La primera audiencia de la semana en el megajuicio contra una presunta asociación ilícita que operaba en la Justicia Federal bajo las órdenes del exjuez Walter Bento tuvo como eje la declaración del condenado por contrabando, Sebastián Palumbo. El testigo aseguró que fue presionado para pagar coimas que oscilaron entre los 160 y 500 mil dólares para obtener su libertad.
El testigo, que fue condenado como financista de la “banda del Chino Zeng”, involucró a varios imputados en su declaración. Mencionó al exjuez Bento, a su presunto mano derecha Diego Aliaga y a los abogados Luciano Ortego (organizador de la asociación ilícita) y Francisco “Chato” Álvarez, sindicado como miembro secundario.
Además, aseguró haber recibido un agravio por parte del abogado imputado Jorge Omar Miranda antes de ingresar en la sala. Al inicio de su declaración manifestó: “Yo estaba sentado esperando y el señor Miranda cuando entró, me dijo: gordo hijo de puta”, manifestó.
En su relato manifestó que su entorno fue abordado por diferentes miembros para extorsionarlo con pedido de coimas, durante el período de cinco meses que estuvo detenido (desde octubre de 2019 a febrero de 2020) hasta que pagó una caución real de $1 millón para ser excarcelado por el propio juez Bento.
Palumbo señaló que, un año antes de ser arrestado y cuando la banda de contrabandistas ya estaba tras las rejas, un amigo suyo le dijo que “me tendrían como el financista de la banda y que tenía que hablar con Luciano Ortego para evitar el problema”. El abogado le había hecho llegar ese mensaje, manifestó.
Luego, el 1 de octubre, Palumbo fue detenido en la Plaza San Martín cuando salió de un banco y una semana después, ya en la cárcel federal, se pudo comunicar con sus familiares y les aseguraron que estaban siendo abordados por los extorsionadores. “Ellos me manifestaban que desde el primer día les habían estado pidiendo dinero para obtener la libertad”, sostuvo.
Entonces, recibió un llamado de Marcos Calderón (imputado como sobornador en el juicio) y este le dijo que conocía gente lo podía ayudar. Se trataba de Aliaga y Ortego, quienes “lo sentaron en el despacho del juez” Bento para ofrecerles un trato espurio, afirmó el testigo.
Otro amigo de él, de apellido Giunta, fue abordado posteriormente por Aliaga, dijo. Y volvió a mencionar al exjuez federal. “El me lo manifestó no solamente a mí, sino a otras personas, que Aliaga lo subió a una camioneta, bajó el parasol y le mostró de quién era la camioneta. En ese momento, cuando le mostró la cédula verde, era del Doctor Bento”, lanzó.
El ofrecimiento para obtener su libertad consistía en el pago de 500 mil dólares, detalló.
Posteriormente, indicó que el abogado “Chato” Álvarez contactó a otro de sus amigos, Federico González, para pedirle una reunión a él y a la esposa de Palumbo en Palmares. El testigo se enteró y rechazó que vaya la mujer porque la podrían quebrar emocionalmente, dijo.
“El señor Álvarez pretendía que fuera mi mujer. A ella la teníamos bastante al margen de estas situaciones. Entonces va un amigo mío, que no recuerdo si se hace pasar por primo de mi señora o primo mío”, narró.
Y comentó: “Álvarez les manifiesta que era un abogado de Buenos Aires que había venido a Mendoza porque había tenido un hecho de inseguridad allá y que no estaba trabajando, pero si le salía un negocito, él lo hacía”.
“Entonces mis amigos le preguntan ´de qué estás hablando´ y Álvarez respondió: ´me falta ajustar una lapicera, pero andá pensando que el número es 350 mil dólares´”, aseguró el testigo, a lo que ellos le habrían dicho que le “confiscaron todo” y el abogado arremetió: “Sí lo tiene y sino que se lo pida al padre”.
Posteriormente, González recibió un llamado de Aliaga, que les decía que “no se juntaran con Álvarez”. Los contactos de la banda con ellos, habrían sido facilitados por el contrabandista y sobornador, Daniel Martínez Pinto, agregó.
Su padre, el médico Daniel Palumbo, también declaró esta mañana y aseguró que fue apretado por el empresario Fabián Vaia para que le pague $160 mil dólares en “garantía” hasta que lo liberaran. Este relato fue ratificado por su hijo.
Vale destacar que Vaia estuvo imputado por cohecho durante la Instrucción, pero en 2023 fue absuelto tras un fallo de Cámara Federal y no llegó a formar parte del juicio.
Según Palumbo padre, Vaia fue hasta su casa en su camioneta y lo invitó a subirse. “Me dice: ´mirá, tengo solucionado el tema de Seba. Me tenés que dar hoy 160 mil dólares´”, relató.
Y agregó: “Me dice, ´está todo listo, yo soy depositario. Esto es contra resultado. Vos me das los 160 mil dólares y me los quedo yo. Una vez que el Seba esté afuera, olvidate de la plata´”.
Finalmente cada uno de los ofrecimientos fue rechazado por Palumbo y en febrero obtuvo la excarcelación, mediante una caución de 1 millón de pesos.
Los audios de Ortego y Bardinella
La fiscalía reprodujo audios entre el abogado Ortego y el narco Walter Bardinella Donoso (miembro de la banda), quiénes hicieron mención que la operación sobre Palumbo se estaba por caer por su inminente liberación y debían apurar la extorsión.
- Bardinella: “Doctor no me vaya a dejar afuera del SP, por favor se lo pido. No me deje afuera”
- Ortego: “Olvidate que no, pero creo que sale yupi. Ya sabés porque sale. Por el tema del trueque, pero el Fernández quiere cobrarle igual. Va a estar ahí”.
- Bardinella: “Si hay que sacarle una moneda al gordo culiado, chupapija ese”
El “Fernández” al que hace alusión es Diego Aliaga, comprobado por los investigadores por cómo lo tenía agendado Bardinella en su teléfono.
Sobre estos audios, Sebastián Palumbo respondió con indignación que no tenía conocimiento de esa charla: “Deplorable. No sé, deberían terminar el juicio ahora. SP soy yo, Sebastián Palumbo”.
“El gordo, a la vista está, soy yo. No tenía conocimiento de que existían estos audios y es una lástima que se destruyan familias por eso”. A la vez descartó saber a que se referían como “trueque”, porque “no sé que tipo de mentiras se habrán dicho entre ellos”.
Para Palumbo, su causa estuvo “armada” por “todo el entorno que se está juzgando” para extorsionarlo.
“Me lo dijeron un año antes, poné plata y no vas a poner problemas. Yo me sentía y me siento inocente de lo que se me imputó en primer momento”, completó el testigo.