Hay quienes en el mundo de la política no piensan exclusivamente en las próximas elecciones. Están también los que ya miran lo que pasará el día después del 14 de noviembre, cuando el poder tenga un realineamiento a partir del resultado en las urnas.
En ese grupo de actores políticos hay que anotar a Omar de Marchi, el diputado nacional por Mendoza del PRO. Después de tironear con el radicalismo en la puja por las candidaturas para las elecciones PASO, De Marchi luce un tanto desentendido o por lo menos aliviado de las cargas coyunturales de la campaña. Tanto que, a pocos días de la elección del 12 de setiembre, hasta se dio el placer de sacarse una foto con una dirigente del sector “Cambia Ya”, rivales de la principal lista oficialista que él mismo acompañaba.
Aquel gesto generó un “kilombo” silencioso puertas adentro de Cambia Mendoza y convalidó a De Marchi como una suerte de líbero, alguien que siempre está cerca de dar el salto a otra parte, lejos de sus actuales aliados, los radicales. Aunque esa historia se escribirá en otro proceso electoral, probablemente, el de 2023.
Pero en los últimos días, hubo algo más que gestitos para las redes sociales. De Marchi fue al encuentro de una reunión con su único líder real, Mauricio Macri. Charló con él durante más de una hora, de muchas cosas que por ahora no revela. Pero uno de los temas tomó estado público. Tal como ha publicado este diario, De Marchi y Macri hablaron del “PROFE” o “Pro Federal”, una corriente interna que los legisladores macristas del interior del país están armando para jugar en las cuestiones internas del partido fundado por el ex presidente de la Nación.
La charla con el mendocino a la que Macri accedió antes de irse de viaje a República Dominicana y Estados Unidos sirvió como confirmación de que algunos dirigentes del PRO ya piensan en los posicionamientos que vendrán después de las elecciones. Probablemente en diciembre, cuando Juntos por el Cambio tenga que dirimir, entre otras cosas, como se reparte el poder parlamentario.
Esta movida adentro de la coalición se asienta en la presunción de que las elecciones de noviembre serán parecidas o incluso mucho mejores que las PASO para la coalición oficialista, y ya hay dirigentes del PRO que intentan armar un bloque de poder para las pujas que están por venir.
Como se indica en Los Andes, a fin de año Juntos por el Cambio deberá redefinir sus esquemas de conducción en el Congreso nacional y, en este sentido, hay un cargo que asoma para ocupar el centro de las disputas: el de jefe del interbloque en la Cámara de Diputados.
El puesto es ocupado hoy por el radical Mario Negri, quien además conduce la bancada radical. Pero Negri viene de perder en las PASO de Córdoba contra Luis Juez y deberá dar batalla para seguir allí. Además, la tropa del PRO cree que la conducción del interbloque le corresponde.
En el PRO ya asoma un candidato para el cargo en el interbloque: Cristian Ritondo, quien actualmente conduce el bloque. Pero si se convirtiera en el jefe del interbloque, tal vez se podría discutir la conducción de la bancada del PRO que hoy ocupa.
No está nada dicho por ahora. Solamente que vendrán debates para ver quiénes encarnan el liderazgo opositor. De Marchi ya tiene un puesto: es el vicepresidente primero de Diputados. Pero la política siempre va por más.
