Aunque la política y la Justicia locales simulen que no les importa, todos están atentos a las designaciones de dos nuevos ministros en la Corte Suprema de la Nación.
El proceso entra esta semana en una etapa crucial y en Mendoza no sólo ha habido contraste de opiniones, si no también campañas para que al menos uno de los candidatos logre el objetivo.
El Congreso nacional se apresta a discutir los pliegos de los postulantes al alto tribunal, que hoy está incompleto y con un miembro (Juan Carlos Maqueda) al borde de la jubilación. Los candidatos del Poder Ejecutivo son el juez federal Ariel Lijo y el abogado Manuel García Mansilla. Lijo es la figura más polémica de las dos, pero al ser una Corte que no tiene mujeres ni aspirantes de ese sexo a integrarla, la cuestión de género también se mete en la discusión, más allá de los nombres.
El miércoles próximo arrancan las audiencias públicas en el salón azul del Senado nacional, ante la comisión de Acuerdos. Primero le tocará a Lijo y el miércoles siguiente será el turno de García Mansilla. Es el paso previo a la votación de los pliegos, un trance muy complejo porque exige el aval de dos tercios de los senadores presentes para que los candidatos queden ratificados.
En la recta final a la votación, los senadores por Mendoza se muestran expectantes. Tanto los radicales (Rodolfo Suárez y Mariana Juri) como la peronista (Anabel Fernández Sagasti) repiten la misma frase: “Vamos a esperar las audiencias”. Juri y Fernández Sagasti forman parte de la comisión que escuchará a los candidatos, pero nadie quiere adelantar posiciones.
El radicalismo dice que hay dudas hasta en las filas de La Libertad Avanza. “No vemos a nadie operando visiblemente por los pliegos”, dicen en la UCR y mencionan a la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien hace tiempo dijo que uno de los dos candidatos no le gustaba: Lijo.
El presidente Javier Milei por su lado busca imponerse en el Senado con el criterio de que “son los dos o ninguno”. Se estima que los pliegos de Lijo y Mansilla se votarían en octubre, pero si no hubiera adhesiones suficientes, hay quienes consideran probable que no se voten nunca.
LAS POSICIONES EN LA CORTE PROVINCIAL
El silencio de los protagonistas políticos del Senado contrasta con las expresiones en la Justicia provincial y otros ámbitos. Por ejemplo, más de la mitad de los miembros de la Corte provincial han marcado sus posturas o están por hacerlo.
Quien está por dar su parecer es María Teresa Day. La ministra todavía no dice nada, pero muchos creen saber de antemano qué va a expresar. Tienen sus razones. Day ha sido convocada a disertar este lunes en un foro sobre los pliegos para la Corte nacional que ha sido organizado por el senador libertario Francisco Paoltroni, quien, a pesar de ser tropa de Milei, es uno de los principales detractores de Lijo.
Se espera que Day hable en ese ámbito sobre el problema de género de la Corte nacional, es decir, la ausencia de mujeres en su integración, que se mantendrá si se elige a los candidatos hombres de Milei. De hecho Day forma parte del directorio de la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina (AMJA), una organización que ya presentó sus observaciones en el proceso.
La carta que AMJA elevó a la comisión de Acuerdos del Senado nacional lleva la firma de su presidenta, Susana Medina, quien en la presentación destacó que la Corte, a lo largo de su larga historia, ha tenido “109 jueces varones y apenas 3 mujeres”. AMJA en definitiva “se opone y observa el proceso y la propuesta de candidatos sin tener en cuenta la necesaria postulación de mujeres”.
La ministra Day forma parte del sector “filo radical” de la Corte mendocina, pero si repite los conceptos de Medina, tendrá apoyo en el ala “filo peronista”. El ministro Julio Gómez, que integra ese sector, piensa lo mismo que AMJA: “salió una mujer (Elena Highton de Nolasco) y pueden entrar dos hombres”, advierte.
Gómez habló con este diario y dijo que hay que poner en valor el trabajo de las mujeres en el “gobierno” de la Justicia. Aseguró ante la consulta de Los Andes que no ha firmado ninguna adhesión a los candidatos a la Corte nacional, pero dice que si hubiera tenido que hacerlo, se habría abstenido, porque no está de acuerdo con los nominados. Se queja de que no se cuide en la Justicia la participación femenina y sostiene que “un juez de la Corte se elige para 30 años posiblemente y no se han tenido en cuenta los grandes aportes de las mujeres”.
UN MINISTRO Y UN INTENDENTE, A FAVOR DE LIJO
Hay más gestos de dirigentes mendocinos para observar en el medio de esta discusión. Pero para entenderlos bien conviene revisar hechos y fotos de hace algún tiempo.
El cuestionado Lijo vino a Mendoza en 2022 para acompañar al ministro Ricardo Lorenzetti, quien presentaba en ese entonces un libro sobre el medio ambiente.
Lijo no era en aquel tiempo candidato a la Corte, pero se mostró aquí con el ministro que hoy supuestamente encabeza el lobby para que ocupe un sillón junto a él. El lugar elegido para la charla de Lorenzetti fue el teatro Imperial de Maipú y en el escenario, junto al supremo y Lijo, se pararon tres mendocinos que ahora apoyan la candidatura de este último.
Estaban, por un lado, el ministro de la Corte provincial Mario Adaro y el intendente peronista Matías Stevanato. Los dos, en efecto, estamparon recientemente sus firmas en un registro de adhesiones para que Lijo llegue a la cima del poder en Comodoro Py.
El otro mendocino que apareció en la foto de 2022 es el senador provincial de origen peronista Ariel Pringles, a quien se señala, precisamente, como el encargado de haber juntado adhesiones para Lijo en el ámbito provincial.
Pringles ocupa un cargo directivo en la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, gremio conducido por Julio Piumato, que es uno de los dirigentes que apoyan explícitamente a Lijo.
El legislador de La Unión Mendocina habría conseguido en Mendoza unas 200 adhesiones, según algunas fuentes. No fue posible ubicarlo para que confirme o no. Pero tanto Adaro como el intendente Stevanato reconocieron a este diario su aval a Lijo en los papeles.
El ambiente en el peronismo mendocino estaba caldeado en aquellos días de 2022. Mientras adentro del teatro Imperial un intendente del PJ agasajaba a los jueces visitantes, en la calle el kirchnerismo los repudiaba, por los pedidos de pena contra Cristina Kirchner en la causa Vialidad. Hoy, en cambio, el consenso a favor de Lijo parece ser mayor y sin grietas en el peronismo.
El ministro Julio Gómez también estuvo aquella vez en el escenario del teatro Imperial, pero no por Lijo. Sólo por afinidad con Lorenzetti, según aclaró.
ADHESIONES E IMPUGNACIONES
Existen dos listas con adhesiones e impugnaciones para los candidatos a ministros de la Corte que se han ido completando en los últimos meses. La más frondosa es la del Ministerio de Justicia de la Nación, donde Lijo ha sido casi hegemónico: consiguió 3.578 adhesiones y tuvo solo 328 impugnaciones.
Pero el Congreso, que reunió presentaciones hasta fines de julio, parece un terreno más áspero para él, ya que las impugnaciones (33) duplicaron a las adhesiones (16).
Garcia Mansilla está más lejos del ojo de la tormenta, pero también recibió más impugnaciones que adhesiones en el Senado: 22 contra 5. Eso sí, 11 menos que Lijo.
Ahora les tocará a ambos enfrentar reproches y dar explicaciones en las audiencias públicas que comienzan el miércoles.
Aunque García Mansilla no ocupe el primer plano, un ministro de la Corte provincial se ocupó de resaltar su figura. Se trata de José Valerio, quien ante la consulta de este diario blanqueó su apoyo al conservador decano de la facultad de derecho de la Universidad Austral.
Valerio hizo oficial su adhesión al candidato ante el Ministerio de Justicia. “No tenía por qué opinar, pero he adherido a Mansilla. Lo conozco. Tiene muy buena calidad técnica y formación”, se jugó Valerio y sumó otra opinión mendocina a un debate nacional del que nadie es ajeno.