Tras los incidentes y el rechazo de los vecinos en el country de Pilar, la pareja de Lázaro Báez, el empresario kirchnerista investigado por corrupción que fue beneficiado con arresto domiciliario, cuestionó el repudio recibido y calificó a la situación como una “vergüenza”.
“Me asombra el comportamiento de estas personas”, dijo Claudia Insaurralde, al ser consultada por el canal TN.
Además de recordar que cocinó algo liviano -ensalada, puré y bifes- para recibir a su pareja en casa, la mujer expresó que “por suerte no vine con mis hijos porque lo que hace esta gente es indignante. Hay autos que se estacionan en la puerta de la casa y se retiran, es como un tipo de vigilancia para ver si él está o no”.
“Nunca pensamos que iba a haber este tipo de conflicto”, admitió Insaurralde, quien se mostró enojada con los vecinos del barrio privado donde se quedará Báez.
“Toda la gente que está aquí parada, ¿me vas a decir que son todas carmelitas descalzas? Por favor, la verdad que es una vergüenza lo que dicen”, evaluó la mujer.
Claudia Insaurralde también aprovechó el espacio televisivo para reiterar su defensa al empresario de Santa Cruz, investigado entre otras causas en “la ruta del dinero K”.
“Espero que se tomen los recaudos necesarios porque él tiene derecho a venir a su casa como propietario. Escucho que dicen que él tiene que volver a la cárcel, pero él todavía no ha sido condenado y se han vulnerado todos sus derechos habidos y por haber con tenerlo demorado estos cuatro años y medio”, manifestó la novia de Báez.
Pese a la intención de la mujer de recibirlo en casa, finalmente Lázaro Báez debió retornar al penal de Ezeiza, ya que se consideró que no era seguro pasar la noche en el country tras las reacciones de los vecinos en su contra.
