Oficialismo y oposición se encaminan a cerrar el acuerdo para modificar el calendario electoral nacional. La Mesa Nacional de Juntos por el Cambio emitió un comunicado en el que afirma que se acompaña “el corrimiento del cronograma” electoral, a la vez que se pide la inclusión en el proyecto de una cláusula que cierre la posibilidad de hacer nuevos cambios de fechas.
“Acompañaremos el corrimiento del cronograma y, además, solicitamos al oficialismo la inclusión de una cláusula que reasegure el compromiso del Gobierno Nacional con el respeto de la legislación electoral vigente”, dice la coalición opositora en el comunicado.
La semana pasada, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, entregó una propuesta a la oposición consistente en llevar las primarias nacionales del 8 de agosto al 12 de septiembre y las elecciones generales, del 24 de octubre al 11 de noviembre. El argumento expuesto por el Gobierno nacional es que la postergación de un mes permite avanzar con el plan nacional de vacunación, que debe incluir al personal afectado en el operativo electoral.
El visto bueno de Juntos por el Cambio que se conoció esta tarde había sido decidido días atrás, pero su pronunciamiento estuvo frenado estos días por el enfrentamiento político que mantiene el Gobierno nacional con la Ciudad de Buenos Aires, gobernada por el PRO, respecto a la suspensión de las clases presenciales hasta fin de mes.
“Reafirmamos nuestro interés en contribuir a la mejor gestión de la pandemia y, a la vez, respetar las normas electorales vigentes con la garantía de las elecciones primarias que hoy consagra la ley”, afirmó la dirigencia de Juntos por el Cambio.
En el texto se explicita el pedido de incluir una “cláusula cerrojo” en el proyecto de ley que deberá ser votado próximamente en el Congreso: “La presente ley no podrá ser modificada ni derogada durante el año calendario en curso en tanto regula un derecho subjetivo de los partidos políticos, instituciones fundamentales del sistema democrático, a elegir sus candidatos a los cargos electivos previstos en la Constitución Nacional”.
La Mesa Nacional de JxC sostiene que las reglas de juego y su previsibilidad deben contar con amplios consensos y son sagradas para la democracia.
La alianza opositora reafirmó, igualmente, su posición de renovar los instrumentos electorales y presentó la propuesta “para la implementación de la Boleta Única ya que significa mayor transparencia, menos personas movilizadas en las elecciones, menos manipulación de papel, ahorro de transporte y menos miembros en el comando electoral”.
Días atrás, fuentes del oficialismo manifestaron cierta resistencia a cambiar los instrumentos electorales a pocos meses de votar. Para ello propone que una comisión empiece cuanto antes a evaluar alternativas como la Boleta Unica. Vale una aclaración aquí: en Juntos por el Cambio hablan de “boleta única” a secas, mientras que en el Frente de Todos especifican que es “boleta única de papel”. La semana pasada la exgobernadora María Eugenia Vidal se manifestó a favor de instrumentar la “boleta única electrónica”.
Juntos por Cambio, además, dice haber acercado al oficialismo “otra serie de propuestas que incluyen el restablecimiento del voto adelantado para argentinos en el exterior y personal del comando electoral, la creación de una comisión de seguimiento del Proceso Electoral y otras propuestas cuyo objeto es garantizar un proceso electoral transparente”.
En el oficialismo urge modificar el calendario actual, puesto que el 10 de mayo vence el plazo, de acuerdo a la ley vigente, para que el Gobierno nacional convoque a las PASO nacionales, por ahora previstas para el 8 de agosto. Para el cambio de leyes electorales se necesita la mayoría calificada de 129 votos en Diputados.
El Gobierno nacional avanzó en el acuerdo de modificar el cronograma electoral con representantes de 13 bloques parlamentarios. Aquí revisten 23 diputados que no integran el oficialismo ni Juntos por el Cambio. El Frente de Todos, con 116 representantes, tiene allí los votos para completar los 129 necesarios. Con el visto bueno de Juntos por el Cambio, todo indica que la ley saldrá con consenso unánime de todos los bloques.
