La vicepresidenta Victoria Villarruel se reunió este lunes en el Vaticano con el papa Francisco en una charla de una hora muy cordial, con algo de humor y temáticas variadas sobre la situación de Argentina.
“Fue una charla larga en un clima muy cordial, se habló de los problemas del país y el Papa escuchó atentamente los diversos temas que ella le planteó”, dijeron fuentes del Vaticano al diario La Nación.
“La conversación giró sobre varios temas y, el que como es habitual de su parte, su Santidad manifestó su interés por la situación de nuestro país. Francisco se mostró contento con el encuentro y agradecido con la visita y el presente que Villarruel le llevó especialmente desde la Argentina: una estatua de un caballo con su potrillo. Además, ella le obsequió un dulce español y él le entregó un Rosario bendecido junto a otros presentes”, señalaron.
Villarruel culminó en el Vaticano su primera gira europea, en la que ya había estado en España con el rey Felipe, su par del Senado y referentes del partido de ultraderecha Vox. La vice se convirtió en la segunda mujer del gobierno de Milei que el Papa recibe en un mes. Hace unas semanas había sido la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, pero no hubo foto.
En el video que compartió en X, se aprecia parte del buen diálogo entre Bergoglio y Villarruel, toda vestida de negro, en la Biblioteca del Palacio Apostólico. “Buen día, señora, ¿cómo está? Un gusto verla”, la recibió el Papa, que después de darle un beso de bienvenida y estrecharle la mano, ostentó su habitual humor porteño. “Todavía vivo”, le dijo, cuando ella le preguntó cómo estaba y le retrucó con una pregunta pícara: “¿y usted sobrevive?”.
En la charla del Papa y Villarruel se habló de la causa Malvinas y se deslizó el tema de las heridas abiertas de los años 70. Ambos coincidieron en la necesidad de unión de los argentinos. Además, compartieron posturas sobre la situación de los niños y los ancianos en el país. “Es natural, unos son el futuro y otros la reserva de sabiduría”.
El Papa apeló mucho a la necesidad de recuperar la dignidad.
Francisco se interesó también por el trabajo de Villarruel en el Senado. Ella le habló de los esfuerzos en la búsqueda de consenso a partir de ser una pequeña minoría en ese cuerpo, hablar con todos los espacios en la tarea de tender puentes pese a todas las diferencias.
Para el cierre, el Sumo Pontífice le pidió a Villarruel que leyera en voz alta una oración de Santo Tomás Moro que habla de la alegría. “Me conmovió, me dijo que no perdiera yo la alegría, que no perdiera el sentido del humor”.
En X, Villarruel se refirió a su look total black y explicó ante las críticas: “Las mujeres debemos vestir de negro. Hoy la mantilla es optativa en el protocolo, pero la que usé era de mi abuela y me hacía ilusión poder usarla”.
El encuentro entre el Papa y Villarruel se dio después de las críticas de Bergoglio al protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich en la marcha de los jubilados, cuando una nena terminó rociada con gas pimienta.