El costo de subsidiar a Aerolíneas Argentinas durante el 2021 fue el más elevado en los últimos ocho años. Al Gobierno le costó US$ 669 millones incluso habiendo tenido actividad reducida por la pandemia.
Tomando al dólar oficial mayorista promedio de $ 95 este valor equivale a $ 63.551 millones de pesos. Según informó Clarín, es la cifra más alta desde 2013, en el segundo mandato de Cristina Kirchner.
Los datos surgen del portal oficial Presupuesto Abierto, que muestra el costo anual de los principales programas del Estado y ubica a Aerolíneas Argentinas dentro de la categoría “Aportes de Capital a empresas públicas no financieras”, junto con el resto de las empresas que asiste la Nación.
Aunque se esperaba que las transferencias del Estado a la aerolínea de bandera fueran de $55.685 millones, la partida, en concepto de asistencia, se incrementó en más de un 10% en el transcurso del año y a la fecha alcanza los $63.551 millones, unos $176,5 millones por día.
En un año de mayor actividad aérea que el 2020, cuando las operaciones se redujeron casi en su totalidad por la pandemia de coronavirus y casi se limitó la actividad a vuelos sanitarios para traer vacunas del exterior, el gasto fue superior, ya que entonces se gastaron $ 45.076 millones en 12 meses, US$ 638 millones a un dólar promedio de $ 70,36 según datos del Banco Central.
El valor es elevado incluso si se lo compara con los número del 2019 cuando la actividad aérea comercial se desarrolló con normalidad. En etapa todavía de la presidencia de Mauricio Macri, ese año pre Covid se destinaron en subsidios US$ 490 millones, un 36% menos que en 2021.
Ese fue el año de más gasto en la gestión de Cambiemos, que en 2018 había desembolsado US$ 284 millones, en 2017 había tocado un piso de US$ 181 millones y en 2016 había cerrado asistencia financiera a Aerolíneas Argentinas por US$ 304 millones.
Cabe destacar que se trata de un situación que Aerolíneas viene arrastrando hace años. Según los especialistas se debe a tres principales factores: una estructura grande y costosa, baja productividad del personal y los aviones, y tarifas insuficientes. Así fue acumulando déficit para afrontar gastos corrientes e incluso tomó deudas que luego debió renegociar.