La titular de la cartera de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, insistió este miércoles con una afirmación que supo molestar al presidente Alberto Fernández en el inicio de su mandato al frente del gobierno nacional: la funcionaria reiteró que Milagro Sala es una “presa política del gobierno de Jujuy”.
Gómez Alcorta así lo manifestó en declaraciones a la prensa acreditada en Casa Rosada. Sus palabras se producen mientras en la Plaza de Mayo continúa el acampe que varias organizaciones sociales, políticas y sindicales iniciaron para exigir la liberación de Sala, que este viernes cumple 2.000 días detenida por delitos de corrupción.
“Hasta el 9 de diciembre (de 2019) fui una de sus abogadas defensoras y en estos 18 meses lo repetí cada vez que me lo han preguntado: yo no tengo ninguna duda de que Milagro Sala es una presa política del gobierno de Jujuy”, sentenció la ministra.
Y remarcó que continúa “por absoluta convicción reclamando que se haga justicia de una vez”.
Además, respaldó las movilizaciones a favor de Sala, que en esta oportunidad se trasladaron frente a la sede del gobierno nacional. “Todo acto que visibilice tamaña injusticia siempre va a ser acompañado por mi”, aclaró.
De esta manera, la ministra nacional ratificó una posición que comparten varios sectores de la coalición oficialista Frente de Todos y que supo molestar al propio presidente Fernández durante los primeros meses de su gobierno. “Me molesta que digan que tengo presos políticos porque no los tengo”, se quejó el Jefe de Estado en febrero de 2020.
Sin embargo, Fernández sí reconoció que en el país había “detenidos arbitrarios”. En rigor, Sala se encuentra con prisión domiciliaria porque fue condenada a 13 años de prisión por ser considerada la “jefa de una asociación ilícita” en el marco de la causa “Pibes Villeros”.
Sala, que llegó a ser elegida en 2015 para ocupar un escaño en el Parlamento del Mercosur por el Frente de la Victoria, también afronta una condena de 4 años en la causa conocida como “Luca Arias”, que dictaminó que agredió a un dirigente social jujeño en 2006.
La causa prescribió en 2009, pero fue reabierta en 2016 por orden del Juez Pablo Pullen Llermanos.
Recientemente, Sala criticó con dureza al presidente Fernández al advertir que “se pasa de buenudo”. “Nadie dice que no hay que tener diálogo, pero uno no tiene que pasarse de buenudo. Alberto a veces se pasa de buenudo y los otros no. Siguen haciendo marchas en la pandemia, siguen inventando que la vacuna no sirve y siguen avanzando contra el gobierno”, dijo la dirigente para criticar la buena sintonía entre el jefe de Estado y el gobernador de Jujuy, el radical Gerardo Morales.
El acampe en la Plaza de Mayo continuará hasta el próximo sábado e incluirá varias actividades como paneles, programas de radio, misas y marchas.
“De los dos mil días que Milagro y nuestras compañeras siguen presas, más de quinientos cincuenta días han transitado con el peronismo gobernando. Es en defensa de la democracia que precisamos reconquistar es que vamos a estar ocupando la Plaza de Mayo del 6 al 9 de Julio con un masivo acampe popular”, indicó el coordinador nacional de la Tupac Amaru, Alejandro Garfagnini.
Garfagnini señaló que el acampe “no es en contra del Gobierno”, y que su objetivo es “darle la fuerza necesaria para torcer la voluntad de una minoría privilegiada que pretende dirigir los destinos del país más allá de la voluntad electoral”.
“Milagro Sala y nuestras presas y presos políticos, son un dolor terrible en las entrañas de una militancia que reconquistó la mayoría popular sin abandonar jamás la bandera de la persecución política sufrida”, agregó.