Las tensiones políticas dentro del Frente de Todos (FDT) volvieron a quedar expuestas con el cimbronazo cambiario que lideró el dólar “Blue” en los últimos días. Reaparecieron las advertencias y los duros reclamos cruzados en la cúpula del gobierno, y sectores como la CGT salieron a tomar distancia de Alberto Fernández ante la falta de resultados para revertir la crisis económica.
El escándalo que se desató el martes, con los rumores sobre la salida del ministro de Economía Sergio Massa y la posterior renuncia del jefe de Asesores Antonio Aracre, se extendió al compás del repiqueteo del dólar.
A saber, el “Blue” avanzó el miércoles hasta los $ 423 por unidad y los dólares financieros continuaron con la tendencia alcista. La de ayer también fue una jornada compleja para los activos financieros, que operaron con caídas generalizadas por la creciente incertidumbre de los inversores respecto al futuro de la economía.
Como si fuera poco, en ese contexto el Banco Central se quedó sin los aportes del “Dólar Agro” y tuvo que desprenderse de U$S 197 millones para satisfacer la demanda.
Atento al drama, el presidente Fernández suspendió la presentación que tenía previsto dar en el Foro Llao Llao, donde los principales aspirantes presidenciales de la oposición Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales y Javier Milei expusieron en los últimos días ante un selecto grupo de empresarios.
Aunque Massa se mantuvo al margen de la controversia que catapultó a Aracre de la Casa Rosada, fueron sus laderos y su esposa Malena Galmarini los que se involucraron.
Primero, la titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, cuestionó los trascendidos periodísticos que promueven desde la Casa Rosada. Vale recordar que la información que circuló el martes se la atribuyeron a “altos funcionarios”.
“En este momento hay que dejarse de de joder con las especulaciones, con las operaciones, y ponerse a trabajar para ver cómo hacemos para ordenar. Hablo de la Casa Rosada, claramente”, apuntó Moreau en declaraciones a CNN radio.
Por su parte, Galmarini optó por enviar un sugestivo mensaje: la presidenta de Aysa replicó una oración del economista Alejandro Kowalczuk para advertir que “Massa se queda hasta el final, porque el final es cuando se vaya Massa”. En otras palabras, planteó que la continuidad del ministro de Economía es la garantía para evitar el colapso.
En Balcarce 50, a través del jefe de Gabinete Agustín Rossi apuntaron a la oposición por la escalada del dólar. “Están propiciando una devaluación”, acusó. Pero también salieron a la luz viejos reclamos contra el Presidente: el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro ratificó que todavía existen en el gobierno nacional “funcionarios que no funcionan”, tal como lo alertó la vicepresidenta Cristina Kirchner el año pasado, en uno de los momentos más picantes de su disputa con Alberto Fernández.
“Hay un descontento generalizado de algunos sectores de la sociedad”, reconoció Wado De Pedro antes de cuestionar al gobierno de Cambiemos porque, afirmó, “desordenó la vida de los argentinos”. Agregó que, “después, el actual gobierno, nuestro gobierno, con la pandemia, con la sequía y con algunos funcionarios que no funcionan” no logró evitar la “desesperanza”.
Fue allí cuando le consultaron si consideraba que aún existían en el gobierno nacional “funcionarios que no funcionan”, y De Pedro contestó: “Todavía estamos con deudas con un sector de la sociedad, así que sí, para mí sí”.
Al parecer, ya nadie disimula la bronca en el oficialismo. La CGT filtró el documento que este jueves analizarán y eventualmente aprobarán los integrantes del Consejo Directivo. En el escrito, se alertó que “ya no hay más margen de deterioro económico sin riesgo de descomposición social”.
“Los índices de inflación y pobreza deben encabezar las prioridades para la adopción de medidas y acciones urgentes”, exigieron en el texto los representantes sindicales.
La central obrera reclamó un “gran consenso político, económico y social” porque, remarcaron, “el contexto económico y social es de tal gravedad que no permite especulaciones personalistas ni sectoriales”.
El diputado nacional y secretario general de la CTA, Hugo Yasky, fue aún más explícito y sentenció que “Alberto ya está”. En declaraciones que realizó desde la Cámara baja, el referente del sindicalismo kirchnerista se quejó porque “lamentablemente tenemos un gobierno demasiado débil”.
“Alberto ya está, Alberto lo que tendría que hacer es aprovechar el próximo Congreso del Partido Justicialista para decir claramente: ‘Miren señores, me voy a poner con toda la fuerza que me queda a garantizar que terminemos el mandato sin que nos empujen a un estallido de la economía’”, dijo Yasky, atento a la inminente reunión del PJ.
Incluso Yasky fue el primero en ponerle nombres a la frase que ahora usó Wado De Pedro sobre los “funcionarios que no funcionan” y apuntó contra la ministra de Trabajo Raquel “Kelly” Olmos. “Llega un momento en el que la soga se corta, hay que darle prioridad al consumo interno, aumentar los salarios a través de una suma fija, la ministra de Trabajo tiene que despabilarse”, reclamó.