La deuda creció U$S 10 mil millones con Fernández

Guzmán y Pesce están decididos a no devaluar. y pagan tasas cada vez más elevadas. Para los expertos, el veranito cambiario le está generando un alto costo al país.

La deuda creció U$S 10 mil millones con Fernández
Pesce y Guzmán, los titulares del Banco Central y de Economía.

Mantener el mercado cambiario algo calmo y evitar que el peso se devalúe abruptamente y no por goteo, como lo viene haciendo desde marzo, tiene un altísimo costo presente y a futuro para la Argentina: una montaña de deuda que no para de crecer.

La escasez de divisas y la profunda desconfianza en el peso ejercen una elevada presión que el Gobierno intenta ir liberando con medidas de corto plazo. Pero el precio de aplicar esos mecanismos muestra resultados preocupantes.

Por un lado, el Banco Central: para ir calibrando el circulante de dinero, apela a las Letras de Liquidez a 28 días que le inyecta a los bancos y los llamados “pases”. Por ellos paga tasas de interés que van en ascenso.

El stock de Leliq creció un 104% en el último año, hasta los $ 1,6 billones; y el de los pases (venta de títulos públicos y compra a futuro, incluyendo una tasa prefijada) escaló 304%, hasta los $ 849.274 millones.

En lo que va de 2020, el Central ya pagó $ 603.000 millones en intereses a los bancos por estas operaciones. Bruno Panighel, economista, dijo a Los Andes que esa suma ponderada por el tipo de cambio de cada día equivale a U$S 8.689 millones.

Lo que paga Guzmán

El timón de la política económica está en manos hoy del ministro Martín Guzmán, quien además de usar la emisión y las utilidades contables del Banco Central, apela al endeudamiento en el mercado privado.

En octubre, el stock de deuda pública creció en U$S 961 millones y desde que se inició el Gobierno en U$S 10.081 millones, por lo que llegó a los U$S 333.146 millones. Y el año que viene, el pasivo seguirá en alza dado que se prevé un déficit fiscal de al menos 4,5% del PBI.

Guzmán viene interviniendo en el mercado con compra y venta de bonos para intentar domar las cotizaciones bursátiles del dólar: el MEP y el contado con liquidación. En la semana -ante el Senado- dijo que por ello pagan tasas de 5,63% para el bono AL30 y 7,18% para el AL35.

Para Guido Lorenzo, economista y analista, “Guzmán está tomando deuda al 17%. También se puede ver cómo que está vendiendo dólares al oficial, baratos. Canjea deuda en pesos por deuda en dólares. Va a contramano del discurso político”.

En el Presupuesto 2019 enmendado que rige en 2020, el Congreso aprobó que el Gobierno haga operaciones de canje de títulos en pesos a títulos en dólares por hasta U$S 1.500 millones. “La tasa implícita en ningún caso alcanzó el 17%”, afirmó Guzmán en el Senado.

El mecanismo para establecer la relación de canje es por licitación. Y en esa puja, según Guzmán, hay mayoritariamente fondos que vinieron durante el macrismo para especular y ahora buscan salir, ejerciendo presión cambiaria.

Lorenzo señaló a este diario que como los inversores quieren salir, cambian títulos en pesos por otros en moneda dura a relación del dólar blue. En el canje del AL30, por ejemplo, pagaron $ 5.805 por obtener una lámina de AL30 que valía U$S 36,95. Es un tipo de cambio de $ 157.

Así, el gobierno emite nueva deuda que vale en el mercado U$S 36,95 y por la cual tendrá que pagar u$s 100 cuando venza más intereses a lo largo de los próximos 10 años. “Esa tasa es incluso superior al 17% (YTM), a esa tasa se endeuda Guzmán”, afirmó Lorenzo.

Dos visiones

¿Entonces por qué Guzmán dice que es 5,63% para el canje con AL30? Lorenzo explica que el ministro toma los $ 5.805 y los divide por el tipo de cambio oficial, con lo que construye un “precio ficticio” para el bono de U$S 73,16.

“Solo el ministro lo valúa así. Pero es un invento, una entelequia. Y sigue repartiendo bonos a inversores extranjeros al precio de mercado comprometiendo la sostenibilidad de la deuda”, alertó el economista.

Ante la consulta de Los Andes, en Economía ratificaron lo dicho por Guzmán. Para los funcionarios, en los cálculos que hace todo el mercado hay un error porque se confunde lo que rinde un bono ahora con lo que va a pagar en términos efectivo el Estado en su vencimiento.

Lorenzo defendió su análisis y señaló que de hecho el stock de deuda en la gestión de Fernández y Guzmán aumentó a pesar de la reestructuración que se hizo de deuda en moneda dura, tanto en ley extranjera como en ley local.

Todo comenzó el 15 de septiembre. Pesce ajustó el cepo para frenar la sangría de reservas y la brecha se disparó. En paralelo, se aceleró la inflación. Fernández le pidió a Guzmán que tomara el control. Y él decidió darle salida a los fondos que querían irse.

Ahora, según Lorenzo, si llega a darse una devaluación abrupta, habrá más deuda por lo que está haciendo Guzmán y por los U$S 6.000 millones que tiene el Banco Central en futuros. “Este veranito tiene un alto costo y ya ha indicios de que viene una devaluación más fuerte”, agregó.

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