Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sobre la evolución del Producto Bruto Geográfico (PBG) de las provincias del país, generó una fuerte controversia en la provincia de Mendoza, debido a que la jurisdicción quedó en el fondo del ranking de las 24 provincias -antepenúltima- respecto a su evolución económica en los últimos 15 años. Para el Gobierno local, los números no son confiables y aseguran que el crecimiento de Mendoza fue “mucho mayor” al informado. En tanto, economistas locales hablan de una necesidad de diversificar la matriz productiva y que la provincia sufre de un estancamiento en su economía.
El conflicto, que ha tenido fuertes ribetes políticos en medio de la interna del Frente Cambia Mendoza entre el Pro y la UCR, muestra la evolución del PBG de cada una de las provincias desde el 2004 al 2021.
Allí se marca que Mendoza tuvo un crecimiento de sólo un 18% de su Producto Bruto, muy por debajo de la media nacional (38%) y del resto de provincias, sólo por delante de Santa Cruz y Catamarca. En la punta, Santiago del Estero lideró en el acumulado de 15 años, con una evolución del 98%, seguido bien de lejos por Chaco (63%) y Tierra del Fuego (62%).
Además, también se marca que la participación de Mendoza es de sólo el 3,3% dentro del PBI nacional, comparada con el resto de las jurisdicciones del país, disminuyendo 7 décimas porcentuales del 4% de la porción de la torta que producía a nivel nacional en 2004.
Desde el Gobierno provincial contradijeron los números de la Cepal y dudan de algún tipo de intencionalidad política de algunos funcionarios de la gestión de Alberto Fernández que trabajaron en el informe, como Martín Abeles, hoy director de la Cepal Argentina, y ex funcionario del Ministerio de Economía cuando se intervino el Indec, en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner; así como también Daniel Schteingart, actual funcionario de la Secretaría de Producción.
Además, aseguraron que ese crecimiento del 18% es “muy bajo” respecto a los números que maneja la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) y aseguraron que la suba superará incluso el 38%, que fue el promedio nacional en estos últimos 15 años.
Facundo Biffi, director de la DEIE, consideró a Los Andes que el principal problema de la Cepal es que utilizó la variable del crecimiento del empleo (a través del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial) como referencia para notar la evolución de varias actividades económicas, lo que a su modo de ver es inexacto.
“Las direcciones provinciales de estadísticas tienen mejores instrumentos e índices de variación física, que es lo que se recomienda para hacer los cálculos de productos brutos geográficos”, añadió.
Desde la cartera que conduce Enrique Vaquié, sostienen que, por ejemplo, en la evolución del rubro de bares y restaurantes, la DEIE controla la base imponible de Rentas; o en el rubro de la construcción, que se calcula en base a los metros cuadrados de producción de cada municipio; y no en la evolución del empleo registrado como ha hecho la Cepal, por dar algunos ejemplos.
“El estudio, para Mendoza, no ha resultado del todo correcto”, acotó Biffi, quien indicó que igual la propia Cepal “confirmó en su anexo metodológico que las direcciones de estadísticas provinciales tienen mejores indicadores de los que ellos han utilizado”.
De esta manera, agregó que los cálculos que tienen dan un porcentaje de crecimiento “mucho más cercano al promedio nacional”, que es de un 38%, y no el 18% que aparece. También adelantó que esos datos los terminarán de pulir y los presentarán en el primer trimestre del año.
Mendoza “estancada”
De acuerdo a algunas consideraciones de economistas, el problema de Mendoza se centra en que sus economías fuertes no se han potenciado de sobremanera en los últimos años; y además que la provincia no puede escapar a la dependencia de la macroeconomía, por lo cual si a la Nación le va mal, a Mendoza le irá igual de mal o peor; y viceversa.
Jorge Day, economista del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), manifestó a este diario que varios factores han afectado a la provincia, como por ejemplo la caída continua de la producción de petróleo más una dificultad para ampliar esa actividad; así como también un estancamiento o mal desempeño del rubro vitivinícola, sobre todo los últimos 10 años.
“La vitivinicultura depende del valor del dólar y las exportaciones. Tenemos altibajos pero la macroeconomía no ha jugado a favor”, comentó; y agregó que en Petróleo, Mendoza se ha quedado porque las inversiones las ha tenido por ahora Neuquén con Vaca Muerta.
Y expresó: “Normalmente todas las provincias siguen a la Nación en términos macroeconómicos, pero al menos algunas pueden ‘saltar de nivel’ de una economía chica o mediana a una mayor. Puede haber sido el caso de San Juan”, acotó. “Mendoza tiene potencial y una economía diversificada, pero hay muchos recursos que no los aprovecha”, finalizó.
José Vargas, de Evaluecon, hizo referencia a una falta de ampliación de la matriz productiva, y apuntó también a un bajo crecimiento del petróleo y la vitivinicultura.
En este sentido, manifestó que no enfocarse al desarrollo minero ha tenido sus consecuencias en estos términos; a la vez de no haber potenciado aún más a la economía del conocimiento. También señaló que la pandemia afectó a los rubros del turismo y del comercio, que también son importantes para la provincia.
Por otro lado, Daniel Garro, economista de Value International Group, señaló que el gran problema es que cuando el país crece, “Mendoza crece menos”; y cuando cae, la provincia “cae más, salvo años puntuales”.
“La provincia no tiene una política económica propia y depende siempre de lo bien o mal que haga la Nación las cosas”, marcó. Otro problema para Garro es que, en términos de matriz productiva, “los gobiernos no generan las condiciones para que el privado quiera invertir”.
El economista expresó que faltan políticas fuertes. “Hace 30 años que no se distingue Mendoza del resto. En minería no pudieron avanzar, en vitivinicultura hay un estancamiento, y tampoco se ha trabajado bien en turismo. Los turistas vienen por el trabajo de bodegas, el clima y la naturaleza, pero el servicio de Mendoza como gobierno no es bueno. Faltan más políticas”, cerró.
Cruces políticos
Sin dudas el informe de la Cepal zamarreó la interna de Cambia Mendoza. Fue el diputado nacional, Omar De Marchi, quien tomó esos datos y lanzó un tiro por elevación a la gestión de Rodolfo Suárez, al mencionar que si bien no es un problema concreto del último gobierno, “es fundamental reconocer donde estamos para poder mejorar”.
Esas declaraciones por Twitter fueron celebradas por la dirigente massista, Gabriela Lizana, quien dijo que coincidía con la visión de De Marchi.
Del radicalismo salieron varios al cruce del ex intendente de Luján. El senador Martín Kerchner fue uno y lo cuestionó por su análisis: “Entonces el modelo a seguir es el de Chaco y Santiago del Estero??? Esto ocurrió en un país en donde el Estado avanzó sobre las pymes, impidiendo la creación de empleo y con la inflación más alta de los últimos 20 años”, remarcó, en referencia a que estas provincias quedaron en el tope del ranking.
En defensa del diputado lujanino salió otro legislador del Pro, Gabriel Pradines, quien si bien respondió que Chaco o Santiago del Estero no son el modelo al cual debiera seguir Mendoza, “hay datos que alarman”.
“En el informe de mercado de trabajo, Mendoza creció 0,9% cdo la media nacional tuvo un crecimiento del +1,3% y los aglomerados del interior de 1,5%. Crecimos 40% menos que la media”, marcó, y remató: “Escuchar no hace mal”.