El radicalismo mendocino salió a cuestionar el proyecto que impulsa la senadora Anabel Fernández Sagasti en el Congreso, para apartar jueces que dicten sentencias sin perspectiva de género. La iniciativa logró dictamen favorable ayer en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales que encabeza el kirchnerista Oscar Parrilli.
Esta mañana hubo el primer rebote y fue parte de la presidenta provisional del Senado provincial, Natacha Eisenchlas, quien denunció que el proyecto “esconde” en su mención de “discursos de odio” en el texto, la búsqueda de protección para la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“Otra vez los discursos de odio. El proyecto del kirchnerismo mendocino sobre la recusación de jueces es un disfraz que esconde la misma intención de siempre: controlar a la justicia y blindar a su jefa. ¿Quién y cómo se determina esta categoría?. Es grave, cada vez más indefensos”, denunció a través de su cuenta de Twitter.
El peronismo no se quedó callado y fue la senadora provincial Cecilia Juri quien recogió el guante y le respondió a Eisenchlas: “Bregar x el acceso a la justicia en condiciones de igualdad y con seguridad para todas; mujeres, adultas mayores, niñas y diversidades; eso busca el proyecto. Qué pena que su enojo no le permita ver la importancia de avanzar en garantizar la justicia con perspectiva de género”.
El proyecto que recibió dictamen establece que el juez deberá inhibirse o podrá ser recusado del caso “si manifiesta judicial o extrajudicialmente una posición contraria a la perspectiva de géneros, hostilidad hacia las mujeres y población LGBTIQ+, utiliza discursos de odio, o no respeta y hace respetar la ley de identidad de género”.
Para eso, la iniciativa modifica el Código Procesal Penal de la Nación, el Código Procesal Penal Federal y la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
Además, incorpora para las mujeres y diversidades el derecho “a ser juzgadas con perspectiva de género y sin discriminación, contando con juzgadores y juzgadoras imparciales”.
Durante el breve debate que se dio ayer, Fernández Sagasti rechazó de plano que el proyecto esté vinculado a “la agenda judicial de Cristina Kirchner”, como desconfía la oposición. “Reducir este flagelo a esa chicana sin valores ni ética me parece aberrante”, sentenció la senadora.
La camporista sostuvo que “si un juez no incorpora las perspectiva de género, no está impartiendo justicia”, y señaló que el proyecto “no es la solución al Poder Judicial patriarcal, pero sí una forma de sentirnos más protegidas y hacer efectiva la garantía de imparcialidad”.
Sagasti calificó al Poder Judicial como “viciado, corporativo, elitista, misógino y patriarcal”, tras lo cual citó una serie de fallos que no aplicaron la perspectiva de género.
Entre ellos, recordó cuando el tribunal integrado por el actual ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza José Valerio absolvió al asesino del comunicador homosexual Alejo Hunau, en un fallo donde se habló de “desviada sexualidad”.
También apuntó contra los jueces del Tribunal Oral Criminal Nro. 1 de Mar del Plata que absolvieron a los acusados del abuso sexual y femicidio de Lucía Pérez, cometido en 2016 en la ciudad balnearia.
Por su parte, la senadora Juliana Di Tullio advirtió que “el único poder que no se ha modificado en su matriz en estos casi 40 años de recuperación democrática es el Poder Judicial”, y agregó: “Los países que han bajado sustancialmente los femicidios fueron los que aceleraron los cambios judiciales y sus sentencias”.