El periodista Jorge Lanata le contestó al ministro de Relaciones de Exteriores y Culto, Santiago Cafiero, quien lo había llamado “dickhead” (cabeza de p...) en una entrevista radial del viernes por la mañana para María O’Donnell en Urbana Play.
Durante el pase con Eduardo Feinmann en radio Mitre, Jorge Lanata declaró irónico sobre el canciller: “Fue elegante y a la altura de su cargo la respuesta, no le importó nada, mirá cómo respondió”.
“En off la Cancillería dice que nosotros le hicimos bullying”, reveló.
“No podés estar en un lugar donde no estás a la altura de la circunstancia, porque nos estás representando a todos, y es una vergüenza”, respondió Lanata a Cafiero.
El cruce inició cuando el conductor de “PPT” criticó el fallido discurso en inglés de Cafiero en su gira por Medio Oriente, calificándolo de “vergonzoso”.
Entonces, el funcionario de Alberto Fernández se mostró ofendido e insultó de manera vulgar a Lanata en una entrevista radial. Curiosamente, lo hizo en inglés.
“Lanata dijo estupideces sobre mí ayer. Y no me importa. Yo creo que Lanata es un estúpido”, aseveró el ministro de Relaciones Exteriores.
Y justificó: “Igual, no creo que le importe lo que yo piense. Aparte, si estás en otra lengua viste que todo se permite”.
“Yo tenía un discurso que estaba en español y cuándo llegué ahí no había traducción simultánea, entonces lo hice en inglés porque era parte de mostrarse humilde y de alguna manera, mostrarse también como parte de lo que es la misión diplomática nuestra, que no es agradarle a la pronunciación de quienes quebraron el país”, añadió Cafiero sobre su dudoso inglés.
“I think Lanata is a dickhead (cabeza de p...)”, afirmó Cafiero, ante la sorpresa de O’Donnell y su equipo periodístico.
Fopea repudió el ataque vulgar de Cafiero a Lanata
Tras el cruce, el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) repudió el insulto del canciller Santiago Cafiero dirigido al comunicador Jorge Lanata y se solidarizó.
“Fopea entiende que el periodismo está expuesto a las críticas y que debe someterse a la interpelación constante para elevar la calidad del trabajo profesional. Sin embargo, esa discrepancia o malestar por una opinión no puede ser reducida a insultos y agravios personales”, consideró.
“Mucho menos, cuando se trata de funcionarios públicos. Son ellos quienes deben dar el ejemplo de respeto hacia la libertad de expresión”, indicó Fopea.
