Finalmente, un giro testimonial anunciado meses atrás, se concretó en el juicio contra Walter Bento esta semana. Los abogados Martín Ríos y Matías Aramayo, que llegaron a este debate acogidos a la figura del arrepentido, descartaron sus declaraciones hechas en la Instrucción y negaron haber gestionado coimas a cambio de beneficios judiciales del exjuez federal.
Vale decir que, en agosto pasado, su defensa presentó una denuncia penal por coacciones contra el fiscal general Dante Vega. El abogado Pablo Cazabán aseguró que fueron sometidos a presiones y amenazas para declarar en contra de Bento. El exmagistrado venía pidiendo que plasmaran esa denuncia bajo juramento en el juicio y al cierre de la etapa declaratoria lo hicieron.
Ríos y Aramayo están imputados como miembros activos de la banda, ubicados un escalón por debajo de los organizadores Diego Aliaga (mano derecha de Bento) y los abogados Luciano Ortego y Jaime Alba. La Fiscalía generó pruebas a partir de sus acuerdos de colaboración, entre las que se destacan las comunicaciones telefónicas de Ortego y el narco Walter Bardinella.
El primero en declarar fue Ríos, quién negó haberle solicitado una coima a Javier Ortega para lograr la excarcelación por una causa de contrabando agravado en el año 2019. Sin hacer alusión a las supuestas presiones que recibió por parte del fiscal, se remitió a hablar de su desempeño en esa causa y se desdijo del pedido de una coima de “alrededor de un millón de dólares”, que él mismo había revelado en la Instrucción.
El abogado también admitió que Aliaga se le acercó en medio de esta causa, pero advirtió que estaba interesado por una presunta deuda que tenía Ortega con él. Señaló que que ellos habían sido “socios” hace algunos años y presuntamente su cliente le tenía “miedo” por asuntos pendientes.
Ríos reconoció la veracidad de una foto de un papel con cuentas, que para la Fiscalía es prueba de la coima: se detallaban los valores de una lancha y dos departamentos para Aliaga. Pero el abogado se desligó, al señalar que era una cuestión entre ellos y no un trato espurio vinculado a la Justicia.
“Eso era lo que tenía él, Ortega con Aliaga, y me decía, ´¿por qué no le pasas esto a Aliaga?´. No sé qué era. La cuestión es que había que frenarlo un poco a Aliaga porque estaba muy loco. Entonces le mandamos eso, que él le entregaba una lancha, un departamento y plata. Pero no se concretó, porque nunca se entregó nada de eso”, dijo y afirmó que él oficiaba como “intermediario para frenar a Aliaga”.
También advirtió que la mercadería secuestrada del camión de Ortega, “no se devolvió nunca” a los contrabandistas. Y sostuvo que la excarcelación, producto de un cambio de carátula de contrabando agravado a la figura de encubrimiento, fue confirmada por la Cámara sin objeciones, asegurando que “nunca existió un soborno al juez; las resoluciones fueron absolutamente fundamentadas y respetaron el debido proceso”.
Por su parte, Matías Aramayo se refirió este viernes a la defensa que llevó adelante del narco Walter Bardinella, también juzgado como miembro de la banda, a quién se lo benefició con cambios de imputaciones. “En esta causa no hubo una estrategia de impunidad, no hay cohecho, básicamente”, señaló para descartar los aportes que había hecho en la Instrucción también.
Según consta en el requerimiento de elevación a juicio, Aramayo había señalado que Bardinella no pagó un soborno, sino que propuso que la parte que le correspondía por haber puesto en contacto a Eugenio Nasi (imputado por coimas) con la banda fuera el pago para lograr su propia impunidad.
Sobre Bento, particularmente lanzó: “Nunca recibí un trato favorable. Yo tengo trato cordial con muchos magistrados y con él que nunca he tenido trato en ese sentido, es con el Doctor Bento. Yo me puse a recordar cuantas veces tuve trato con él y pude recordar, que una vez cuando era secretario de la Secretaría Penal E, le dije ´le he pedido tal cosa’ y me respondió: lo que quiera pedir, hágalo por escrito”.
Ambos imputados no quisieron responder preguntas del Ministerio Público Fiscal. En tanto, estaba prevista la ampliación indagatoria del exjuez Bento, pero su defensa señaló que no se encuentra en estado anímico para ejercer su derecho y solicitó que el Servicio Penitenciario releve su salud mental.