Las tensiones internas en Juntos por el Cambio tomaron tal dimensión pública que cada gesto, palabra o reunión adquiere una significativa relevancia en la carrera contrarreloj para definir las candidaturas en la provincia de Buenos Aires, que nuevamente será el epicentro de la batalla electoral.
En ese contexto, Mauricio Macri se reunió con Horacio Rodríguez Larreta, en las próximas horas recibirá a María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich inició gestiones personales para calmar los ánimos entre los dirigentes bonaerenses del Pro. Todos los mencionados son protagonistas centrales del debate reinante en la coalición opositora.
Y los militantes de Elisa Carrió, quien blanqueó las turbulencias al quejarse por el “destrato” del PRO, se reunirán el sábado en su Plenario Federal, que tendrá como objetivo enviar un mensaje para maximizar los esfuerzos de unidad.
Las discusiones tomaron fuerza a partir de la estrategia de Rodríguez Larreta para ampliar su crecimiento con miras a las presidenciales de 2023. Su plan consiste en que Vidal sea candidata en la Ciudad y que el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, encabece la lista en Buenos Aires para luego disputar la gobernación.
La avanzada del mandatario porteño no tardó en ser cuestionada por los radicales, quienes buscaron resistir con la figura del neurocirujano Facundo Manes (cuya candidatura aún es un misterio), por Carrió y hasta por Macri y Bullrich, que pidieron dejar de lado los intereses personales. En rigor, Macri quiere que Vidal se presente en la provincia y Bullrich quiere encabezar la nómina en la Ciudad.
El estado de las cosas demandó discusiones entre los referentes nacionales de JxC, pero Rodríguez Larreta se encargó de ratificar su voluntad con una señal de fortaleza: difundió una foto del encuentro que él y Santilli mantuvieron el jueves con varios de los intendentes y dirigentes bonaerenses que integran el Grupo Dorrego, cuyo objetivo es fortalecer el poder territorial del Pro.
En público, Macri se limitó a señalar que las discusiones por el cierre de las listas exponen las “miserias humanas”. En privado, el ex presidente se reunió el viernes con Rodríguez Larreta para insistir con su postura a favor de evitar roces en la coalición.
Y según confirmaron a este medio, parte de esas deliberaciones continuarán este fin de semana cuando Macri reciba a Vidal, quien esquiva la posibilidad de pelear en la provincia.
Gestiones para evitar una “interna amarilla”
Patricia Bullrich encaró personalmente las gestiones para impedir que escalen las diferencias en torno a la estrategia electoral del Pro. La titular del partido que fundó Macri recibió a los intendentes Julio Garro (La Plata), Néstor Grindetti (Lanús) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero) que impulsan a Santilli.
Acompañada por Gerardo Milman, quien también fue su ladero en el Ministerio de Seguridad, Bullrich apeló a “buscar el equilibrio necesario para que todos estén satisfechos y todas las representaciones estén en la cancha”, tal como reprodujo a este medio un dirigente que participó del cónclave.
“El objetivo es que se pueda conformar una mesa donde se definan las candidaturas sin necesidad de ir a una interna ‘amarilla’ que genere mayor tensión interna en los armados distritales del espacio. Y que Jorge se pueda sumar”, explicaron cerca de unos de los jefes comunales.
Los intendentes pidieron que el criterio se replique en la Ciudad y, a cambio, pusieron a disposición lo que definieron como una “caja de herramientas”, es decir, su aparato territorial para acompañar.
Poco después, Bullrich continuó con la tarea y visitó a Jorge Macri en Vicente López. Al primo del ex presidente, que se jactó de ser mejor candidato que Santilli, le repitió el llamado: “No puede haber un ganador exclusivo, tiene que haber compensaciones y equilibrio”.
Si no prosperan los consensos, esa ecuanimidad se buscará con las primarias.