La provincia deberá pagar 1,4 millones más intereses por una lesión escolar. Es lo que decidió la Suprema Corte en el caso de un adolescente que en mayo de 2016 sufrió un golpe con un borrador de pizarra, que le arrojó un compañero. El lanzamiento fue tan preciso que le provocó un glaucoma post-traumático y debió ser intervenido quirúrgicamente en el ojo izquierdo; aun así le quedaron secuelas incapacitantes permanentes.
El chico era alumno de tercer año de la escuela Miguel Pouget. Según el fallo, durante el recreo el estudiante se encontraba dentro del aula cuando un compañero arrojó el borrador y le pegó en ojo. Entonces fue a lavarse al patio. Al terminar el recreo, cuando la preceptora advirtió que el chico no ingresaba al aula lo fue a buscar. Al encontrarlo le contó del episodio.
La preceptora lo llevó a un baño del secretariado y como la molestia en el ojo no cesaba, se llamó a la madre para que lo retirara del colegio. Cuando fue atendido, recibió el diagnóstico que lo llevó al quirófano.
El Gobierno alegó que no se pudo prever ni evitar que alumnos adolescentes jugaran en horas del recreo con un borrador, eludiendo la vigilancia de la preceptora, por lo que se configuró un caso fortuito.
El de la Corte fue el tercer fallo en esta causa. En primera instancia, la sentencia civil fijó el monto de la indemnización en 1.400.000 pesos. Eso fue hace más de dos años. La Quinta Cámara de Apelaciones ratificó el fallo, a pesar de que el Estado argumentó que el chico tenía afecciones oculares previas, incluida una miopía.
Con el mismo argumento, Fiscalía de Estado recurrió el caso a la Corte: “se acredita que el joven padecía miopía en ambos ojos; la historia clínica del Instituto Zaldívar donde consta que con tan sólo 5 años de edad presentaba miopía y astigmatismo, que en el 2008 sufrió un desgarro en la retina; el informe da cuenta que en el año 2012 el actor tenía degeneraciones periféricas de la retina; en la historia clínica remitida por el Hospital Central donde consta que el actor tiene antecedentes de traumatismo desde los 8 años y que desde ahí refiere lesiones atróficas en retina; el certificado médico que acompaña el propio actor en la demanda que fija una incapacidad del 25%; entre otras. Señala que todos estos elementos debieron ser valorados por el perito y los jueces”.
La Corte señaló que “el hecho que haya tenido -el actor- desde su infancia problema de miopía o algún otro, tales como desprendimiento de retina, no está acreditado que el glaucoma hubiese sido la consecuencia de aquellos según el curso ordinario y normal de las cosas… la miopía que sufría el actor desde su infancia, si bien puede considerarse un factor de riesgo, no resulta determinante del glaucoma que sufrió como consecuencia del golpe recibido en el colegio”.
Con esos argumentos, el supremo Pedro Llorente ratificó los dos fallos anteriores; Julio Gómez y Teresa Day adhirieron ese voto y por unanimidad los miembros de la sala 1 de la Corte condenaron a la provincia a pagar la indemnización de 1.400.000 pesos, pero casi tres años después, por lo que los intereses harán el monto de la condena.