El embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello, hizo este martes una férrea defensa de la gestión del presidente Alberto Fernández ante los embates del núcleo duro del kirchnerismo y aseguró que la relación con la Casa Blanca es “excelente y mejorando”.
Argüello habló en la cumbre de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina, que se realiza bajo la consigna “Construyamos un país sustentable” en un conocido hotel de Puerto Madero.
El embajador argentino dijo que no recuerda una relación de tan alta frecuencia como la que él tiene actualmente con Marc Stanley, embajador de los Estados Unidos en la Argentina. “Nuestra relación está centrada en la confianza y el afecto, pero es capaz de coordinar accionar y cooperación para la ejecución de las tareas que se proponen”, dijo.
“Estamos trabajando con la más absoluta claridad y sintonía, cada cual defendiendo el interés que representa”, afirmó Arguello. Y resaltó la cercanía de Stanley con el presidente de los Estados Unidos, Joseph Biden.
También comentó que ambos tienen idénticas instrucciones: elevar el nivel de intercambio entre los dos países; potenciar la agenda bilateral; lograr mayores y mejores niveles de entendimientos.
“Si a mí alguien me pregunta: cuál es el estado de la relación bilateral. Mi respuesta clara es excelente y mejorando. ¿Hay ruidos? ¿Hay diferencias en esta relación? Sí, claro que los hay. Hay ruidos y diferencias en cualquier relación de dos o de más”, dijo el embajador argentino.
Y agregó: “Lo que importa es la capacidad de poder tomar los ruidos, aislar las diferencias, resolver las cuestiones, construir un piso un poquito más alto para seguir avanzando e ir al encuentro de los próximos ruidos y las próximas diferencias”, dijo Argüello.
El embajador agregó que está “convencido” que la historia va a colocar al presidente Alberto Fernández haciendo honor a la tradición del peronismo que es la de responder a los desafíos con decisión y con pragmatismo.
“Y esto es algo que se valora y siento que es valorado por mis interlocutores en Washington, como es valorada la situación de estabilidad institucional que representa la Argentina en la región”, expresó el funcionario.
También destacó que en la Casa Blanca valoran “la capacidad de diálogo” del presidente Fernández, porque tiene la capacidad de hablar con “todos los presidentes latinoamericanos”, lo cual es un “valor agregado” para la relación con los Estados Unidos.
Ahora, cumplido el objetivo de la renegociación de la deuda, los desafíos son: recuperar el orden macroeconómico, porque no se puede mejorar la situación del país ni de la gente en el marco del desorden, porque eso genera “crisis tras crisis”.
“Por eso es tan importante la tarea que tiene a su cargo el ministro de Economía, Martín Guzmán, cumpliendo expresas instrucciones del presidente de la República”, dijo Arguello ante los empresarios y dirigentes políticos que estaban en el auditorio.
El segundo desafío, señaló el embajador, es resolver el cuello de botella histórico del sector externo que padece la Argentina.
Argüello afirmó que Fernández asumió en el marco de una realidad difícil sin contar, como contaron gobiernos propios y no propios, con el margen de maniobra inicial que se ha verificado en el inicio de otras gestiones.
“Aquí se asumió ya directamente en el medio de la crisis. No debemos ser dogmáticos porque pretender aplicar de modo automático respuestas o implementar políticas que en otros tiempos probaron ser eficientes, no necesriamente supone que van a ser eficientes en este momento. De allí la necesidad de ser realistas y pragmáticos, y encontrar las mejores soluciones para este momento”, dijo el funcionario.
En ese contexto, comentó: “¿Quién puede argumentar con algún rigor metodológico que es desacertado el objetivo de reducir gradualmente el nivel de emisión monetaria? Sobre todo en una economía que se ve agobiada por la inflación, a la que se agrega un shock negativo por los precios de los alimentos y de la energía que está produciendo el conflicto bélico en Ucrania”.
“¿Quién pudiera argumentar en contra de reducir de manera gradual el desequilibrio fiscal? ¿Quién pudiera cuestionar el objetivo absolutamente relevante de aumentar las reservas internacionales en un contexto de fuerte restricción de balance de pagos para la Argentina?”, dijo el embajador.
Y señaló: “Estas son metas claras, esta es la hoja de ruta. Y estas metas están contenidas en el acuerdo que se firmó con el Fondo Monetario Internacional. Pero hay que ser claros: estas son las metas del Gobierno argentino”.
En ese sentido, comentó que para que el acuerdo cerrara fue “determinante la firmeza del Presidente, aun frente las críticas de algunos sectores internos de la alianza de gobierno”. Y fue también determinante el “realismo y el pragmatismo” de la Casa Blanca ante posturas diferentes, algunas provenientes de Wall Street.
Por eso, según el embajador, la Argentina “está en un punto de la historia más que interesante”. “El Gobierno tiene el rumbo claro y ese rumbo se afirma en opciones y en los márgenes de políticas reales, no de políticas ilusorias. Por eso soy optimista”, dijo el funcionario.
Y señaló que “los debates internos en el Frente de Todos y con la oposición pueden generar confusión en propios y en extraños, pero no generan confusión en el Presidente, que fue elegido por el voto popular para tomar el timón en tiempos de tormenta y está llevando este barco a buen puerto”.