La diputada nacional Lourdes Arrieta tuvo un cambio notorio desde que salió de La Libertad Avanza. Pasó de aplaudir todo lo que hacía el oficialismo a criticar cuestiones en las que ni se inmiscuía. En menos de una semana, le dedicó dos posteos a su preocupación por el destrato o maltrato que sufre la prensa, uno de los blancos favoritos del presidente Javier Milei.
Tiempo atrás, allá por julio y cuando la mendocina era mileista de la primera hora, había dicho en un libertario que los medios periodísticos eran “intermediarios de alguien que les ha pasado un sobre”. De alguna manera, usa el mismo vocabulario del Jefe de Estado, quien dice con frecuencia que hay “periodistas ensobrados”. Fue el mismo día que se difundió su visita a represores de la última dictadura militar.
No le contestó a ningún medio al menos si era cierto que había ido al penal de Ezeiza. Incluso, intentó aplicar un formulario para que cada periodista se anotara para poder hablar con ella. Recibió una ola de críticas, pero las explicaciones las dio por redes sociales o a medios porteños.
Luego de su salida del bloque, en el que no faltaron escándalos de todo tipo, Arrieta se muestra preocupada y lo ha hecho saber. Por un lado, por los balcones cerrados a la prensa el día de la presentación del Presupuesto que contó con la visita de Javier Milei al Congreso. Entre los fundamentos del proyecto de resolución en el que expresa preocupación por la decisión del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, de no asignarle espacio a periodistas acreditados, “lo que impidió el normal desarrollo del servicio de prensa”.
“Como Licenciada en Comunicación y fiel a mis principios liberales, sostengo que este tipo de situaciones atentan gravemente contra el respeto irrestricto a la libertad, defensa de la vida y propiedad, al tiempo, hacia la misma Cámara Baja, y a la democracia, dado que imposibilita el ejercicio de la labor de periodistas acreditados”, argumentó.
Después, fue contra Lilia Lemoine, la diputada libertaria que no sale del centro de la polémica por sus manifestaciones. Es que la legisladora mileista apunta a un bozal legal contra Jorge Rial, conductor en el canal C5N: “Me ocupa que una funcionaria pública de corte ‘libertario’ busque censurar a los colegas de medios. En este caso, el desagradable episodio con C5N. No puedo dejar de pasar los agravios personales hacia Jorge Rial ni a ningún trabajador de prensa”.
El cambio de actitud resulta llamativo dado que a Arrieta no se la caracteriza por su trato cordial con la prensa. De hecho, cada vez que Javier Milei o funcionarios nacionales criticaron a periodistas, hubo silencio por parte de la mendocina. Muy pocas veces ha contestado mensajes y le ha dado notas a medios locales. Los Andes ha intentado comunicarse con ella en un montón de oportunidades, pero reinó el silencio y el destrato. La última vez fue por la cantidad y nombres de sus asesores. Tampoco hubo respuesta. Se habla de transparencia pero no se practica.
