La Nación dice que no discrimina a Mendoza en el reparto de fondos y asegura que desde las arcas del Gobierno nacional llegaron a nuestra provincia 17.410 millones de pesos desde el inicio de la pandemia.
Desde el Gobierno de Alberto Fernández elaboraron un comunicado en el que no mencionan las críticas que los funcionarios locales repiten como una letanía acerca de que el Gobierno nacional maltrata a Mendoza respecto de lo que se otorga a otras provincias gobernadas por el peronismo. Sólo desgranan los aportes nacionales que llegan a Mendoza. Según fuentes nacionales, se prefirió hacer un recuento de lo que llegó a Mendoza desde la Nación, sin entrar en la polémica por las comparaciones.
“Según los datos aportados por diferentes áreas del Gobierno, un total de 2.884 millones de pesos fueron girados de manera directa a la Provincia (1.922 millones por ATN, 950 millones por el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial y otros 12 millones como Refuerzo para alimentos y productos de limpieza por parte del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación)”, dice el comunicado.
Hace poco mas de un mes, el 26 de junio Mendoza firmó el préstamo de FFDP por 1.900 millones y hasta ahora llegó la primera cuota, de dos, por eso se informa desde Nación que llegaron $950 millones en ese concepto.
Respecto de ATN en los últimos días llegaron $413 millones para llegar al número de 1.922 millones de pesos que informa Nación. Antes de esa última remesa, habían llegado $1.509 millones. El 20 de junio, Los Andes comparaba los montos distribuidos hasta ese momento en todas las provincias y nuestra provincia quedaba antepenúltima en el ránking.
Aquí es dónde los funcionarios mendocinos lanzan los amargos reproches: Tucumán, en concepto del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial recibió 6.000 millones de pesos, tiene un poco menos que habitantes que Mendoza (1,9 millones contra 1,6 millones), tiene menos casos de Covid-19 (hasta hoy 132 casos positivos contra 958 en nuestra provincia) y el índice de pobreza de ambas provincias es relativamente similar: según informe del Indec de abril pasado, el Gran Tucumán tiene 37,3% de pobres y Gran Mendoza 38,6%.
Con estos números es que en Mendoza se sostiene que hay discriminación, porque a casos relativamente similares (con algunos números peores) hubo una asistencia mayor para la gobernada por el ex ministro de Salud en la administración de Cristina Fernández, Juan Manzur.
En el comunicado de Nación se indica que “otros 14.527 millones corresponden a la asistencia para beneficiarios mendocinos, incluyendo los créditos Fogar y Fondep, los ATP para salarios, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), los bonos extraordinarios AUH y para jubilados, pensionados y discapacitados, y la recarga extra de tarjetas alimentarias”.
Aquí hay una salvedad. Estos últimos 14.527 millones llegaron a bolsillos mendocinos, pero no sirvieron para mitigar la profunda caída de la recaudación y la coparticipación; es decir, no son fondos que ingresaron a las cuentas provinciales para pagar salarios estatales o para financiar obra pública.
Fogar y Fondep son créditos para paliar la situación que atraviesan las empresas por la cuarentena, lo mismo que los ATP, que son aportes para pagar parte de los sueldos de trabajadores privados. El IFE, los bonos de AUH y para jubilados, así como las recargas de tarjetas alimentarias es lo mismo. Llegaron a bolsillos particulares y no al Estado.
Es cierto que buena parte de ese dinero termina circulando en la calle y, en última instancia engorda un poco la recaudación impositiva, pero no cubre el total de la caída de recursos del Estado.
A párrafo siguiente, el comunicado nacional sostiene que “en materia de salud, los aportes tienen que ver con transferencias por los programas Sumar, Redes, Proteger y Salud Comunitaria ($ 240.286.234), equipamiento (46 respiradores, 8 ecógrafos y equipos de protección personal por $ 53.920.496), medicamentos e insumos ($ 233.095.031) y vacunas antigripales ($ 113.992.161)”.
Es cierto el aporte en este ítem, pero no se ofrecen datos sobre otras provincias, que en igual situación sanitaria perciban más o menos fondos.