Julio Cobos ha reaparecido para hacer pesar su voz en la UCR. Y aunque no pretenda influir como antes, el ex gobernador quiere que lo escuchen.
¿Qué dice el hoy diputado nacional? Que no se puede frenar a todos los que quieren ser candidatos hasta marzo de 2023, fecha prevista para elegir a uno. Que se les debe permitir mostrar sus aspiraciones.
También habla de su presunto preferido (Daniel Orozco) y explica por qué se quebró su relación con Alfredo Cornejo.
-Qué significa sacarle el corsé a los candidatos?
-Yo entiendo que siempre, después de Vendimia, definimos. Pero mientras tanto hay gente con aspiraciones, y la verdad es que esas personas no se pueden proyectar porque están dentro de su rango de intendentes. Cualquier expresión que vaya más allá, se malinterpreta. Tenemos que encontrar una fórmula para que los que tienen aspiraciones puedan desenvolverse, para ver quiénes llegan mejor posicionados a marzo. Porque si no la foto de hoy la vamos a tener en marzo. Es algo que digo como sano consejo, porque yo estoy lejos de toda competencia electoral.
-¿Quién pone ese corsé?
-Esto fue acordado más que todo por el gobernador y Alfredo Cornejo. Yo comparto que no podíamos hablar de candidaturas con tanta anticipación, pero debemos encontrar una fecha límite para decir a quienes quieren competir cuáles son las reglas de juego, que nadie se salga de ese marco, y ahí que cada uno muestre su potencial. Si no va a seguir como hasta ahora, que la dibujan y buscan alguna excusa para mostrarse. Nadie va a expresar sus ideas en contra de las del gobernador porque somos un equipo.
-¿El problema no es que no se define Alfredo Cornejo, quien lidera las encuestas?
-Esa falta de definición impide que los otros candidatos se puedan explayar. Obviamente que Cornejo es un buen candidato, hoy por hoy es el mejor, pero tampoco hemos permitido que los demás puedan crecer.
-¿Debería Cornejo definir su futuro político?
-El se tiene que definir en el momento que lo considere oportuno, porque hay muchas variables que todavía no decantan a nivel nacional. Por ahí se lo menciona de vice de Patricia Bullrich. A él le debe dar vuelta la cabeza para ver qué definición toma. Cornejo sería un buen candidato y buen gobernador. Pero la otra cara es que perdemos un muy buen dirigente a nivel nacional. Y él ha dicho que es muy difícil corregir desde Mendoza la economía. Además, una vez que uno se sienta en el salón de San Martín, el bolonqui se viene. Riesgo de que si no es el candidato Alfredo se pierde la elección, no creo que haya. Me parece que con el apoyo de él y Suárez alcanza. Intuyo que él se ha comprometido a dar en marzo la definición a nivel nacional y provincial.
-¿Usted opina que hay que formar una mesa política más amplia en Cambia Mendoza?
-Sí. Me parece que pasa lo mismo que lo que le reclamamos al PRO a nivel nacional. Acá se invierten las cargas y habría que mimarlos un poco. Que se sientan escuchados. Hay gente valiosa que se podría sumar.
-Gutiérrez dice que quiere volver...
-No sé por qué tomó distancia en las elecciones anteriores. Pero bueno, bienvenidos todos los que se quieran sumar.
-Volviendo a la UCR, usted en lo personal recomienda que tras la gobernación se debe buscar la proyección nacional.
-A mí en tres oportunidades me dijeron que tenía que volver ( a ser candidato a gobernador). Siempre te hacen ver como que sos imprescindible y la verdad es que es como dice Esteban Bullrich: “No hay hombres imprescindibles, hay actitudes imprescindibles”.
-Usted ha mencionado a cuatro posibles candidatos.
-Sí a Tadeo (García Zalazar), a Ulpiano (Suárez), a (Daniel) Orozco y a (Luis) Petri. A Marcelino (Iglesias) no lo nombro porque siempre dice que no quiere. Pero si es por capacidad de administración y las obras, es un buen ejemplo. Pero carga casi mi edad y por ahí tiene otra mirada de la vida, como yo.
-¿Pero no es que Tadeo García Zalazar y Ulpiano Suárez son quienes más posibilidades tienen?
-Los que más posibilidad de respaldo de Alfredo y el gobernador tienen son Tadeo y Ulpiano. Sin perjuicio que con primarias no se puede coartar a nadie, más allá de los respaldos. A Ulpiano le queda un mandato más como intendente y eso puede ayudar para acordar. Veo muy difícil que haya más de un candidato radical, aunque algunos dicen que no se bajan y aseguran que lo serán.
-Orozco ha dicho eso.
-Sí, Luis Petri también ha dicho lo mismo. Bueno, es valorable eso, porque la gente lo que mira es convicción de lo que se quiere, sobre todo. Porque si no percibe que no hay ganas. Y esos dos tienen muchas ganas. Orozco es el que más se ha soltado.
-¿Con Orozco habla?
-Hablo sí, como con casi todos.
-Pero dicen que es su candidato...
-No no. A ver...te vinculan, pero no es que sea candidato mío. Consejo que me pidan, yo se lo doy al que sea.
-¿No es su preferido?
-Apoyaremos a los que sean necesarios. La primaria suma votos. Después hay que cerrar todas las heridas. Cuando compitió De Marchi con Suárez no pasó nada, y ganó con comodidad Rodolfo. Hasta ahora está Omar con la idea de participar, pero no sé si puede pedirle Larreta más adelante que lo necesita allá (por la Nación) si se perfila él (como candidato presidencial).
-Tienen una pata en cada lado Cornejo y De Marchi.
-Los dos tiene derecho porque tienen méritos para eso. Formar un dirigente nacional no es sencillo y tener peso tampoco.
-¿Y cuál es el peso de las encuestas? Se mide mucho en la UCR.
-Cuando salí candidato medía 6 puntos. Era Ernesto (Sanz) o yo. Caminamos y se decidieron por mí. Estaba a 20 puntos de (Guillermo) Amstutz. Las encuestas te dan fotos, pero esas fotos se tienen que convertir en película. Siempre la figura de un ex gobernador pesa mucho y les gana a todos, por el grado de conocimiento. Cada intendente tiene en su distrito mejor imagen que cualquier dirigente, pero fuera de su terreño pierde.
-¿No son definitivas las encuestas de hoy?
-Marcan una tendencia, pero los que están potenciados, de una a otra encuesta no crecen, están estáticos. Hubo una Las Heras que le dio muy bien a Orozco, más que a Cornejo y que a Suárez. Pero si uno la hace en Capital o Godoy Cruz, seguramente va a pasar lo mismo. El efecto local siempre pesa.
-¿La apatía del electorado que aparece en algunas encuestas se puede dar en Mendoza?
-En Mendoza no la veo. La gente sabe que lo que la afecta es lo nacional. No percibo una apatía para los gobiernos locales y para Suárez. Sí la gente dice que no nos peleemos. Me lo dijeron por lo de Manes y lo de Morales, porque están esperanzados en un cambio.
-¿Usted se ve inclinando la balanza el año que viene hacia algún candidato a la gobernación, como lo hizo en 2019 a favor de Suárez?
-No. La otra vez me consultaron por los tres. Ahora no hace falta que me consulten y daré mi opinión cuando llegue el momento.
-La otra vez le subió el pulgar a Suárez y se lo bajó a Martín Kerchner.
-Sí, me incliné por Rodolfo. pero ahora no será así porque hay un gobernador y un ex gobernador que tienen poder de definición. En el otro caso yo era un ex gobernador que podía ser candidato. Yo no quería tampoco, entonces a lo mejor eso me dio más fuerza y peso específico. Ahora con la definición de ellos dos (Suárez y Cornejo) alcanza. Si me preguntan daré mi visión. Yo ya estoy en otra y tengo también más grado de libertad para decir las cosas. Pero las digo para contribuir. Yo ni voy a participar.
-¿No es muy endogámico esto que le pasa al radicalismo mendocino, que define los candidatos como si no hubiera nadie enfrente?
-Sí, yo dije escuchar otra apertura y admitir diferencias de pensamiento. Cuando hacía reuniones de gabinete invitaba a presidentes de bloque y a los de la oposición. Esa costumbre se perdió. Me gustaba que alguien hiciera de abogado del diablo. Permitir a dirigentes de otros partidos acercar ideas permite hacer una mejor gestión de gobierno.
-Pero están todos lanzados como si la elección terminara en la primaria.
-Sí, pero es porque está mal el Frente de Todos. Entonces surgen más candidatos de los que debería haber, diferente que en las épocas de crisis, cuando cuesta que alguien le ponga el pecho a las balas. Pero no hay que subestimar a nadie.
-¿En qué momento se quebró su relación con Alfredo Cornejo?
-Previo a la elección de él como candidato a gobernador (2015). Me pedían que definiera. Yo estaba midiendo los tiempos también y había muchos que me insistían en volver a ser. Pero lo terminé apoyando a él. Mire que las encuestas nos daban bien, pero yo lo apoyé porque veía que se iba a ganar y bien. Cuando él se terminó bajando (2011) también pensaba que no era el momento para él...pero bueno. Él después empezó a construir con gente de su mayor confianza. Yo tampoco soy de cargosear ni exigirle nada a nadie.
-Él se alejó más de usted que usted de él?
-Sí, exactamente. Cuando está el gobernador mejor ni acercarse. Son cuestiones personales o de afinidades. Pero la peleamos juntos mucho tiempo. Fue mi ministro de Gobierno y de Seguridad. Pero no hay rencor ni mala predisposición. Si quiere ser gobernador, lo voy a apoyar, y si quiere ir a la Nación, lo voy a apoyar. Aunque antes había más amistad.
-Él se enojó cuando usted lo apoyó a Suárez en lugar de Kerchner.
-A mi me pidieron la opinión y la di. Él podría haber dicho Martin Kerchner. Yo a Kerchner lo valoro. Tiene carácter, firmeza y convicción...puede ser un tapado (risas).
NO VE UN CANDIDATO PRESIDENCIAL DE LA UCR
-¿A nivel nacional cree que debe haber un candidato presidencial de la UCR?
-Hoy por hoy los candidatos que más traccionan son del PRO. Más allá del posicionamiento de Manes y Morales, la verdad es que cuesta. Deberá decidir la convención si hay posibilidad de mezcla en las fórmulas o combinación del PRO con algún vice del radicalismo. No lo veo a la inversa. Pero esto es muy dinámico.
-¿Prefiere a Bullrich o a Larreta?
-No, yo en eso no me voy a meter. Es un problema de ellos. Creo que tienen cualidades y perfiles distintos, habrá que ver cuál pega más en la sociedad. La firmeza de Bullrich o la moderación de Larreta. Y falta la opción de Mauricio Macri.
-¿Pero eso no desdibujaría al radicalismo otra vez?
-Si hay una fórmula combinada es menos posible que pierda poder el radicalismo. Hay que tener una única propuesta en trazos gruesos. No se ha hecho el plan pero yo he dado muchas sugerencias. Por ejemplo, el Presidente que venga tiene que descentralizar a las provincias subsidios, viviendas e infraestructura básica, y que el Presidente se dedique de la defensa, las relaciones exteriores y estabilizar la macroeconomía. Hoy hay competencia. Y hay que planificar con fondos específicos. En vez de 20 ministerios, 10...cambios de fondo. Y con el tipo de cambio hay que ponerse colorado una vez y no rosado todos los días.
-¿Pero con una devaluación grande no sufriría mucho la gente?
-Así se desangra la gente con la inflación. No se puede seguir así. Habrá que hacer un gran consenso político, pero en el desorden no se puede crecer.
-Cristina diría que la derecha va por el ajuste.
-El ajuste es la inflación. Punto. Las medidas pueden ser graduales si tienen un rumbo bien definido.
-Con Massa usted simpatizaba, lo impulsó hace años en la famosa convención radical de Gualeguaychú ¿Qué piensa hoy de él?
-Ha estabilizado el dólar, que ahora se ha empezado a mover. Pero no ha logrado soluciones de fondo. No ha logrado bajar la inflación y estas medidas de precios justos solamente hace subir los precios anticipadamente. Las soluciones pasan por un verdadero plan, si no es de shock, que conduzca a algo más responsable.
-Y lo ve como candidato del Frente de Todos?
-No sé...la que más aparece es Cristina. Si él resulta como candidato, será con el apoyo de Cristina. Y va a quedar la sensación de Alberto Fernández. Está en una encerrona. Su principal error fue no haber sido candidato en la provincia de Buenos Aires. Le pasó lo mismo de De Narváez. Lo que ocurre en la provincia se nacionaliza. Nunca dio ese paso previo al salto. Si hubiera sido gobernador, otro sería el cantar.