La suba de precios de la energía a nivel internacional se convirtió este año en el “talón de Aquiles” para las reservas del Banco Central debido a la necesidad del país de importar combustibles líquidos y gaseosos, y el Gobierno empezó a notar una descompresión este mes.
En agosto, la importación de combustibles y lubricantes (CyL) aumentó un 68,3% respecto del mismo mes del año pasado, producto de una suba de precios del 74,9% en dólares y una caída en las cantidades del 3,6%.
El Gobierno destinó en agosto 1.336 millones de dólares a la compra de combustibles y lubricantes en el exterior, según el informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) difundido por el Indec.
En los primeros ocho meses del año, el Gobierno nacional destinó 10.423 millones de dólares al pago de combustibles y lubricantes, un 174,8% más que los 3.793 millones del mismo período del año pasado.
Fuentes oficiales estimaron ante la consulta de este medio que las importaciones del último cuatrimestre del año se ubicarían entre los 3.000 y 3.500 millones de dólares, por lo que el total se ubicaría en torno a los 14.500 millones de dólares.
En todo el 2021, la Argentina había importado combustibles y lubricantes por 5.843 millones de dólares. El último año con niveles similares a los actuales fue el 2014, cuando las compras al exterior alcanzaron los 11.343 millones. En 2022 se superará esa marca.
El año pasado, en el último cuatrimestre, el país importó en este rubro por unos 2.050 millones de dólares. Si a eso se le adiciona las subas de precios y la mayor demanda por el crecimiento económico, el récord será superado con holgura.
De confirmarse las importaciones por 14.000 millones de dólares, será la más más alta de la historia en pagos por este rubro, superando al último récord de 12.464 millones de dólares del año 2013.
En este rubro se encuentran las compras de gasoil –para el transporte de carga y pasajeros y para la generación de energía eléctrica-, gas natural licuado; gasolinas, excluidas de aviación; gas natural en estado gaseoso y fueloil. También incluye las compras de electricidad a Uruguay y Paraguay.
El salto interanual en las importaciones de estos productos estuvo dado por un alza del 86,3% en los precios y una suba del 47,5% de incremento en las cantidades.
La mayor parte de las importaciones de combustibles y lubricantes, el 36,8% del total, fueron comprados por Argentina a la unión de países integrada por México, Estados Unidos y Canadá (UMSCA). El 17,2% fue adquirido en Medio Oriente y el 13,6% a los países de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
El 5 de agosto, dos días después de asumir Sergio Massa en el ministerio de Economía, el gobierno publicó el Decreto de Necesidad y Urgencia 462/2022 y firmado por el presidente Alberto Fernández y todo el gabinete nacional para aumentar las exportaciones de gasoil para la generación de electricidad.
Fernández y su Gabinete hicieron una modificación a la ley de Presupuesto que rige en la actualidad, que es la de 2021 ya que no se aprobó en el Congreso la Ley de Presupuesto 2022. Con ello, amplió el cupo de importación de gasoil con exención de los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono (ICL e IDC) para el abastecimiento del mercado interno de generación eléctrica en 1.500.000 metros cúbicos (m3).
Así, el total aprobado para la importación de gasoil y diésel oil para todo el año asciende a 4.000.000 m3. Se trata de gasoil destinado a las plantas de generación térmica para cubrir los picos de consumo durante la época invernal, cuando el país no puede cubrir esa demanda con producción local.
La mayor necesidad de importación de gasoil se debe, según CAMMESA, a la caída en la generación de las cuencas hídricas y el mayor volumen de gas destinado a la demanda prioritaria para calefaccionar los hogares.