Investigan a 89 espías que estuvieron activos el fin de semana en el que murió el fiscal Alberto Nisman. El oficio ingresó el viernes pasado por Mesa de Entradas de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y lleva la firma del fiscal Eduardo Taiano.
En el documento, Taiano le pide a la presidenta de Justicia Legítima Cristina Caamaño que le pase la “situación de revista” de dichos espías. El término refiere a un detalle pormenorizado acerca de en qué situación laboral se encuentra cada uno de ellos.
Según informó diario Clarín, en el caso de los que ya no formen parte del servicio de inteligencia oficial, la fiscalía que investiga la muerte de Nisman solicita el “último domicilio legal registrado” y el último número de teléfono de cada uno de ellos.
Este es el paso previo a citarlos a declarar como testigos para tratar de determinar qué sucedió en los días previos al hallazgo del cuerpo del fiscal en su departamento de Puerto Madero.
Un dato no menor es que los agentes sobre los que ahora se piden informes completos integraban grupos operativos de inteligencia que estaban trabajando en la calle.
Ahora los investigadores quieren saber qué misión tenía para aquel domingo. Al menos uno de esos grupos se movía por la zona de Puerto Madero y el centro porteño.
Un jefe recibía los reportes en una zona de la avenida Beiró y uno de los que reportaba a él hablaba desde Martínez, a una cuadra de la casa donde vive Lagomarsino, el hombre que dijo que el día anterior había llevado una pistola a la casa de Nisman.
Este agente se comunicó con sus superiores 27 veces aquel domingo. La última, minutos antes de que hallaran muerto a Nisman en su departamento.
El actual pedido de informes sobre los 89 espías surge principalmente por los entrecruzamientos de llamadas entre ellos -hora, duración y ubicación de los teléfonos adjudicados a cada uno- adelantados a la fiscalía por esa dependencia de la Federal tras más de dos años de investigación.
La declaración de los espías como testigos es posible legalmente por el decreto 176/16 de Macri que ordenó levantar el secreto informativo de los agentes de inteligencia de la AFI y de todas las fuerzas de seguridad cuando la información fuera requerida por los investigadores de la causa del fiscal.
