desde entonces, el descenso ya no fue tan abrupto y prácticamente se estabilizó el número a partir de 2019.

De todos modos, en la Policía miran el vaso medio lleno y señalan que en este periodo largo (desde 2016 hasta 2019 o 2021) el robo de autos y camionetas bajó casi el 30%.

NO ES LA MAYOR PREOCUPACIÓN

La situación de “curva descendente” de la que habla la Policía en materia de robos de vehículos hace que las autoridades, ya sean judiciales o policiales, consideren que esta no es la modalidad delictiva más grave en la actualidad.

Lo dijo en Los Andes el nuevo jefe de la Policía, Marcelo Calipo, en la entrevista de la semana pasada: el ciberdelito es lo que más obsesiona a la Policía. Desde el año pasado comenzaron con capacitaciones al respecto en el Instituto Universitario de Seguridad Pública, que forma a los futuros efectivos, con el objetivo de tratar de enfrentar de mejor manera un fenómeno relativamente nuevo y que explotó en la cuarentena.

Con preeminencia de las redes sociales, el ciberdelito, dice la Policía, en algunas de sus modalidades multiplica las víctimas: se ofrecen en las redes productos que han sido robados y, a su vez, hay quienes son asaltados a la hora de querer comprar algo que se ofrece por internet.

También preocupa a la Policía el aumento de una categoría muy sensible: el abuso sexual con acceso carnal, que tiene bastante impacto en varios lugares de la provincia. Resulta, además, difícil de abordar en la prevención para la Policía. El MPF coincide en que este tipo de delito subió el año pasado, aunque dice que no es el que más ha proliferado.

En el Ministerio Público Fiscal, en tanto, admiten un incremento de los robos simples y los agravados, aunque sin uso de armas. La suba ha sido de entre 20 y 30% entre el 2020 y el 2021.

“Esto es perfectamente explicable porque nos pasamos el 2020 encerrados, y los ladrones no son tontos: saben que estando todos encerrados no se podían meter en una casa”, explicó al respecto el Procurador Alejandro Gullé.

Teníamos asaltos a mano armada en la calle, pero esos lo bajamos. En 2021, que la gente salió a la calle como loca, las casas empezaron a quedar vacías y los delincuentes volvieron a la vieja costumbre de fichar casas vacías y subirse por la pared”, agregó Gullé.

Los números fríos son fuertes. En 2021, según la estadística del MPF, hubo más de 19.000 robos simples en toda la provincia. Habría subido esta modalidad en más de 3.000 casos respecto de 2020.

La circulación libre reavivó además el delito con escalamiento o rotura de puertas para ingresar a las viviendas, que entra en la categoría de los robos agravados sin armas. Este tipo de asalto generó el año pasado un total de 4.859 denuncias en Mendoza.

ROBO DE CABLES

El robo de cables es otra de las modalidades que más preocupan al Ministerio Público Fiscal. “Hemos puesto a trabajar a fiscalías especiales en esta temática porque el perjuicio es gravísimo para la comunidad y las empresas”, expresó el Procurador Alejandro Gullé.

Y agregó: “Mendoza no tiene un cableado informático como el que debería tener porque todas las inversiones que venían destinadas a eso las tienen que realizar las empresas en cables robados”.

“No dan abasto las empresas, los delincuentes bajan transformadores sellados y con alarma y no les pasa nada”, expresó con sorpresa Gullé.

El Procurador consideró que “hay que romper el circuito de sustracción de cobre que empieza en las zonas rurales, porque los tipos saben que tarda en llegar la Policía después de que suenan las alarmas, tienen todo calculado”, añadió.

“El cobre, después, se vende en dólares”, remató.

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