En el reclamo por la muerte del exguerrillero de las FARC, Facundo Molares, un grupo de manifestantes encapuchados arrojó este mediodía piedras y bombas molotov caseras contra el Centro de Monitoreo de la Policía de la Ciudad, ubicado en la avenida 9 de Julio y Diagonal Norte, en las inmediaciones del Obelisco.
Algunos integrantes de organizaciones piqueteras y de la Izquierda (Barrios de Pie, Unión de Trabajadores de la Economía Popular, Partido Obrero), cerca de las 13, durante la desconcentración en Diagonal Norte y 9 de Julio, atacaron la dependencia de la policía porteña, lo que generó un despliegue de efectivos de la Ciudad para proteger el lugar de las piedras.
El centro porteño también recibió pintadas de ese grupo de manifestantes, con leyendas como “¡Muerte a la Gorra” y “Nunca seré policía”.
Los militantes denunciaron que Facundo Molares murió supuestamente por la represión policial durante una protesta que se llevó a cabo este jueves en el Obelisco. A las 12.15, las organizaciones leyeron un comunicado en el que pidieron justicia.
Sin embargo, el jefe de Gobierno de CABA, Horacio Rodríguez Larreta, aclaró: “Lo de ayer en el Obelisco fue un infarto. Lo dijo muy claramente [Alberto] Crescenti [el titular del SAME], a quien destaco una vez más su profesionalismo y es una eminencia como médico”.
El alcalde porteño -así como su rival en la interna presidencial, Patricia Bullrich- brindó “completamente” su respaldo al “accionar de la Policía de la Ciudad” y dijo que el cuerpo policial de CABA que llevó a cabo el operativo “actuó con profesionalismo conteniendo los hechos de violencia”.
Quién era Facundo Molares, el exguerrillero fallecido en el Obelisco
Facundo Molares, que murió el jueves en el hospital Ramos Mejía tras descompensarse al ser detenido por la Policía porteña durante una manifestación junto al Obelisco, fue integrante de la organización guerrillera colombiana FARC entre los ‘90 y la primera década de los 2000.
De 47 años, actualmente se identificaba como fotorreportero y militaba en la agrupación Rebelión Popular. En Colombia, la justicia lo vinculó con el secuestro del concejal Armando Acuña en 2009, acusación que él negó aunque si aceptó que participó en su liberación, ocurrida en 2011.
Tras la firma de los Acuerdos de Paz en Colombia en 2017 y la desaparición de las FARC como organización guerrillera, Molares regresó a Argentina para viajar en 2019 en Bolivia. Según él mismo contó, buscaba retratar la violencia que se desató en ese país tras la renuncia del entonces presidente Evo Morales.
En Bolivia fue herido en una manifestación. Luego de estar más de 20 días en coma inducido, quedó detenido hasta 2020, cuando pudo regresar al país, para ser nuevamente arrestado, en este caso por Interpol a pedido de Colombia.
Tras pasar meses detenido en un penal de Buenos Aires, la justicia determinó que no correspondía extraditarlo a Colombia y lo liberó en junio de 2022.