Tras ser designado Jefe de Gabinete, Juan Manzur se resiste a dejar la gobernación de Tucumán en manos de su vicegobernador Osvaldo Jaldo. Sucede que Jaldo hoy es el principal enemigo de Manzur y pese a los intentos de seducción, con la oferta de cargos nacionales, Jaldo no piensa abandonar la provincia.
Según informó diario Clarín, el lunes se espera que la legislatura provincial apruebe el pedido de licencia de Manzur para conformar el gabinete de emergencia de Alberto Fernández.
“Fue derrotado de manera contundente en elecciones internas que ni siquiera reconoció: no tiene autoridad política para conducir al peronismo, menos a la Provincia”, planteó el intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera.
“Frente a la difícil situación del gobierno nacional peronista, Juan Manzur asume como jefe de gabinete nacional. Después de la clara victoria en las PASO, y en medio de una elección es un desatino dejar el gobierno provincial a quienes fueron derrotados y están en contra del gobernador”, sentenció el candidato a senador del Frente de Todos, Pablo Yedlin.
Fuentes cercanas a Manzur señalaron que el gobernador tucumano aceptó entrar al gabinete de Fernández bajo la promesa del Gobierno de que convencerían a Jaldo de que acepte un puesto nacional.
Según cuentan, pese a los ofrecimientos hechos, el vice de Tucumán “está atrincherado”. La preocupación radica en que el eventual nuevo gobernador remueva a los ministros, a los que viene interpelando, y cambie toda la estructura de Manzur.
También hay temor de que esta movida atente contra la performance electoral y sume desencantados. Cabe destacar que Tucumán fue una de las pocas provincias en las que se eligen senadores donde el Frente de Todos logró ganar.
La interna
Las diferencias entre Manzur y su vice quedaron expuestas en marzo de este año. La tensión latente detonó por una sutileza: la conformación de las ternas para la designación del defensor del Pueblo.
Jaldo terminó partiendo el bloque oficialista en la legislatura y esa decisión se replicó en los concejos deliberantes del resto de las ciudades tucumanas.
La pelea tiene que ver con la sucesión de la gobernación. Manzur va por su segundo mandato y no puede ser reelecto. La posibilidad de una reforma constitucional para ir por una tercera gobernación puso en pie de guerra a Jaldo, que creía ser el sucesor natural.