En el marco de una fuerte reestructuración de personal que lleva adelante el intendente Francisco Lo Presti en la Municipalidad de Las Heras, que incluyó hasta el momento 850 contratos finalizados y 226 empleados de planta permanente sumariados por no presentarse a trabajar, también se reordena la “tropa” en aquellos sectores que no se necesita gente.
El municipio fue uno de los pocos que rápidamente respondió al pedido público de la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus, en busca de más compromiso con la seguridad por parte de los intendentes y la puesta en valor de la figura del preventor como “primer anillo de contención”. Vale decir que, junto a Capital y Maipú, son los únicos tres que tienen en el Gran Mendoza un cuerpo conformado como tal.
Entonces, en busca de fortalecer a la Guardia Urbana Municipal (GUM) pero a la vez, evitar contratar más empleados, dónde radica la principal crítica de aquellos que se resisten a hacerlo, Lo Presti decidió nutrirla con personal que cumplía otras funciones en el municipio y ya no se los requería en esas dependencias.
Según explicó a Los Andes el secretario de Seguridad Ciudadana del municipio, Fabián “Oso” Tello, se han incorporado en el mes de enero cerca de 40 trabajadores de planta permanente que llegaron de distintas áreas. El objetivo es que, a fin de año sean al menos 90 los que se sumen en total, para alcanzar una nómina de 200 preventores junto a los 110 que ya trabajaban desde la gestión anterior.
“Hay áreas en que cada director observa que son 15 los empleados y sí con 10 funciona, hay 5 que se deben reordenar en diferentes áreas. Es gente de planta”, indicó y comentó que estos empleados ya han recibido charlas para capacitarse en la prevención en la vía pública. Además, cada ingresante cuenta con la tutela de un preventor consolidado para guiarlo en la labor.
Desde la comuna explican que el personal municipal que se incorpore a la GUM está pasando por un proceso de “evaluación según perfil” y disponibilidad horaria con la que cuente, ya que son horarios full time y rotativos. Por lo cual se estima que luego serán entre 20 y 30 agentes los que pasen definitivamente al área en marzo si cumplen con los requisitos, explicaron.
Mientras que aquellos que no lo logren, serán reubicados en otros sectores del municipio, aclararon para despejar dudas sobre posibles despidos. Vale decir que el cambio de hábito, porque son tres horarios de 8 horas con turnos nocturnos incluido, termina siendo un límite para varios.
“Han recibido charlas y capacitaciones para cumplir con el régimen de GUM. Durante un periodo de tres meses serán evaluados para cumplir la función”, aseguró Tello.
El funcionario también anticipó que inició gestiones con el Ministerio de Seguridad y Justicia en busca de profesionalizar a todo su personal, mediante cursos en el Instituto Universitario de Seguridad Pública (IUSP). Por el momento se han dado “conversaciones preliminares” respondieron ante la consulta de este medio desde la cartera que conduce Rus y se está trabajando en un convenio para poder lograrlo, pero resta definir detalles.
“Buscamos que todo el personal pueda recibir cursos especiales para profesionalizarse. El preventor, por más que no sea policía, debe intervenir en situaciones extremas como accidentes viales o de violencia”, sostiene Tello.
Aunque también, destacó que se trata de “una de las caras visibles del municipio, porque es al primero que recurre el vecino en la calle y ese contacto es el que más se trabaja”.
Por otro lado, apuntan a fortalecer la GUM también con más movilidades. Según confirmaron, la próxima semana saldrá un llamado a licitación pública para comprar 25 móviles equipados para el patrullaje municipal, que tendrán una inversión de $425 millones aproximadamente.
“El intendente se ha involucrado en la Seguridad, creando la subsecretaría y tenemos el apoyo del ministerio. Por lo tanto, estos avances van en ese sentido”, consideró el secretario municipal. Y aseguró que, con el personal a prueba en la GUM, “ya se está viendo más presencia en las calles”.
Polémicas con intendentes
La ministra Rus inició su gestión con un llamado a los intendentes del Gran Mendoza a comprometerse con la seguridad. “Miran para otro lado”, se quejó en entrevista con Los Andes, y sumó después la invitación a “trabajar en equipo”. En ese marco, las reuniones ya se están llevando adelante, por separado con cada jefe comunal, trascendió desde el ministerio.
La observación de Rus sobre el compromiso de los caciques, se debe a que solo tres departamentos de los seis del Gran Mendoza tienen cuerpos de preventores y la ministra destacó puntualmente el trabajo de Capital, dejando al margen a Maipú y Las Heras.
Entonces desde el entorno del maipucino Matías Stevanato lo interpretaron como “no asumir las responsabilidades propias de gestión que tiene el Ministerio de Seguridad”, mientras que el lasherino Francisco Lo Presti se puso a disposición a “involucrarse fuertemente en el tema de seguridad, articulando y generando la sinergia de trabajo necesaria con la Policía de Mendoza”.
En tanto que el intendente de Godoy Cruz, del mismo color político que Rus, descartó la exigencia. Diego Costarelli respondió en una nota con Los Andes: “Estoy dispuesto a colaborar y trabajar en forma conjunta pero no para agrandar el gasto municipal”. Desde la Municipalidad de Luján opinaron de forma similar, porque “la tendencia es a achicar el Estado”, dijeron a este medio.
Luego de estas críticas, quién salió a respaldar a Rus fue el intendente de Ciudad, Ulpiano Suárez. “Celebro la iniciativa de la ministra de Seguridad y Justicia Mercedes Rus de convocar a los intendentes en la lucha contra la inseguridad”, publicó en sus redes sociales.
Y agregó: “Es necesario abordar la agenda de la seguridad con una visión metropolitana, porque la inseguridad nos afecta a todos y no distingue límites departamentales. La dinámica del Gran Mendoza requiere de una estrategia común, de que nos involucremos y del trabajo en equipo contra el delito. Allí estaremos a disposición para trabajar”.
Sin embargo, con el paso de los días, las flores de Suárez fueron mutando a reclamos para el ministerio. Primero, lo hizo en relación a los fondos para sostener la seguridad municipal en el marco de una reducción de recursos y luego por el número de efectivos policiales que le faltan a las calles de Capital, que deberían ser 700, aseguró.
Desde el ministerio interpretaron la primera demanda vinculada a la discusión de fondo que está en boga por estos días sobre la coparticipación, mientras que aseguraron que la Ciudad es el departamento al que más policías se destinan de todo el Gran Mendoza, aunque no aclararon el número específico.
