Mendoza se acerca a la realización de la Fiesta Nacional de la Vendimia, el evento más importante del año en términos no sólo cultural, sino también político, en medio de una relación prácticamente cortada con el Partido Justicialista, tanto a nivel local como nacional.
Si bien para este año no está prevista la visita del presidente, Alberto Fernández, se aguardan llegadas de algunos ministros y miembros de su gabinete en un contexto en el que podría haber anuncios, sobre todo para el sector vitivinícola.
No obstante, el problema más grande para este encuentro en época vendimial es que aún no ha sido contestado el pedido de audiencia por el tema Portezuelo del Viento que hizo el gobernador Rodolfo Suárez.
Suárez transitará una Fiesta en medio de una serie de enfrentamientos y de un gran distanciamiento con el Frente de Todos mendocino, que ha enfatizado y visibilizado en las últimas semanas sus diferencias con la gestión del radical; así como también hay un ya largo camino de desencuentros con Nación por diferencias políticas y también en cuanto al reparto de recursos.
En términos locales, si bien es cierto que el apoyo peronista a la obra Portezuelo del Viento en la reunión entre dirigentes de ambos frentes en Casa de Gobierno -que contó con la participación de la principal referente del partido, Anabel Fernández Sagasti - morigeró en cierta medida la distancia entre los partidos, hay varios temas que han surgido en las últimas semanas -y otros que se mantienen en el tiempo – que clarifican a la idea de que hay más disidencias que puntos en común y que el diálogo está cortado entre las partes.
Durante estos dos primeros meses del año, el peronismo ha mantenido varios flancos abiertos de críticas, entre las que se destacan la cuestionada asignación de 12.600 hectáreas de terrenos en Malargüe a la empresa El Azufre para la creación de un centro de esquí; la decisión de no participar por tiempo indeterminado en las sesiones de acuerdos del Senado para designar magistrados tras denunciar que el radicalismo “cooptó” la Justicia; así como además los cuestionamientos al accionar del ex jefe de la Policía, Roberto Munives, ampliados a la cúpula del ministerio de Seguridad, que incluyen a Raúl Levrino y al sucesor del comisario, Marcelo Calipo.
También hay que sumar que este jueves, luego de la fuertísima tormenta granicera, Fernández Sagasti acusó al Gobierno de tener “falta de reacción” en los temas importantes, en referencia a la infraestructura escolar por los daños que se produjeron en los establecimientos, una “ineficacia” de la lucha antigranizo y también “desinversión en áreas estratégicas”.
En tanto, si bien no se trata del partido político, un gremio como el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), con la flamante conducción de un sector kirchnerista -con Carina Sedano y Gustavo Correa como principales figuras - es el que está liderando en la actualidad la resistencia a la oferta salarial realizada por el Gobierno a los trabajadores estatales para este 2022, y planean medidas para manifestar su inconformismo en los eventos de la Fiesta Nacional, como bien podría ser el Carrusel Vendimial, el próximo sábado por la mañana.
Todo sigue igual
En el oficialismo sostuvieron que la relación con el principal frente opositor sigue “igual que siempre” en términos negativos, y manifestaron que no hay algún tipo de sorpresa de acuerdo a los enfrentamientos discursivos que se han mantenido y que se suman día a día.
La misma impresión tienen en el peronismo, cuyos dirigentes aseguran incluso que “no hay un vínculo permanente ni institucional”, y que el diálogo aparece en determinadas ocasiones y temas particulares, como puede ser el propio tema de Portezuelo del Viento o la discusión actual de la Boleta Única, actualmente en comisiones del Senado.
Para el Gobierno, el peronismo busca “constantemente” obstruir cualquier tipo de propuesta o idea del Ejecutivo, y dice que esto es parte de una “estrategia para posicionarse políticamente”. Ponen el ejemplo del proyecto El Azufre, en el cual acusa al peronismo de realizar denuncias “infundadas”.
“Hemos realizado los pasos legales, inclusive tenemos el dictamen positivo de Fiscalía de Estado. El PJ habla por hablar”, consideraron en el oficialismo. Desde el PJ, por su parte, no paran de decir que la asignación precaria de 12 mil hectáreas en Malargüe para que un privado desarrolle un centro de esquí es un “negociado” que está “plagado de irregularidades” y que organismos nacionales ya pidieron la marcha atrás a la asignación de terrenos.
Por otro lado, tanto del Ejecutivo como del peronismo reconocieron que hubo un avance en las relaciones en lo que fue el apoyo de todo el arco peronista al tema Portezuelo del Viento, pero en el oficialismo agregaron que “una semana después salieron con el tema de que no votarán a los magistrados en el Senado”, lo que obviamente hizo retroceder el vínculo.
Fuentes del PJ consultadas por Los Andes, reconocen que hay una suerte de “puesta en escena” de ambos frentes sobre Portezuelo. “Ni el radicalismo quiere al cien por ciento la obra, por eso no la impulsan con toda la fuerza; ni el PJ se involucra mucho en las gestiones nacionales”, aseguran.
En tanto, sobre el tema de los magistrados y la no participación de la oposición en el Senado para elegir los pliegos, la UCR acusa al PJ de realizar una “estrategia vacía de sentido”, ya que manifiestan que ellos no redactaron la forma de elección de los mismos, y que si el problema es la mayoría en el Senado, “es lo que el pueblo ha elegido en las últimas elecciones. Es un capricho no votar pliegos solo porque no pueden elegir quién debería ser”.
Por su lado, la respuesta opositora es que “antes de los últimos gobiernos radicales, habían discusiones y acuerdos antes de las votaciones de pliegos. Eso se perdió”.
De igual manera ocurre con la posición del SUTE y su postura de mayor enfrentamiento al Gobierno, aunque el radicalismo no hace distinciones de acuerdo a lo que fue la anterior gestión del sindicato. “Tanto la Izquierda como ahora el kirchnerismo se han mostrado reacios y más combativos”, acotaron, aunque igual dejaron la opción abierta a poder acercar posiciones entre las partes.
Lo cierto es que el diálogo está cortado y así se presenta la previa de todos los eventos políticos de la Fiesta de la Vendimia. ¿Hay algún horizonte de acercamiento? Por el momento no, reconocieron y zanjaron ante Los Andes los principales dirigentes de ambos partidos políticos.
Participación nacional
En términos nacionales, es un hecho que la relación con el gobierno de Alberto Fernández no es la mejor desde hace tiempo. No obstante, tampoco ha mejorado, ya que en Mendoza califican como una suerte de “destrato” que desde Presidencia no hayan ni siquiera contestado el pedido de audiencia que solicitó días atrás el Gobernador para dialogar sobre el tema Portezuelo del Viento. “Al menos que nos respondan y digan que el Presidente no puede porque está ocupado, pero no hemos tenido ni una respuesta a la solicitud”, dijeron.
Polémica al margen, para este fin de semana están previstas las visitas de funcionarios tales como los ministros de Agricultura (Julián Domínguez) y Turismo (Matías Lammens); la secretaria de Provincias del ministerio del Interior, Silvina Batakis; y el presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker.
Por su lado, también participarán las figuras principales del oficialismo.
También asistirán el gobernador de Jujuy y presidente de la UCR nacional, Gerardo Morales; y su par peronista de Misiones, Oscar Herrera Aguad.
Desde Juntos por el Cambio también se ha anunciado que vendrán funcionarios como Fernán Quirós (ministro de Salud de la Capital Federal); y legisladores como Facundo Manes, Mario Negri y Gerardo Milman, entre otros.