El gobernador Alfredo Cornejo partió de la capital española de Madrid pero aun no desembarca en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí se reunirán esta tarde en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) los mandatarios de Juntos por el Cambio.
Todo indica que será a las 19 y en el ‘miting’ se plantearán opiniones respecto a la Ley Ómnibus que el Gobierno buscará aprobar esta semana. Será, también, una muestra de fuerza, después de haber logrado que la Casa Rosada bajara una serie de reformas planteadas en el megaproyecto a raíz de pedidos de ese grupo de mandatarios.
Habrá una nueva foto con representantes de las 10 provincias que gestionan entre el PRO y el radicalismo, pero con la posibilidad de que se sumen mandatarios del peronismo que apoyan buena parte de las modificaciones a la ley que promovieron los cambiemitas. Entre ellos figuran, por ejemplo, Osvaldo Jaldo, de Tucumán, Raúl Jalil, de Catamarca, y el cordobés Martín Llaryora.
Sin embargo, por las largas horas del vuelo que salió al mediodía de Europa, Cornejo no llegará a la reunión y mandará en su lugar a Lisandro Nieri. El diputado nacional y ex ministro de Hacienda de la provincia será la persona encargada de debatir con el resto la postura con respecto a la Ley Ómnibus.
Por Juntos por el Cambio, en tanto, se espera que estén presentes Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Jorge Macri (CABA), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Valdés (Corrientes), Claudio Poggi (San Luis), Marcelo Orrego (San Juan), Leandro Zdero (Chaco) y Carlos Sadir (Jujuy).
La semana pasada, los gobernadores de la oposición delinearon una serie de seis puntos que estaban incluidos en la ley y que el Gobierno terminó aceptando bajar del proyecto. Pero todavía no habían logrado que se sacara del texto la suba de retenciones y los cambios en jubilaciones, por ejemplo. Finalmente, el viernes, el ministro de Economía Luis Caputo anunció que todo el paquete fiscal del proyecto quedaba afuera, precisamente, a pedido de las provincias.
Esas decisiones fueron el cierre de una semana en la que Javier Milei había prometido en una reunión de Gabinete que iba a dejar “sin un peso” a los gobernadores y en la que el propio Caputo, así lo entienden los mandatarios, los amenazó abiertamente vía Twitter con recortarles partidas presupuestarias en caso de que no le dieran el aval a la norma. En el medio, por supuestamente filtrar información, el Presidente se despachó echando al ministro de Infraestructura Guillermo Ferraro.
El corazón de la reforma incluía cambios en Ganancias, en el sistema de jubilaciones y una suba de retenciones, todos temas sensibles para las provincias que quedaron truncos.
Sobre todo este último punto: para gobernadores como el santafesino radical Maximiliano Pullaro o el cordobés moderado Martín Llaryora era indigerible un aumento en los impuestos al campo y a las industrias de sus provincias.
En cuanto a Ganancias, si bien los beneficiaba una mayor recaudación en este gravamen coparticipable, no querían pagar el costo de reponer un duro ajuste a la clase media y proponen alternativas para compensarlo.
Fuente: Clarín