Esta mañana, en el megajuicio contra el exjuez federal Walter Bento, se revelaron más detalles del viaje exclusivo que realizó el acusado de liderar una asociación ilícita con su esposa Marta Boiza a Punta del Este, para ver un show de Luis Miguel en el prestigioso hotel Conrad en el año 2010. Ambos están imputados por los delitos de enriquecimiento ilícito, lavado de activos y falsedad ideológica.
El poderoso empresario Rafael Garfunkel fue quién los invitó y tiempo después terminó procesado por el exmagistrado por evasión. Lo que valió su reproche por ese acercamiento, aseguró hoy el testigo Raúl Ángel López.
El abogado López participó de esa comitiva de parejas que viajó a Uruguay, invitados por Garfunkel. Participó también el juez federal retirado Alfredo Manuel Rodríguez, quién ya había contado detalles del fin de semana compartido de recital, casino y hospedaje lujoso.
En su declaración testimonial ante el Tribunal Oral Federal N° 2, López comentó que trabajaba para Garfunkel, en el trámite de habilitación del casino que quería abrir en un reconocido hotel de Guaymallén. En ese sentido, detalló que él era muy amigo del juez retirado Rodríguez y con Bento mantenía un contacto más distante.
“A Bento lo conocí a raíz de una relación amistosa con Alfredo Rodríguez, que era juez federal de este Juzgado. Jugábamos juntos al golf y teníamos muchos amigos en común, con una vida social muy vinculada”, sostuvo.
López señaló que trabajó para Garfunkel en la habilitación de un casino en un reconocido hotel de Guaymallén. El empresario era el accionista mayoritario de la firma “KLP” y tenía contactos con los dueños del Conrad para que fueron los operadores de la sala.
En un viaje de negocios, las autoridades de Conrad les dejan la invitación para los dos y las personas que quieran acompañarlos al show de Luis Miguel, contó el testigo. “En uno de estos viajes a Punta del Este, la gente del Conrad era muy cordial y amable con nosotros porque les interesaba la operación. En una de esas visitas que hice, me invitaron a mí y con mis amigos o los que yo quisiera, a participar de un festival que hacían de la presentación de Luis Miguel”, dijo.
López señaló que tenía invitaciones para seis o nueve personas y pensó primero en el juez retirado Rodríguez. “A él le comenté del viaje y al otro día me plantea por qué no invitábamos a Bento y me preguntó qué es lo que tiene que pagar. Le dije, que tenía que pagar su traslado a Buenos Aires y de ahí se trasladarían en Buquebus a Punta del Este. Teníamos el hotel pago, el desayuno pago y las entradas para ver a Luis Miguel”, detalló.
“Días después, Rodríguez me dice que a Bento le encantó la idea de ir. Le dije, ´dalo por invitado´”, comentó. Entonces, las parejas se reunieron en un hotel de Buenos Aires y almorzaron con Garfunkel. “Yo hablo con Garfunkel sobre la conveniencia o no de que él nos acompañara al viaje. A mí, me era importante por la proximidad del operador de juegos que fuera él. Y en ese momento nos ofreció trasladarnos a Punta del Este en su avión”, contó.
“El tenía un convenio de alquileres de aviones privados. Los usaba y los alquilaba. En esos aviones he ido a Punta del Este, Chile, Brasil. Yo los usaba normalmente. Trasladaba a mi hija que vivía en Mendoza o mandaba a buscar a mi novia. Era de uso, como si fuera mío. Era muy generoso con respecto al avión y los vehículos de los que disponía. Aviones, helicópteros. He realizado viajes en helicóptero también”, describió el testigo.
Entonces, según López, Garfunkel les dijo a los comensales en la sobremesa: “Los voy a acompañar a Punta del Este y los voy a llevar yo en el avión”.
“Fuimos en el avión, Garfunkel, Rodríguez y su esposa, Bento y su mujer, mi mujer y yo”, contó. Luego, en Punta del Este el empresario decidió volverse y López debió reunirse con las autoridades del Conrad. Quedaron solo las tres parejas y asistieron juntos al show de Luis Miguel, un sábado por la noche.
“A la noche fuimos todos juntos a ver el show de Luis Miguel. Después fuimos a cenar a algún lado y al otro día pegamos el viaje de vuelta. Bento, si bien era muy afable y cordial, pero no tenía una relación demasiado amistosa. Lo notaba demasiado formal para mi gusto. Yo no necesitaba nada de él, ni le pedía nada, así que para mí era indiferente. Era buena persona, pero serio. Su mujer era muy simpática e hizo muy buena relación con mi mujer”, contó.
El testigo comentó que no pensó en sacarle ningún beneficio al viaje de dos magistrados federales, ya que “no tenían competencia” en sus negocios. Pero más tarde reveló que Garfunkel terminó procesado por un “931″ por el Bento en el año 2017 y el empresario se quejó por el antecedente, entendiendo que habían estrechado un vínculo.
“Tuvo un proceso penal KLP en el Juzgado Federal y lo llevó Bento, pero en una época en la que yo ya no era abogado de la empresa. Yo fui abogado y representante, hasta habilitarlo. En 2012 rompo relaciones por intereses monetarios con Garfunkel. Yo me abro y sé que tienen problemas penales en el Juzgado de Bento, hacia el año 2017-18″, comentó.
“Me lo comentó Garfunkel como reproche: ´el juez al que yo había llevado a Punta del Este, me ha metido una imputación por un delito fiscal´”, aseguró el testigo. Luego sostiene que él “no participa de la defensa” sino otros abogados, pero de todos modos fue a visitar a Bento a Tribunales por esta situación.
“Lo vine a ver y me dijo ´cometió un delito´. Y me sacó. O sea, no seguí hablando. Me dijo, ´sí, lo procesé, no pagó el 931´. Me trató formalmente y me dijo, ´Doctor, usted sabe que es así. Que quiere que haga´”, relató López. Bento podría haber evitado estas circunstancias, si se inhibía de participar, dado que conocía al acusado.
Entonces, el abogado lo llamó a Garfunkel y le dijo que debía apelar el procesamiento. Finalmente, la Cámara de Apelaciones le dio la razón, afirmó el testigo. “Fue una apelación y en ese proceso le dieron un plazo para pagar. La Cámara revocó el procesamiento y le dio un plazo para pagar”, sostuvo.
La fiscalía le consultó si era normal realizar este tipo de viajes con jueces federales. López respondió que había realizado anteriormente uno con su “amigo” Otilio Romano, juez federal que murió el año pasado, cursando una condena por delitos de lesa humanidad.
Luego la expareja de López, Gabriela Fernández, declaró que no fue la única oportunidad que Bento tuvo contacto con Rafael Garfunkel. Los que participaron de ese viaje fueron invitados por el exmagistrado para comer un asado en su casa de Palmares: “Garfunkel estaba con su pareja. Calculo que era verano. Fue después del viaje. Fue una cuestión muy familiar. Estaban Marta y los chicos”, completó.