Los casos de alcohol al volante son noticia con frecuencia porque algunos terminan en tragedia. Sin embargo, las estadísticas del Ministerio de Seguridad brindadas a Los Andes, y que hay que analizar por franjas según los gramos de alcohol en sangre, muestran que los positivos bajaron respecto de 2023, a pesar de que este año se cuadriplicaron los controles.
Se endurecieron los castigos por conducir bajo efectos del alcohol, aunque en la cartera que conduce Mercedes Rus no adjudican el dato a esta decisión del Gobierno provincial. Seguirán analizando la trazabilidad en los comportamientos de conductores.
Las estadísticas surgen de los controles realizados: durante todo el 2023 fueron 13.138, mientras que hasta el 1 de octubre subieron a 50.129. Ese incremento del 280% en los testeos no repercutió en un aumento de los casos positivos de alcohol en sangre, según las cifras oficiales. Todo lo contrario: bajaron.
“En el día a día veo una baja en la graduación en esas positividades. No es lo mismo 1.2 que 2 o 3 gramos de alcohol en sangre. Y en las estadísticas se ve clara la disminución. Los primeros meses del año fueron terribles, ví alcoholemias altísimas. Y después de un tiempo hasta esta parte, baja en el grado, es un dato indicativo”, indicó Rus a Los Andes sobre la percepción de los últimos tres meses.
No obstante, evitó adjudicar los datos a las reformas legislativas. “No lo podemos atribuir a una ley, creo que por lo menos hay un pequeño cambio de comportamiento. Hay que seguir haciendo la trazabilidad”, agregó. Destacó que los porcentajes de positividad están apenas por debajo del 2021, cuando se volvió a la normalidad después del COVID-19.
Descensos en las alcoholemias
Dentro de la cartera de Seguridad y Justicia, dividen los casos positivos en dos grupos: los que arrojan menos de 1 g/l y los que superan esa graduación. En ambos casos, comparando los números con el cierre del 2023 y faltando más de dos meses para que termine el año, hay descensos.
El año pasado, se realizaron 13.138 controles de alcoholemia arrojando 2.037 positivos. Es decir que en el 15.5% de los casos controlados, el alcoholímetro comprueba que se bebió más de lo permitido.
Desde ese universo de 2.037 casos positivos, fueron 986 conductores los que arrojaron graduaciones entre 0.5 y 0.99 g/l. Mientras que fueron 1.051 los conductores que manejaban con graduaciones de 1 g/l o más.
En contraste, hasta el 1 de octubre de este año son 50.129 controles realizados y los positivos se contabilizan en 1.699 casos, representando el 3.3% de los testeos. Así, surge el dato de una baja del 12.2 % de casos positivos.
Desglosando la muestra de positivos de este año, son 790 las personas que al momento de ser controladas conducían con graduaciones alcohólicas de entre 0.5 y 0.99 g/l. Siendo 909 los casos de 1 g/l o más.
Entre las observaciones que marca el Gobierno, subrayan que el grupo mayoritario infractor tiene entre 31 y los 35 años. Luego, sigue el grupo etario que va entre los 26 y los 30 años. Mientras que los mayores de 66 años son las personas que menos multas tienen.
Los cambios en las leyes
El paquete de leyes enviado por el Gobierno provincial a la Legislatura y que fue defendido por la ministra Mercedes Rus, incluyó cambios tanto en la Ley de Seguridad Vial como en el Código Contravencional para endurecer las sanciones en los casos de alcoholemia.
Las alcoholemias que van desde los 0.5 g/ hasta los 0.99 g/l son sancionadas por la normativa de Seguridad Vial. Dentro del articulado, se establece que conducir con esas graduaciones es considerada una falta gravísima. Las multas van desde las 3.000 a las 6.000 Unidades Fiscales que equivalen a $381.000 y $762.000 respectivamente.
En las modificaciones se apuntó a las reincidencias en cuyos casos las inhabilitaciones podrán ser aumentadas hasta 365 días, pudiendo el juez disponer fundadamente la necesidad de concurrencia del infractor a cursos de capacitación, prevención y/o conducción responsable.
El Código Contravencional tuvo cambios en el artículo 67 bis en el que se sancionan las alcoholemias de 1g/l y más. Se dispuso que la inhabilitación para conducir se tenía que cumplir aunque se pagara la multa, por más alta que fuera.
Las inhabilitaciones también pueden extenderse hasta un año y medio. Y en el caso de las multas, subió la cantidad de Unidades Fiscales (UF). El monto mínimo es de $508.000 (4.000 UF) y el máximo es de $1.397.000 (11.000 UF).
“El problema está en esas alcoholemias. El problema lo tenés con la gente que tiene mas de 1″, agregó la ministra que rescata la responsabilidad ciudadana: “Hemos hecho más 50 mil controles y la gran mayoría sale bien de ellos”.
Por otra parte, apela a “ese poco porcentaje que todavía siguen incurriendo en estas conductos con menosprecio al prójimo porque quien se sube a un auto con mas de 1 no está en las mejores condiciones para conducir y aumenta los riesgos de un accidente. Hacia sí mismo o hacia terceros”.
Casos resonantes
Las alcoholemias más altas, por arriba de 2 g/l de sangre han protagonizado tragedias en la vía pública. Rus indicó que desde principios de año hasta ahora hay 6 casos de homicidios culposos en los que hubo alcoholemia positiva. “En ninguno de los casos está acreditado como determinante del hecho. El caso más claro, hasta ahora, es el de Rodríguez porque hubo dos muertos y fue muy específico”, explicó Rus.
La ministra se refiere a uno de los casos más estremecedores del año que tiene al sommelier Hugo Rodríguez sentado en el banquillo de los acusados.
El viernes 3 de mayo, Rodríguez manejaba alcoholizado con 2.68 g/l por el Acceso Sur y embistió a dos agentes. Santiago David Velázquez Guevara (23), quien se desempeñaba en Tránsito de Godoy Cruz y Leonardo Alarcón Quiroga (35), oficial de la Policía de Mendoza perdieron la vida.
El caso está en la Justicia y una de las últimas novedades es que la jueza Alejandra Mauricio fue apartada del caso y se deberá decidir nuevamente la situación procesal del imputado por homicidio simple con dolo eventual y la defensa pidió que sea juzgado por homicidio culposo agravado que tiene menos de 3 a 6 años de prisión.
Durante la madrugada del 25 de agosto en la intersección de Bruno Morón y Urquiza, de Maipú, Roberto Orlando Bianchi Nieva murió luego de ser atropellado mientras conducía en su moto Honda 125 cc. El conductor del Peugeot 207 que se cruzó de carril y lo chocó de frente, tenía 2.75 g/l.
Ese mismo 25 de agosto, por la tarde, sucedió otra tragedia con alcohol al volante en Las Heras. Martín Traslaviña estaba en la vereda de su casa, sobre calle Martín Fierro en el Barrio Corrientes, y colocaba una linga desde su camioneta Dodge a un camión porque había sufrido un desperfecto mecánico.
Había levantado el capot de su rodado para revisarlo y estaba frente a este cuando el conductor de una camioneta Fiat Toro, que conducía con más de 2 g/l, estrelló el vehículo contra la parte trasera de la Dodge. Traslaviña fue internado con graves lesiones y murió horas después. Los vecinos lincharon al conductor y todo quedó grabado en las cámaras de seguridad que había en la zona.