La Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), el Acueducto Ganadero La Paz, la Doble Vía Rivadavia-Junín y el mejoramiento de la Ruta 82 (Panamericana) conformaron un póker de obras que demandaba U$S 130 millones y era financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Hace un año, el ex gobernador Alfredo Cornejo salió a jugar fuerte con este paquete en el último tramo de su gobierno. Hoy, sólo la traza que llega hasta Cacheuta está en ejecución, luego de que la Legislatura decidiera tratar, por pedido del peronismo, a cada una por separado.
El resto de las obras quedaron presas de la negativa del PJ a autorizar los endeudamientos y, tras la pandemia, están sin financiamiento. El acueducto ganadero de La Paz y la doble vía en el Este están dentro del marco de la operatoria de crédito del Programa Federal de Infraestructura Regional (FFFIR), que depende del Ministerio del Interior de la Nación. Desde allí confirmaron a Los Andes que “no tienen autorización de endeudamiento”. Mientras que para el plan de tratamiento de residuos, cuyo crédito del BID recibe la Nación y distribuye a las provincias, la decisión está en manos del ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el camporista Juan Cabandié.
Entre las tres demandan U$S 50 millones que, sumados a los U$S 10 millones con los que el Banco iba a financiar una obra de Irrigación -y después suspendió, ver aparte-, conforman un fondo de U$S 60 millones para infraestructura que Mendoza está perdiendo en un momento donde la economía provincial está con los números en rojo y sin ningún tipo de acceso a financiamiento externo.
El pedregoso camino de este cuarteto de iniciativas tiene varios capítulos con un solo final feliz, el de la Ruta 82, pero en donde se sufrió hasta el final. El principal escollo de estas obras fue la objeción de la oposición, concentrada mayoritariamente en el PJ, porque no compartía la idea de endeudarse en dólares. Eran los últimos meses de Mauricio Macri en la Presidencia y la volatilidad del dólar había hecho estragos en casi todas las actividades económicas. Además, la relación de la oposición con Cornejo era muy ríspida luego de que no le aprobaran el “roll over” en su último presupuesto y se le haya puesto un límite a la reelección de los intendentes, perjudicando a varios peronistas.
Ante la necesidad de contar con los dos tercios de las bancas necesarias para autorizar toma de deuda, empezaron los tires y aflojes. Y todo en el marco del calendario electoral que iba a decidir al sucesor de Cornejo, y también al de Macri.
El PJ finalmente avaló, el 10 de julio de 2019, solo el mejoramiento de la Ruta 82 (U$S 80 millones). Las otras tres pasaron a la cola, al próximo presupuesto que sería el primero de Rodolfo Suárez. Pero en marzo pasado, al filo de la pandemia, tampoco consiguieron la autorización opositora.
Sin financiamiento
Mario Isgró, ministro de Planificación e Infraestructura, confirmó a Los Andes que “los fondos ya se perdieron” para la doble vía Rivadavia-Junín. “El FFFIR ya avisó que no están disponibles unos días después del inicio de la pandemia”, agregó.
“La doble vía es un corredor productivo muy importante porque es interdepartamental y ayuda a ser más eficiente el transporte de todo lo que se produce en el área. Eso está con proyecto ejecutivo, está licitable. Hay que buscarle financiamiento de otro organismo multilateral porque es una obra que genera mucho empleo”, sostuvo el funcionario.
Con una longitud de 8 kilómetros el monto de la obra a solicitar era de U$S 12.895.525.
En cuanto al acueducto ganadero en La Paz, zona con cría bovina como actividad económica fuerte, se iban a solicitar U$S 11.468.441 millones y beneficiaría a 376.400 hectáreas con una extensión de 483 kilómetros de cañerías.
El tercer proyecto, el Girsu, es del que más se habló porque es el más grande e involucra a varios departamentos del Gran Mendoza y el Valle de Uco. Planificado en Capdevila (Las Heras), el objetivo es tratar la basura que se produce en el Área Metropolitana. La obra implica U$S 25 millones, de los cuales 20 millones serán destinados al tratamiento de residuos en Las Heras y los 5 millones restantes al Valle de Uco.
Desde la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial indicaron que el cambio de gobierno modificó el destinatario de la decisión de ejecutar la obra. Durante la gestión de Cornejo en la Provincia y con Macri en la Nación, la Casa Rosada había dispuesto que el endeudamiento lo tomaran las provincias para bajar el déficit fiscal de este tipo de préstamos, por eso se necesitaba el aval de la Legislatura.
Pero con Alberto Fernández en la gestión nacional, se decidió tomar los endeudamientos a cuenta de la Nación para que las provincias no se sigan endeudando. Por eso es Cabanbié quien tiene en su escritorio la decisión sobre el Girsu.
“A principios de la nueva gestión, Humberto (Mingorance) en la primera reunión que tiene con Cabandié, le plantea la necesidad de movilizar el tema Girsu porque tenemos el proyecto ejecutivo listo, mañana nos llega la plata y estamos licitando”, indicaron desde la Secretaría.
En octubre del año pasado, con Suárez ya electo como sucesor de Cornejo, se reflotó el tratamiento del proyecto pero no se avanzó. Incluso el peronismo cuestionó también el diseño porque lo consideró “obsoleto” y pidió incluirlo en el Presupuesto 2020. El oficialismo aceptó y el final ya es conocido: ni roll-over ni endeudamiento para obras, por lo tanto, la ejecución de las tres quedó trunca.
“Cabandié dijo que iban a analizar proyecto por proyecto, de todos los que tienen en endeudamiento, pero al depender del dinero de Nación la decisión es de ellos. En estos meses, pese a que hemos insistido, no tuvimos más una respuesta de Nación”, afirmaron desde la cartera que dirige Mingorance.
Marcha atrás con La Horqueta
En junio el BID quitó el financiamiento para la construcción del acueducto Monte Comán – La Horqueta en San Rafael, por detectar irregularidades en el proceso licitatorio, por lo que la obra pareciera esfumarse.
Ante esta situación, el presidente del bloque de Diputados del Frente de Todos, Germán Gómez, solicitó informes a Irrigación por la caída del financiamiento de un proyecto que afecta a “la economía regional, como al sueño de productores ganaderos en dar un mayor impulso a su actividad y con ello la creación de nuevos puestos de trabajo”.
La obra había sido preadjudicada a la UTE Ceosa-Obras Andinas, pero hubo denuncias de otras empresas que presentaron ofertas más baratas y finalmente el BID prefirió retirar el crédito para evitar el escándalo.