Este 9 de Julio, Salliqueló, a más de 500 kilómetros de CABA, ofrecerá la foto política más importante de la campaña electoral de Unión por la Patria. Allí confluirán el precandidato presidencial Sergio Massa, el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, para inaugurar el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, la obra de infraestructura energética más importante del país en las últimas décadas. El ducto que llevará el gas de Vaca Muerta a través de cuatro provincias, arranca oficialmente el Día de la Independencia.
El ministro de Economía llega al 9 de Julio como la cabeza de la llamada “lista de unidad” (pese a que irá a internas con la fórmula Grabois-Abal Medina), surgida de un acuerdo político rubricado por Cristina Kirchner en acuerdo con el presidente Fernández, los gobernadores, el PJ bonaerense y la CGT. El gasoducto de 573 kilómetros es una fenomenal plataforma que le permite al precandidato presidencial plantear un auspicioso horizonte de desarrollo, y tomar algo de alivio en una cotidianeidad agobiada por la falta de dólares para la producción y los altos niveles de inflación y salarios promedio bajos.
Economía proyectó que el gasoducto “solamente en lo que queda del año permitirá ahorrar US$2.100 millones, cubriendo así casi la totalidad de la inversión realizada por el Estado para su ejecución, y US$4.200 millones anuales por sustitución de importaciones de gas”.
“Dijeron que era imposible hacerlo en ocho meses, pero ellos y miles como ellos, lo hicieron posible”, celebró Massa en Twitter, el 20 de junio pasado, cuando se selló la última soldadura de los caños provistos por el conglomerado metalúrgico Techint. El ministro viralizó el video de los obreros bailando abrazados, como festejo de aquella última puntada. La obra, informó Economía, implicó la generación de 48 mil empleos directos e indirectos.
Favia Royón, la Secretaria de Energía de la Nación, anunció que al GPNK le seguirá “la reversión norte”, para llevar el gas de Vaca Muerta al norte del país”. Y el segundo tramo del gasoducto llegará a Santa Fe, con lo que se duplicará el volumen de producción de Vaca Muerta.
A mediados de semana, para eludir especulaciones políticas, Energía Argentina, la empresa pública a cargo de la construcción del gasoducto, informó que Massa, Fernández y Cristina Kirchner compartirán el acto en Salliqueló. “La foto de la unidad”, dijeron en Unión por la Patria, que hasta hace dos semanas se encaminaba a una interna entre Wado de Pedro y Daniel Scioli, con la Liga de los Gobernadores en rebeldía.
El acto del 9 de Julio será a las tres de la tarde, en la Estación de Medición Salliqueló del gasoducto, donde se conecta con la red troncal. El gobernador Axel Kicillof será el anfitrión, y también estarán los otros mandatarios provinciales por donde pasa el GPNK: Omár Gutiérrez (Neuquén), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Arabella Carreras (Río Negro). Se confirmó la presencia del diputado nacional Máximo Kirchner, a quien se le adjudica haber propuesto a Agustín Rossi como compañero de fórmula de Massa. El jefe de Gabinete también asistirá al acto, igual que el ministro Wado de Pedro, funcionarios nacionales y representantes de empresas y dirigentes gremiales.
Las obras “en tiempo récord”, según informó el gobierno, concluyeron el 20 de junio. Ese día se habilitaron los primeros 29 km, y en los sucesivos días se fueron poniendo en funcionamiento nuevos tramos hasta alcanzar el km 285 de la traza. El sábado 8 de julio se abre la válvula del km 285 que habilita hasta el km 570, el paso del gas hasta Salliqueló y continuar así hasta alcanzar el llenado total del gasoducto.
La construcción del GPNK se inició tras la firma de contratos en agosto de 2022, cuando comenzaron los trabajos de movimiento de suelo, traslado de equipamiento y apertura de pista, que es el “camino” por donde se coloca el gasoducto.
Según información de Energía Argentina, “luego de las primeras soldaduras en la traza, se avanzó con un promedio de 5 km diarios contando los tres frentes de obra”. Se tendieron más de 47.700 caños de 12 metros de largo y de 36 pulgadas de diámetro entre Tratayén (Neuquén) y Salliqueló.
El GPNK es considerado clave para desarrollar la producción de Vaca Muerta, segunda reserva mundial de gas no convencional. Se incrementará la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta hasta los centros industriales y de consumo, con un horizonte próximo de autoabastecimiento energético.
La trascendencia de la obra para el país, beneficios que aprovechará el próximo gobierno, por ahora no repercutió en el debate electoral de cara a las PASO del 13 agosto. Los precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambios, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, no han hecho alusión al GPNK. El gobernador Juan Schiaretti, precandidato por Hacemos por Nuestro País, dijo al lanzar su campaña que “el gasoducto debió haberse hecho ya hace siete años”, responsabilizó por la demora a los gobiernos de Macri y Fernández, y mencionó que en Córdoba se tendieron “más de 3 mil kilómetros de ductos en un año y medio”. No aludió a la importancia del gasoducto para el desarrollo federal.
Massa, en calidad de precandidato, días atrás contó ante la Cámara de la Construcción que el Fondo Monetario Internacional se negaba a que el Estado dispusiera de fondos en el primer semestre de este año para el GPNK. “‘El gasoducto puede esperar, pero ustedes tienen que cumplir la meta’”, dijo Massa que planteó el FMI. “Fue una discusión fenomenal el año pasado”, agregó.
“Pero ahora para Argentina (el gasoducto) son US$2000 millones de ahorro, y el año que viene van a ser US$3800 millones. Era importante hacerlo. Nos dijeron que era imposible que lo terminemos”, insistió Massa sobre el gasoducto, acaso la obra más importante de la gestión de Alberto Fernández.
Beneficios para el agro
Si bien los especialistas señalan los beneficios que el GPNK aportará al desarrollo y fortalecimiento de las industrias clásicas al proveerle “gas más barato”, un informe de RIA Consultores destacó “la gran oportunidad” que implica para la agricultura “en términos de sustitución de importaciones y generación de divisas”.
El informe indica que el GPNK podría liberar “unos 2,5 millones de metros cúbicos (m3) diarios para la industria nacional de fertilizantes”, con “un ahorro inmediato de más de US$ 700 millones anuales en sustitución de importaciones” y “divisas adicionales por otros US$ 220 millones”.
“A medida que la agricultura argentina fue incrementando su producción granaria también ha necesitado de muchos más insumos, principalmente fertilizantes”, y “la disponibilidad de más gas puede contribuir a la producción nacional de más urea”, insumo clave para los productores argentinos, precisó el ingeniero agrónomo Javier Preciado Patiño, autor del informe.
”Si gracias a la puesta en marcha del GPNK se liberaran 2,5 millones de m3 diarios de gas para la industria de los fertilizantes se podría duplicar la producción nacional de urea, llevándola a 2,8 millones de toneladas anuales, lo cual cubriría todo el volumen necesario para los productores argentinos”, dice el informe.
Asimismo, “quedaría un remanente para exportar como valor agregado en origen”, sostiene el trabajo. Además, abre, la posibilidad de exportar unas 600.000 toneladas por año de urea, generando divisas por no menos de US$ 220 millones adicionales.