Hoy a las 10 de la mañana el Presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, mantendrán una reunión en la Quinta de Olivos, a los fines de acercar posiciones frente a las nuevas restricciones dictadas por el Gobierno nacional.
La diferencia principal entre ambos mandatarios se refiere a la suspensión de las clases presenciales para todo el AMBA hasta fin de mes. El jefe de gobierno porteño anunció que recurrirá a la Corte para que las aulas se mantengan abiertas.
Axel Kicillof se alineó con la Casa Rosada: “Alberto ha decidido tomar medidas duras asesorado por los más prestigiosos expertos de la Argentina”, dijo.
“Estamos completamente en desacuerdo con la decisión de suspender las clases por dos semanas. Las devastadoras consecuencias de tener las escuelas cerradas hicieron que quince mil chicos abandonaran o estén en riesgo de abandono. Un 25 por ciento más que en la pandemia”, dijo ayer Rodríguez Larreta. Anunció que su gobierno presentará un amparo ante la Corte Suprema de Justicia y avisó que “el lunes las aulas estarán abiertas”. También dijo no haber sido consultado por el Gobierno nacional, y alertó ante una eventual militarización de las calles porteñas.
Poco después, el vicejefe Diego Santilli llamó a Julio Vitobello, secretario general de la Presidencia y acordaron el encuentro de hoy.
La suspensión de la presencialidad escolar se volvió el nuevo eje de disputa política entre el Gobierno y Juntos por el Cambio. “La improvisación e ineptitud, también en el manejo de la pandemia, han generado angustia y enojo en los argentinos. No hay dudas de que las escuelas deben seguir abiertas. Mi apoyo a la Ciudad para que actúe haciendo respetar su Constitución y autonomía”, dijo Mauricio Macri, en solidaridad con Rodríguez Larreta.
El expresidente traspasó el distrito porteño y dejó otro mensaje, esta vez para los bonaerenses. El AMBA, después de todo, es un área compartida por los porteños y 40 distritos de la Provincia de Buenos Aires. “Los intendentes de PBA tienen la oportunidad de imponer su liderazgo para que las pocas escuelas que están abiertas continúen así. Es fundamental preservar el vínculo entre los alumnos y la escuela y no apoyar fallidas decisiones, improvisadas, basadas en la intuición o el miedo”, publicó Macri en Twitter.
El anuncio de la suspensión de las clases presenciales hasta fin de mes de parte del Presidente, tomó por sorpresa al propio oficialismo. Horas antes del mensaje de Alberto Fernández, el ministro de Educación, Nicolás Trotta y los ministros de Educación de todas las provincias habían acordado mantener las presencialidad en las aulas.
“Yo mismo tuve discusiones dentro de mi equipo porque el ministro de Educación quería tratar de insistir un poco más con las clases presenciales”, reconoció Fernández, entrevistado en Radio 10.
Hubo rumores de renuncia. Distintas versiones coinciden en que el ministro fue convencido por el Presidente de no dejar el Gabinete. “La escuela es un espacio seguro y un espacio socialmente central en este momento; con protocolo es de bajo riesgo”, había dicho Trotta en la mañana del miércoles.
Ayer, la ministra de Salud, Carla Vizotti, dijo que “si bien el aula, se viene estudiando, no es la principal fuente de contagio, todo lo que se genera alrededor de las clases, como la circulación, es lo que se ha tenido en cuenta y se ha ponderado en relación a tomar esta medida”, explicó.
La controversia también tuvo su eco legislativo. Los diputados nacionales de Juntos por el Cambio presentaron proyecto contra “el avasallamiento a la autonomía de la Ciudad”. “Implementó una virtual intervención de la Ciudad”, apuntaron. Y los legisladores locales del Frente de Todos, replicaron con un comunicado. Dijeron que Rodríguez Larreta “parece estar más preocupado por su campaña presidencial de 2023 que por cuidar la vida de los porteños”.
Axel Kicillof salió en abierta defensa de las medidas de Fernández: “la decisión de Alberto” tiene “sustento científico”.
Kicillof dijo que Rodríguez Larreta y sus asesores negaban “el tsunami” que se venía, expresión usada por el bonaerense hace una semana. “Esto dura dos semanas y baja, como en enero”, decían. Pero estamos en una ola que sigue creciendo: el 29 de marzo, el récord fue de 14 mil contagios; el 6 de abril fue de 21 mil. Unos 14 mil casos fue el récord de la primera ola. El epicentro de esta segunda ola es la Ciudad de Buenos Aires y se extiende a la Provincia y luego al interior del país”, explicó Kicillof.