La Legislatura mantiene algunas herramientas de la pandemia, principalmente la Cámara de Diputados. Sus 48 representantes pueden hacer uso del Zoom en las sesiones y las comisiones. El Senado, en cambio, había restringido el home office desde el 2021 para sus 38 senadores.
Los sueldos en mano de cada representante del pueblo que puede seguir haciendo “home office” ronda el $1,1 millón en mano (con descuentos incluidos) y no están alcanzados por el Impuesto a las Ganancias dados los cambios dispuestos por la gestión de Alberto Fernández. Tienen secretarios, asesores y también ítem desarraigo para los que viven lejos.
Hay jefes comunales que anunciaron recortes de gastos que “no mueven la aguja” en el presupuesto, pero el gesto de la política a la gente es una demanda. Javier Milei instauró el concepto de la casta e hizo de esos privilegios su caballito de batalla hasta llegar a la Casa Rosada. En la Legislatura, el modo home office quedó en evidencia hace unos días.
Miguel Ronco juró como diputado provincial el pasado 23 de noviembre. A poco de asumir, comunicó que entre el 15 y el 29 de diciembre no estaría en el país por razones particulares. No pidió licencia, sino que se ajustó a reglamento. Los legisladores que viajan al exterior deben informarlo.
El miércoles 20 diciembre, el dirigente radical se conectó al Zoom para participar unos minutos de la sesión que trató, entre otros temas, el desafuero de la diputada lasherina Janina Ortiz. Aunque también había participado de comisiones utilizando la herramienta. Su aparición virtual se vinculó a las fuertes versiones de un viaje al Caribe (que nunca negó ni confirmó) y desde el Frente de Izquierda cargaron contra el dirigente.
El caso de Ronco expuso el trabajo remoto que sigue utilizándose en la Legislatura provincial, sobre todo en la Cámara de Diputados que preside el radical Andrés Lombardi. Desde que se declaró la pandemia, allá por marzo del 2020, el Zoom fue una herramienta fundamental para sesionar y no dejar de prestar el servicio legislativo.
A fines de enero del 2021, después del receso legislativo, se retornó a la presencialidad y con resoluciones similares dispusieron el funcionamiento. El Senado exceptuó a las personas mayores de 60 años y a quienes integraban grupos de riesgo. La Cámara de Diputados decidió “exceptuar de la presencialidad en las actividades legislativas sólo a las diputadas y los diputados, que informen razones fundadas mediante comunicación a la Presidencia de esta Cámara”.
Resultados vs herramientas
En la práctica, la Cámara Baja tiene más flexibilidad en el uso del Zoom. Se ha visto en comisiones y en algunas sesiones. El Senado, tanto con Mario Abed a la cabeza como con Hebe Casado jura que no se permite la virtualidad desde hace tres años, salvo excepciones muy puntuales.
La diferencia entre ambas Cámaras radica en los motivos por los que se mantiene la herramienta virtual y está dada por los resultados. Las sesiones habituales son una vez por semana (martes en el Senado y miércoles en Diputados). Aun así, hay representantes del pueblo que lo hacen en forma remota aunque, aseguran fuentes de la Cámara Baja, son muy pocos por mes.
En el caso de las comisiones, no hay obligación de integrarlas, y es donde más se ve el Zoom porque, consideran en la Cámara que no ha cambiado la calidad del trabajo legislativo. Esto alcanza a diputados y diputadas que representan a departamentos del Gran Mendoza y con distancias relativamente cortas desde su domicilio hasta la Casa de las Leyes. En los casos más alejados, hay ítem desarraigo para compensar esos gastos.
El tratamiento del presupuesto para los distintos períodos de la gestión de Rodolfo Suárez, tanto en el recinto como en las comisiones evidenció a dirigentes del Gran Mendoza usando la plataforma. Algunos diputados y diputadas se retiraban antes de las sesiones y seguían en forma remota desde sus domicilios.
No hay registro del comportamiento en la sesión. Si bien pueden dar inicio en forma presencial, no se sabe quiénes se retiran y siguen virtualmente. No puede precisarse, con datos oficiales, quiénes son los más apegados al home office.
“Hay un mal concepto del legislador y a veces ese mal concepto tiene razones y a veces no. La herramienta virtual se puede usar para cosas buenas y cosas malas. No garantiza la presencialidad mejores resultados ni la virtualidad, mejores resultados. Es una herramienta”, dijo Andrés Lombardi ante la consulta de Los Andes.
El titular de la Cámara Baja aseguró que “en la mayoría de los casos fue bien utilizada y en otros casos no”. Destacó que varios legisladores con inconvenientes de salud pudieron seguir haciendo su trabajo. Igualmente, en noviembre se había decidido ser más restrictivos con el uso.
Sin embargo, evaluaban mantener el Zoom en las comisiones porque “favoreció mucho a la participación”. Indicó, además, que esto no altera el trabajo semanal y permite que otras personas, como asesores, se conecten. Varios diputados oriundos de la zona Este, el Valle de Uco o el Sur provincial, hacen uso de esta opción.
Para los empleados legislativos, la herramienta virtual les ha agilizado el trabajo porque permite correcciones y redacciones como si se trabajara con un archivo compartido. Imploran que si se elimina el Zoom, se les permita a ellos contar con el uso para su trabajo diario, aun conectándose desde la oficinas.
Distintas voces de la Cámara Alta coinciden en que había que explicar por qué se utilizaba y si el domicilio era en el Gran Mendoza, era muy difícil que se autorizara. Y aseguran que la asistencia a las comisiones no varió luego de la pandemia, independientemente de la lejanía que tengan senadores y senadoras con el edificio ubicado en la Peatonal Sarmiento.
Sueldos de siete cifras
Los salarios de legisladores y legisladoras siempre despiertan polémica. De acuerdo a la ley 5811, diputados y senadores cobran una remuneración bruta equivalente al 95% de la que percibe el Gobernador. A esto, hay que aplicar los descuentos habituales y por los cambios en la Ley de Impuesto a las Ganancias, zafaron de la poda salarial.
En la ley, el artículo 26 establece que el cargo de gobernador de Mendoza tiene un salario “equivalente a dos veces la retribución y asignaciones que por todo concepto corresponda al cargo y demás atributos particulares de la clase 013 del Escalafón General”.
Entonces, la paritaria de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) es la que más expectativas genera. Son varios los salarios enganchados a esta clasificación. El gremio que comanda Roberto Macho se aseguró varios aumentos salariales durante todo el año.
“El aumento ha sido entre 125 y un 135% el aumento de la clase 13, desde diciembre del 2022 a diciembre de este 2023″, dijeron desde el gremio y aclararon que según la repartición dónde esté cada empleado con esa clase, puede variar el aumento.
El 2023 había arrancado con 5% a cuenta para enero y otro 5% en febrero. Para marzo se acordó un 10%, 5% en abril y 12% en mayo. En junio se mejoraron algunos porcentajes y terminó ese mes con 10,5 %, 8% en julio, 14% para agosto, 8% para septiembre y también 8% en octubre. La última paritaria cerró con 15% en noviembre y 15% en diciembre. Desde el gremio remarcan que el aumento del Adicional Específico “Administración Central” (cerca del 10%) también impacta en la Clase 13.
Estos aumentos impactan en el salario del Gobernador, y por ende, en el de los legisladores. Así, los salarios que a fines de abril rondaban los $600.000, en noviembre llegaron a $1.100.000 en mano según informaron desde la Cámara de Diputados a Los Andes. El Senado no tenía los datos exactos, pero arrojó un aproximado de $1.200.000. Lo cierto es que no hay diferencias salariales entre ambas Cámaras. El año próximo ya tiene asegurados incrementos de 5,8% en enero, 5,8% en febrero y 5,8% para marzo.
Los 86 legisladores pueden nombrar, en planta transitoria a un secretario y un asesor en cada caso. A su vez, en el caso de los diputados tienen asignado un monto anual para gastos: $1.400.000 para todo el año y eso incluye contratos con un tope máximo (cada uno) de $95.000. El Senado funciona distinto: cada uno plantea las necesidades en la Vicegobernación y era Mario Abed (ahora Hebe Casado) la persona encargada de autorizar el alta de los contratos de locación de servicios.
Hay un ítem desarraigo para quienes provienen de departamentos más alejados. Es el 3,5% ($38.500) de la dieta para legisladores y legisladoras que vivan a más de 100 kilómetros de la Legislatura y hasta 200 kilómetros (zona este y Valle de Uco) y del 5% ($55.000) de la dieta para los radicados a más de 200 kilómetros (zona Sur).
El adicional en sí busca compensar los gastos de traslado y de alojamiento que puede tener un representante, por ejemplo de San Rafael, frente a otro que vive en la Ciudad de Mendoza. Se cobra en su totalidad si la asistencia es perfecta a las sesiones, sino es un proporcional a la cantidad de presentes. La asistencia a las comisiones está fuera de este cálculo.
Antes del receso y luego del escándalo de Ronco, la Cámara de Diputados no sesionó el último miércoles del año. El argumento fue que el Senado tenía sesión especial de Acuerdo para votar el pliego de Tadeo García Zalazar para la DGE. La convocatoria se hizo para las 9.30 y “como no se sabía cuánto iba a demorar” (dijeron desde la Cámara Baja), se decidió no sesionar dado que no podían convocar a un horario específico.