Los diputados radicales Luis Picat, Mariano Campero, y Martín Arjol permanecerán en la bancada radical, pese a haber sido expulsados por el Tribunal de Ética de la UCR tras haber respaldado los vetos presidenciales a las leyes de movilidad jubilatoria y de aumento al presupuesto de las Universidades.
El argumento de las autoridades de la bancada de la UCR que preside Rodrigo de Loredo es que no hace falta ser afiliado a la UCR para integrar ese bloque y ya, de hecho, lo hacen militantes de otros partidos como sucede con el correntino José Tournier.
De esa manera, el bloque de la UCR conservará los 20 integrantes que hoy conforman ese espacio parlamentario.
Por su parte, Campero anticipó que apelará ante las autoridades partidarias su expulsión de la UCR, para “poner en evidencia que Lousteau y compañía son una banda que le hace daño al radicalismo”.
El Gobierno Nacional contó con el respaldo de estos tres legisladores sancionados por “grave inconducta” para poder blindar los vetos a las leyes que proponían cambiar la movilidad jubilatoria y ampliar los recursos para las Universidades Nacionales.
De hecho, el oficialismo también contó con el respaldo a su propuesta del correntino liberal que integra esa bancada de la UCR, José Tournier-un dirigente cercano al gobernador Gustavo Valdes-, y de Luis Cervi, quien tampoco votó con la UCR, pero se abstuvo en el caso de la ley universitaria.
Por ese motivo, el diputado neuquino Cervi no fue expulsado pese a que viene respaldando las políticas del Gobierno Nacional.
La decisión de los diputados aliados a los libertarios ya provocó una ruptura en la bancada radical, donde la docena de legisladores que responden a Facundo Manes y Martín Lousteau, armaron un nuevo bloque denominado “Democracia para Siempre”.
La decisión del Tribunal de Ética dispuso la separación de las filas partidarias de Campero, Arjol y Picat “por incurrir en grave conducta partidaria que afecta la dignidad de la UCR”. La resolución fue firmada por Alicia Tate y Juan Pedro Tunessi por la mayoría, y Ricardo Barrios Arrechea por la minoría.
La medida fue rechazada por los tres radicales expulsados y por el presidente del bloque radical, Rodrigo de Loredo, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, así como los legisladores de esa provincia Lisandro Nieri y Pamela Versay.
Campero acusó a Lousteau y a Manes-cuyo hermano Gastón preside la Convención Nacional de tener “una visión totalmente errada; muy cerca del kirchnerismo”.
“Estamos frente a personas a las que no les gustó que logremos empujar al Gobierno en momentos claves. De hecho, nos quieren echar por darle al presidente Javier Milei las herramientas para sostener el equilibrio fiscal”, agregó.
En sus dardos contra Lousteau y Manes, Campero destacó: “Nosotros no somos desestabilizadores (como ellos). Nosotros queremos un país para nuestros hijos”.
De Loredo dijo que esa medida es “ilegítima, arbitraria y parcial decisión de un tribunal de conducta que parece más abocado a una interna que al rol que debe cumplir”.
“Con un bloque escindido en Diputados y con senadores y diputados que en reiteradas ocasiones tomaron posturas distintas a sus bloques, selectivamente se busca castigar solo a unos. El partido chico, cerrado, burocrático, incoherente y con doble moral, no le sirve a nadie”, destacó, en una publicación en la red social X.
Cornejo señaló: “La decisión de expulsar de la UCR a Mariano Campero, Luis Picat y Martín Arjol no solo es una decisión completamente equivocada, sino que además demuestra que la conducción partidaria, que promovió esta idea, piensa en un partido chico, alejado de la histórica tolerancia democrática de la UCR, de nuestros simpatizantes en todo el país, de nuestros principios y nos aleja de nuestro electorado”.