El peronismo mendocino dio al final de su peor semana un síntoma de supervivencia. La foto de los exprecandidatos a gobernador dialogando en la sede partidaria en búsqueda de reflejar “unidad”, suavizó un poco la imagen de derrota irremontable que dejó hace apenas siete días.
Pero antes de esta foto hubo una reunión importante. La fórmula que ganó la interna para la gobernación, Omar Parisi y Lucas Ilardo, charló sobre el futuro con el ala disidente del peronismo. Allí estuvieron, además de Guillermo Carmona, los intendentes Emir Félix (San Rafael) y Martín Aveiro (Tunuyán). También participaron los intendentes de La Cámpora, Flor Destéfanis y Fernando Ubieta, además de la líder provincial del movimiento: Anabel Fernández Sagasti.
En el encuentro no sólo se habló de una reformulación y apertura de la campaña para la gobernación. También hubo tanteos en busca de generar una “lista de unidad” del peronismo mendocino para las primarias nacionales. Los tiempos se acaban en este sentido: las listas de candidatos a diputados nacionales cierran el sábado que viene.
El kirchnerismo local volvió así a la carga con un viejo anhelo: que alguno de los intendentes sin reelección asuma el desafío de ser candidato este año. Ninguno quiso hacerlo para la gobernación y en su lugar se refugiaron en sus departamentos. En mayor o menor medida, quedaron enfrentados con La Cámpora. El más peleado con la conducción es Félix.
La nueva oferta incluye sólo a dos: Félix y Aveiro. Roberto Righi, de Lavalle, está cada vez más lejos de las decisiones políticas y electorales de su partido. Evidentemente la definición electoral en su departamento lo perjudicó en la consideración interna, ya que quien había elegido para sucederlo perdió la PASO. Ni Righi ni Matías Stevanato (Maipú), quien adujo una gripe, estuvieron en la reunión de este viernes.
Papa caliente
No se sabe muy bien por qué ahora alguno de los intendentes no K debería agarrar la papa caliente de representar al PJ en su peor momento histórico. Desde el kirchnerismo tienen otra mirada: creen que es más sencillo dar pelea en la elección nacional que en la provincia. “Son cinco bancas de diputados en juego y el justicialismo seguro que una logra”, afirman.
También señalan que la hegemonía de Cambia Mendoza no se repetirá en la PASO nacional del 13 de agosto. “El que puede ganar es Milei”, sostienen. Los peronistas mendocinos se conforman con un resultado decoroso, subidos en este caso a un carro que algunos consideran más “competitivo” que el del domingo pasado.
El problema es que, aún con un acuerdo de unidad, los peronistas mendocinos no dependen enteramente de sí mismos, sino de lo que ocurra a nivel nacional en la interna entre el sector kirchnerista y el que no lo es. “Si hay más de una lista a Presidente, habrá posicionamientos distintos en Mendoza”, aseguran algunos en el PJ. Inevitable sería, en ese caso, otra PASO entre dos listas o más, entonces.
Creen en el kirchnerismo que quien más está condicionado por esta lógica es Carmona, que es funcionario nacional. Pero afirman que esta vez podría perder acompañamiento en la cruzada. “Tiene que devolver los favores del Gobierno nacional en la campaña, pero no creo que demasiados se sumen a él, porque pueden volver a perder la PASO y nadie va a querer sufrir otra derrota”, dicen.
La rosca renace
Es evidente que la rosca renace por la elección nacional. Incluso en el peor momento del peronismo mendocino, que sacó apenas 15.68% de los votos en las primarias. Sumando las cuatro fórmulas para la gobernación.
La reunión en la sede partidaria fue una muestra. Aunque los adversarios del kirchnerismo le dieron menos valor al encuentro. “Fue breve y protocolar el encuentro”, dijo alguien desde el bando de Félix. Además, el sanrafaelino no se sacó la foto allí, sino en otra reunión convocada por Carmona.
Este dato podría contrastar con la versión kirchnerista de que Félix dejará sólo a Carmona en una eventual interna por las bancas del Congreso. Carmona, que nunca renuncia a un enfrentamiento interno a pesar de las derrotas sufridas, y que es un rival declarado de La Cámpora, puso en valor la foto de Félix con él.
La verdad es que la reunión de la lista del PJ disidente fue un típico encuentro pos elecciones, del formato en el cual el líder convoca a su sector para que no decaiga el ánimo a pesar de haber perdido.
Carmona, de todos modos, afirmó a Los Andes que la reunión se hizo para ratificar la existencia de un polo opositor a La Cámpora en Mendoza. “Ratificamos nuestra voluntad de continuar fortaleciendo a este nuevo sector del peronismo mendocino”, proclamó además en las redes sociales.
“Los números del PJ fueron exiguos, pero ajustados entre el primero y el segundo”, insistió el secretario de Malvinas respecto de la elección provincial. De hecho, en el marco del escrutinio definitivo de la PASO, que acaba de comenzar, el PJ sigue discutiendo quién ganó la interna en algunos departamentos, como Guaymallén.
También aclaró Carmona que sus diferencias con La Cámpora en Mendoza “no son electorales, es un problema político de fondo”.
El batallador dirigente señaló que se deben “rectificar conductas y actitudes, y hacer autocrítica” en la conducción del justicialismo local. Todo esto afirmó poco después de la “foto de la unidad” en la sede del PJ, una postal que, en su caso, fue posible más que nada por las gestiones de Parisi y Destéfanis para que participara.
Gracias a la foto y las reuniones previas, el peronismo mendocino promete armar ahora una “mesa de acción” que busque acuerdos y que promueva para las elecciones provinciales de setiembre una campaña que levante un poco al PJ, para evitar los daños mayores que provocaría en la representación legislativa la repetición del 15%.
Parisi cree que tiene tiempo para reponerse y subir puntos, aunque los retos que le pondrá en el medio la elección nacional podrían complicarle más el panorama.
En este sentido, hay quienes dicen tener expectativas con esa PASO hasta por una cuestión de números. La “elección de tercios” de la que se habla a nivel nacional, principalmente desde el bando kirchnerista, resulta “aspiracional” para un partido que sacó la mitad de ese tercio en las urnas la semana pasada. “Hoy festejaríamos el 25% de Anabel”, razonan algunos en referencia a las elecciones del 2021 y la situación actual.
Algunos militantes indican que el peronismo nacional, a pesar de la interna Alberto-Cristina y la debacle económica, es “competitivo” si se lo compara con el provincial. Puede o no haber “tercios” en esa discusión, pero de seguro existe al menos una sensación de mayor paridad con los competidores: Milei y Juntos por el Cambio.
Para ello, el peronismo mendocino por lo menos necesitará consolidar una tregua interna. Algunos apuestan a que así sea gracias a que en Mendoza ya hubo una elección. Es que el PJ de Mendoza ya tiene un candidato a gobernador proclamado, a quien le tendrá que levantar la mano quien gane la primaria presidencial si se hace. Sea o no del kirchnerismo, como lo es Parisi.
A nivel interno, además, La Cámpora y el sector disidente del PJ se están terminando de mezclar en las listas definitivas de candidatos a legisladores provinciales, en sintonía con los votos que cada cual logró en la elección del domingo. Van a terminar siendo “una sola cosa”.
No obstante, por afuera de los acuerdos o treguas coyunturales, late la sensación de que los liderazgos del peronismo mendocino siguen en duda. El futuro del PJ se debatirá fuerte después de los comicios de este año. Aunque para 2024, tiempo en que volverán a debatirse a las autoridades partidarias, falta una eternidad.
