El Frente Azul-Naranja, de extracción kirchnerista, resultó ganador de manera contundente en las elecciones del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), y la nueva conducción ya planteó puntos en pugna con el Gobierno Provincial. Carina Sedano, futura secretaria general del gremio estatal más grande de la provincia, aseguró que si bien fomentarán un espacio de diálogo con la gestión de Rodolfo Suárez, tuvo fuertes críticas de acuerdo al cronograma escolar del 2022, el salario que perciben tanto de docentes como celadores; acusó al titular de la Dirección General de Escuelas (DGE), José Thomas, de evitar el diálogo con los representantes sindicales; y mostró rechazos al borrador de la ley de Educación propuesta por el Gobierno y pidió debatirlo en jornadas institucionales en las escuelas.
Sedano, quien es directora de la escuela Berta García Morales de Guaymallén, habló de volver a generar un SUTE “fuerte y unido”, por lo que convocó a los 4 frentes restantes que participaron este miércoles de los comicios en los que la lista Azul Naranja ganó de manera contundente con el 46,5% de los votos.
Pero además destacó la “necesidad” de volver a recuperar el protagonismo que tuvo años atrás el gremio, que era el que mostraba su paritaria como guía del resto de negociaciones gremiales. “Creemos que tenemos que recuperar el diálogo con el Gobierno, pero sabemos que este Gobierno no dialoga y lo hemos comprobado con el calendario escolar”, marcó la cancha.
El borrador de Educación en la mira
La nueva titular del SUTE fustigó el proyecto de ley de educación de la gestión de Suárez, cuyo debate el Gobierno había postergado para después de las elecciones del SUTE, al entender que la pelea entre sectores del gremio metía mucho ruido en el análisis del texto propuesto.
La gremialista de 51 años declaró a Los Andes que “hay un proyecto debatido en las escuelas y también en el SUTE”, que tiene media sanción de la Legislatura impulsado por la gestión de Francisco Pérez. “La provincia tiene una historia y hay que respetarla”, agregó.
“La provincia tiene una historia y hay que respetarla”, agregó, y también opinó sobre el borrador de Suárez: “tiene ataques a algunas modalidades escolares pero además no está acorde a la ley Nacional. Hay que analizarlo desde las escuelas y dialogarlo junto a los docentes. Esta ley de Educación debe garantizar para su debate jornadas institucionales”, sugirió.
Esa propuesta es salir de la estrategia planteada por la DGE, de debatir en Congreso Pedagógico, donde supuestamente se diluiría la influencia sindical, mientras que en las escuelas, se diluiría la influencia de la DGE.
En pie de guerra
Para la gremialista, “garantizar una paritaria es recuperar el diálogo” y si bien marca que “no será sencillo porque el SUTE era el gremio que marcaba la paritaria provincial y ahora somos el único gremio que no parita”.
De esta manera, aclaró que buscarán hacerse fuertes nuevamente en este ámbito y que intentarán abrir las conversaciones con el Poder Ejecutivo desde ahí, pero este diálogo “estará condicionado por los derechos de los trabajadores”. Es decir, paritarias sí, pero siempre “en beneficio de los trabajadores”.
Sobre la dificultad de este objetivo, la directora de la escuela de Guaymallén dijo: “Sabemos que el Gobierno no dialoga, lo hemos comprobado por ejemplo con el calendario escolar”.
Este tema también ha sido eje de discusiones, desde que Thomas anunció que el 21 de febrero arrancarán las clases. “El inicio de clases es una de las preocupaciones más importantes que salió en el ámbito educativo, pero no porque no queramos empezar, sino porque los docentes y celadores concebimos que la calidad educativa no está unida con más días de clases”, consideró.
La justificación a esta hipótesis fue sostener que el 21 de febrero no van a poder tener tantos chicos en las escuelas “porque muchas de sus familias van a estar trabajando, ya sea por la época de la cosecha o viviendo del turismo, todo lo que sabemos que ocurre en Mendoza”.
También consideró que las condiciones de las escuelas no ayudan, y denunció que los establecimientos “no han recibido un fondo especial y están en mal estado; tenemos escuelas sin ventiladores, con baños rotos, con techos caídos, entonces esa realidad de la provincia nos preocupa”.
Por estos motivos se planteará formalmente volver a discutir la fecha de inicio de clases. Hay otros dos argumentos que dio la gremialista. Uno relacionado a la “tradición” de los mendocinos “que no se puede romper y debe ser respetada, como empezar las clases luego de la Vendimia”.
En tanto, el otro es haber tomado una decisión de manera “inconsulta”, ya que afirmó que “no podés sacar un calendario sin siquiera preguntarle a los supervisores. Ese cierre de diálogo significa no reconocer que hay alguien en frente que conoce el sistema educativo”.
Sin datos de asunción
En otro orden de las cosas, aún es una incógnita cuándo asumirá el frente Azul Naranja, que tendrá a Rafael Membrives, titular de la seccional de San Rafael del gremio como secretario general Adjunto; y a Gustavo Correa, secretario general de la CTA de los trabajadores como secretario gremial.
Ante esto, la semana que viene habrá un plenario en la sede del SUTE en la que se analizará la transición entre el actual gobierno, del Frente Unido de Recuperación del SUTE (FURS), a la nueva conducción. Se cree que podría dilatarse hasta el año que viene.
Por último, pero no menos importante, puso en relieve la situación de los salarios de los docentes estatales, sobre quienes dijo que deben recuperar su poder adquisitivo tras las paritarias signadas en la pandemia del coronavirus.
“Somos la única organización social que no perdió el despresigio, porque las familias reconocieron el rol de la escuela y de los docentes. Sin embargo, el Gobernador no nos dio un aumento en 2020. En 2019 el aumento fue a la baja; y el del 2021 fue atado al del 2019, por decreto y con un bono en negro que no es reconocido como aporte. Imaginen la impotencia y bronca que tenemos en las escuelas que no hemos sido reconocidos salarialmente”, culminó.