Alejandro Verón, un aliado de larga data de Alfredo Cornejo, de anterior paso por la Subsecretaría de Desarrollo Social, saltó al cargo de director de Derechos Humanos de la provincia. La novedad se confirmó esta semana y dejó a la vista que el Gobierno provincial acoge funcionarios muy diversos en su seno.
Verón pertenece a la agrupación Libres del Sur, un partido que integra Cambia Mendoza desde hace muchos años. Estuvo al frente de la asistencia social en las dos anteriores gestiones radicales, pero ahora remplazará en Derechos Humanos a Luz Faingold, quien dejó el puesto en marzo. Esta dirección, de una importancia más simbólica que operativa, funciona dentro del Ministerio de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial.
No es el único socio político del radicalismo que recaló en la cartera que conduce Natalio Mema. El primero en hacerlo fue el principal referente de Libres en Mendoza, Ernesto Mancinelli, quien tras ocupar una banca de la Legislatura, se convirtió en director general de Desarrollo Comunitario y jefe en la gestión de Verón.
Mancinelli absorbió varias de las tareas que antes tenía Verón, en especial el reparto de ayuda social. Pero al parecer se ocupa de varias cuestiones más, ya que en el organigrama de su dirección hay cuatro áreas: Derechos Humanos, Género y Diversidad, Contingencias y Economía Social.
Según muestran sus redes sociales, el nuevo rol como funcionario de Verón se vincula, entre otras cosas, al combate contra la trata de personas, una problemática que quedó en el tope de la agenda con el caso Loan. Pero fuera de los papeles, la gente de Libres del Sur viene cumpliendo para el oficialismo provincial, desde hace años, un rol importante en las logísticas electorales. O sea, consigue y asegura votos para Cambia Mendoza en el territorio.
El vínculo político del cornejismo con Libres del Sur es sólido y antiguo. Nació, precisamente, en Godoy Cruz. De hecho, Silvina Anfuso, pareja de Verón, actualmente es concejal de Cambia Mendoza en ese departamento y fue funcionaria provincial también.
El partido de Mancinelli ha estado ligado siempre a la UCR a través de Cornejo, pero no a Juntos por el Cambio. En el plano nacional, esta fuerza de izquierda enfrentó a Mauricio Macri cuando era Presidente y, ahora, a contramano del propio gobernador, cuestiona las políticas de Javier Milei.
Las críticas de Libres a Milei, con quien Cornejo tiene una muy buena relación, suelen ser furibundas. “Milei dice que reestructura el Estado pero miente, solo está desmantelando las políticas públicas que garantizan derechos. Mientras buscamos a Loan, echan a las trabajadoras del Programa de lucha contra la Trata”, escribió en sus redes hace pocos días Anfuso. “Eliminarle los impuestos a los ricos significaría perder 0,61% del PBI, sin embargo el gobierno de Milei considera un gasto inaceptable aumentar las jubilaciones, que implicaría el 0,4% del PBI. Cada vez está más claro que Milei gobierna para los ricos”, señaló en otro posteo del 26 de junio pasado.
Los detractores del radicalismo han usado la participación de Libres del Sur en Cambia Mendoza para cuestionar la coherencia política del oficialismo local. Omar de Marchi, por ejemplo, tilda a sus dirigentes de “kirchneristas”, a pesar de que el partido de izquierda se separó de los K en 2008 y no tiene ningún vínculo actual con ese sector. Lo cierto es que, a pesar de las críticas, la alianza local de Libres con la UCR sigue firme y el desembarco de Verón en el Ministerio de Gobierno (uno de más utilizados para “pagar” lealtades políticas) lo acaba de confirmar.
El frente oficialista es, en efecto, amplio y desprejuiciado en lo ideológico. Lo fue desde sus orígenes, en 2015, cuando Cornejo juntó todo lo que había, por izquierda y por derecha, para derrotar el peronismo. Le fue bien.
Libres del Sur no intervino en las diásporas que hubo desde entonces en CM y que alejaron a varios sellos del cornejismo. Y por ello Cambia Mendoza todavía conserva esa diversidad. La prueba esta en el propio Ministerio de Gobierno, donde junto al izquierdista Verón, trabaja un dirigente de derecha que es explícito militante de Milei.
Se trata de José María Videla Sáenz, quien también viene de una banca de la Legislatura. Ocupa el puesto de subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Gobierno, que es más importante según el organigrama, aunque sorprendentemente no tiene ninguna dirección a su cargo. Esta semana la televisión lo captó marcando presencia frente a la Casa de Tucumán, en la fría madrugada en la que Milei consiguió que se firmara el Pacto de Mayo.
Videla Sáenz fue durante años mano derecha del fallecido dirigente del CEC Guillermo Pereyra, un peronista que también logró su espacio en Cambia Mendoza. Suscribe al Partido Renovador Federal, que hasta 2015 fue parte del massismo, pero luego tuvo caminos diversos.
Al igual que Verón, Videla Sáenz apoyó siempre a Cornejo a nivel provincial, pero tuvo que disimular su costado libertario en la última campaña electoral nacional, para evitar una colisión con los candidatos presidenciales de Juntos por el Cambio.
¿Cómo manejarán en el gobierno los funcionarios Videla Sáenz, Mancinelli y Verón sus contrapuntos ideológicos? Este contraste recuerda experiencias similares, que resultaron mal. Durante el gobierno del peronista Celso Jaque, el área de Derechos Humanos era controlada por el kirchnerismo y la de Seguridad había sido cedida al Partido Demócrata. Hubo enfrentamientos, denuncias cruzadas y al final terminaron renunciando todos, lo que provocó una crisis.
Hoy la convivencia de los distintos es más mucho más cercana, ya que están en el mismo ministerio. Pero los nuevos actores tienen menos peso político, Cornejo los contiene y seguramente todos cuidan el cargo.