La vicepresidenta Cristina Kirchner define con el ministro de Economía, Sergio Massa, el pago de un bono a trabajadores para tratar de compensar la pérdida del poder adquisitivo ante la furiosa marcha inflacionaria, pero también para estimular el consumo interno de una economía que expone señales de desaceleración.
Las gestiones no son nuevas, pero parecieron diluirse entre cuestionamientos y frustradas convocatorias a empresarios y sindicalistas. Sin embargo, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, ratificó el jueves que la misión sigue en pie.
“Sergio está pensando con Cristina una suma fija. Están pensando y armando una propuesta de una suma fija para que aquellos que perdieron con la inflación puedan recuperar su nivel de consumo”, reveló el ministro en declaraciones al El Destape.
Las palabras de De Pedro contrastaron con lo que dijo, poco antes, el presidente Alberto Fernández. “Eso es romper la lógica de la paritaria”, advirtió el miércoles, en una entrevista con el mismo medio.
“Ahí desarticulaste toda la escala salarial de una actividad. Es la gran posición de los gremios, que dicen ‘dejáme que esto lo arreglo yo, no te metas vos’”, completó el Jefe de Estado en referencia a la posición que prima en la mesa chica de la CGT.
La capacidad de las negociaciones paritarias para, por lo menos, igualar el recorrido de los precios se transformó en un elemento relativo, tal como lo señaló Claudio Moroni antes de dejar el Ministerio de Trabajo. “Es difícil recuperar los salarios cuando la inflación es tan alta”, dijo el dirigente albertista en su última exposición en Diputados.
Wado se ocupó de desestimar cualquier cuestionamiento contra el eventual pago del bono y, sobre las observaciones del Presidente y la reticencia de algunos líderes cegetistas, planteó: “Parte del problema que tenemos hoy es que la cabeza tiene que ordenar los intereses particulares”.
“Si cada uno tira de su piolita, la maquinaria no anda. La cabeza tiene que ordenar y decir ‘en esta te toca, en esta no, vamos a ir para allá, vamos a poner una suma fija porque necesitamos recomponer el poder adquisitivo del salario’. Por supuesto que estamos a favor de las paritarias”, completó.
Wado evitó aportar mayores precisiones sobre la eventual medida. Lo mismo hicieron en Economía y en el entorno de la Vicepresidenta ante la consulta de este medio.
Por lo pronto, en la Unión Industrial Argentina (UIA) se atajaron y señalaron que no tuvieron ningún contacto con Massa o con otro representante del Gobierno nacional para evaluar el pago extra. “Desde UIA creemos que el camino es la paritaria entre privados y no las sumas fijas”, remarcaron.
El ministro De Pedro asoció las gestiones con la hoja de ruta que Vicepresidenta y sus principales laderos diseñaron apenas después de la dura derrota que el Frente de Todos protagonizó en las elecciones primarias del año pasado, que representaron un punto de inflexión en la interna del oficialismo y en las tensiones para fijar el rumbo de la política económica.
“Es un compromiso, es una batalla que la vamos a dar y es la que planteamos después de las PASO de 2021″, dijo respecto a los esfuerzos para tratar de moderar las consecuencias de la inflación y superar el fenómeno de los “trabajadores pobres”, por el que Cristina Kirchner mantiene sus embates contra la administración de Alberto Fernández.
Camioneros logró un aumento del 107%
El plan busca mejorar la redistribución de los ingresos para “achatar un poco la pirámide”, como repiten Wado y otros referentes identificados con la ex presidenta. La cruzada sirvió también para agrupar fuerzas, como sucede con La Cámpora, que lidera Máximo Kirchner, y el sector sindical encolumnado detrás de los Moyano.
Justamente Hugo y Pablo Moyano coronaron el jueves el acuerdo salarial de Camioneros, que pasó a liderar el ránking de las paritarias 2022. El entendimiento contempla un aumento del 107% (que se otorgará en cuatro tramos), más el pago de un bono de 100.000 pesos a fin de año, más actualizaciones en los adicionales en las ramas de larga distancia, correo, logística y expresos.
Pablo Moyano, que también es cosecretario de la CGT, se encargó de respaldar las gestiones del cristianismo y recordó que él es uno de los que reclama constantemente el pago de una suma fija para los trabajadores más afectados por la inflación.
“Lo he pedido, lo estoy pidiendo todos los días, se lo he dicho al Presidente y a Massa también. Un bono de emergencia para aquellos gremios que no llegan a cubrir la inflación y que se universalice el pago de asignaciones familiares para todos los trabajadores registrados”, dijo al salir del Ministerio de Trabajo con la mejora salarial para Camioneros.