La OSEP necesita más plata para pagar sus deudas y poder funcionar. Los fondos van a tener que salir, casi por mitades, de las arcas del Gobierno provincial, los municipios y los afiliados. Estado provincial y municipal por un lado y empleados por el otro se van a tener que repartir la carga, casi en mitades iguales.
Este plan deberá pasar el filtro legislativo y por eso las autoridades de la obra social empezaron a preparar el terreno con una serie de explicaciones y planillas. De allí surge que el “saneamiento” de la OSEP, tal como se había anunciado el proyecto, no menciona algún recorte nuevo en su estructura de personal.
En este sentido, OSEP aduce que redujo entre 2019 y 2023 su nómina de personal total en 240 personas, de 3.684 a 3.444. Eso sí, en el análisis fino aparece que subió la cantidad de empleados de planta (de 2.923 a 3.090, o sea, 167 más) y se redujeron considerablemente las “locaciones de servicio individual” (de 627 a 221, es decir, 406 menos).
Consultado al respecto, el titular de la OSEP, Carlos Funes, aseguró que no han subido “ni contratos ni personal de planta”, sino que se pasaron a planta permanente en 2021 los contratos anteriores al 31 de diciembre de 2020 por un acuerdo paritario. “Pasaron a planta 400, debería figurar ese número, pero de ellos unos 240 se jubilaron. Por eso aparece que hay 167 empleados más”, explicó.
Los contratos, en tanto, “no los reemplazamos”, agregó Funes. Y afirmó: “Cuidamos el recurso a más no poder y no se incorpora gente, porque vamos viendo nuevos modelos, como un acuerdo que hay por los tomógrafos de los hospitales El Carmen y el de San Rafael en el cual Fuesmen pone el recurso humano”.
La estructura de personal de la obra social insume, también según las planillas oficiales, 25% de los recursos totales que maneja. Son 11.000 millones de pesos al año los que se gastan. Entre los contratados, que ahora son 221, hay médicos y enfermeros, pero también administrativos. Figuran entre ellos, según explicó, médicos de especialidades críticas, como los neonatólogos, que tienen cargos de planta en el Hospital Central y tiempo disponible para trabajar en OSEP. A ellos se les paga por medio de un contrato de locación.
Pero el problema, según la OSEP, no está en el personal. La obra social sostiene que padece una “crisis de sostenibilidad” generada por los “convenios de medicamentos” y las “prestaciones asistenciales”, particularmente. En ambos ítems, la OSEP gasta el 67% de sus recursos, unos 29.100 millones de pesos al año.
PAGAR MÁS
En el caso del Estado provincial, el aumento llegará por la vía de la suba de un punto en el aporte patronal (del 6 al 7%). Para ello, según la explicación oficial, se tendrá que sancionar una “ley especial” que modifique un artículo del viejo decreto/ley 4373/63 que estableció la carta orgánica de la obra social de los empleados públicos.
El incremento le hará pagar al Estado provincial, en su carácter de patrón, 2.290 millones de pesos más al año. Los municipios en su conjunto, en tanto, aportarían 343 millones extras.
Mientras la suba de aportes patronales de algún modo blanqueará y consolidará los salvatajes de la obra social que hubo hasta aquí (900 millones de pesos recibió el año pasado la OSEP del Gobierno para cancelar deudas urgentes con las cámaras farmacéuticas), las nuevas cargas para los afiliados representarán una parte bastante sensible del plan.
La mitad de los fondos que les tocará aportar a los afiliados (2.301 millones de pesos de acuerdo a las proyecciones oficiales) recaerá en un universo bastante amplio, que corresponde a los aportantes que tienen “afiliados indirectos a cargo”. O sea, que pagan por ellos y por sus parejas e hijos.
El 52 por ciento de los afiliados directos a la OSEP (95.309 personas) está en esa condición. De ese total, el 49% tiene un indirecto a cargo, 25% tiene dos, 18% tres y 8% más de tres.
El que tiene una persona a cargo pagará mucho menos que el que tiene dos o tres. Para el primero, en un sueldo de 100.000 pesos, el aumento será de 670 pesos por mes. Para el tercero, que bien podría ser la cabeza de una familia tipo, la suba será de 2.010 pesos por mes.
La necesidad de recaudar más surge de que la obra social tiene un pasivo de 6.000 millones de pesos y no le alcanza lo que recibe para atender al universo general de afiliados, el cual supera las 389.000 personas. Buena parte de esa deuda se cubrirá si se aplican los aumentos de aportes planteados.
Según OSEP, los afiliados aportan en promedio 8.000 pesos cada uno, cuando un plan de medicina prepaga para una familia tipo arranca en los 30.000 pesos y llega hasta los 200.000 pesos.
La OSEP aduce que el desbalance lo producen particularmente las “enfermedades catastróficas”. Por cada paciente que padezca una enfermedad severa (se menciona a las oncológicas, hipertensión pulmonar, enfermedades inmunológicas, esclerosis múltiples y hemofilia) la obra social gasta casi 200.000 pesos mensuales. Mucho más de lo que recibe.
Por ello, el componente “Fondo de Enfermedades Catastróficas” que pagan o les descuentan a los afiliados del sueldo, según la cantidad de personas a cargo que tengan, tendrá una suba muy fuerte: el aporte subirá del 0,08% al 0,75% por cada afiliado indirecto.
