El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, realizó una dura respuesta al gobierno de Alberto Fernández luego de que el representante de nuestro país, ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Raimundi, asegurara que “hay una apreciación sesgada desde el punto de vista político de lo que son las violaciones a los derechos humanos”.
Es por ello que Guaidó consideró que “relativizar el dolor humano, relativizar con la violación de derechos humanos, es ponerse sin duda del lado del opresor” y enfatizó que “no hay neutralidad en materia de la violación de los derechos humanos”.
Pero en diálogo con A24, Guaidó denunció que hay un “genocidio silencioso en curso en Venezuela” y se preguntó “si la respuesta o la representación de su embajador ante la OEA es la representación en este momento del Ejecutivo en la Argentina”.
“Me gustaría saber si eso representa el espíritu del Gobierno. Sé que de los argentinos no, porque están muy concientes de lo que pasa en Venezuela”, añadió.
Según informó Clarín, Carlos Raimundi había realizado precisamente una fuerte defensa del gobierno de Nicolás Maduro al destacar que “Venezuela ha sufrido un fuerte asedio internacional”.
En su alocución en el Consejo Permanente de la OEA, que monitorea la situación política en Venezuela, Raimundi recalcó que Argentina “no hace una lectura ideológica de los derechos humanos” y que “no son los derechos humanos un instrumento para tomar una posición política”.
Además, Guaidó denunció que en Venezuela hay “torturas y asesinatos políticos” y denunció que puede ocurrir un fraude electoral. Luego agregó: “Este es un régimen actuante que está usurpando funciones en Venezuela y es un riesgo para el continente al vincularse con el narcotráfico y Hezbollah”.
El dirigente opositor habló de una “catástrofe” en el país y dijo que un venezolano gana solo “un dólar al mes”. “Maduro está derrotado. No tiene respaldo popular, internacional ni diplomático. No hay agua en Venezuela. Hay 7 millones en emergencia humanitaria compleja”, agregó.
“Esto no es una lucha por el poder en Venezuela, sino una lucha de los venezolanos por su dignidad (...) A Maduro le queda lo que está haciendo: a sangre y fuego mantenerse un día más usurpando funciones”, concluyó.