El resultado de las elecciones primarias del domingo fue sin dudas un golpe importante para el gobierno de Alberto Fernández, quien se mostró como uno de los pocos responsables de lo que fue un revés del electorado contra el Frente de Todos, al menos en estas PASO, que marca también un viraje de lo ocurrido en 2019, cuando el Presidente obtuvo la victoria en la mayoría de las provincias del país, lo que lo llevó incluso a ganar sin necesidad de forzar un balotaje.
Sin embargo, en este caso la propuesta oficialista perdió en 17 de las 24 provincias, por lo que deberá trabajar bastante para intentar dar vuelta o al menos morigerar el impacto en las generales del 14 de noviembre. A nivel país, Juntos por el Cambio obtuvo el 38,9% de los votos, con una diferencia que orilló los 10 puntos al Frente de Todos, que alcanzó el 29,48%. En votos, fue de casi un millón y medio.
No obstante, en las provincias al Frente de Todos le fue peor en algunas más que en otros. Mendoza fue una de las jurisdicciones en las que el electorado no se inclinó nuevamente por la propuesta que encabezó la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti. De hecho, llegaron a un magro 25%, uno de los pisos de votos del PJ. La anterior elección en los últimos años con un número tan bajo había sido en las generales del 2017, con un 26%.
Pero en contexto a los malos resultados del oficialismo nacional, se impone el importante escenario que se dio en Córdoba, la provincia más “anti k”, donde el kirchnerismo tuvo solamente el 10,9%, muy por detrás de Juntos por el Cambio (47%) y el peronismo tradicional de Hacemos por Córdoba (24%).
Otros ejemplos fuertes se dieron en Misiones, donde el Frente de Todos tuvo solamente el 17% de los votos; la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), en el cual llegaron al 24%; Neuquén con un 15%; Río Negro con un 25%; y Chubut con un 26%.
En tanto, al contrario de este enfoque, se dieron porcentajes de votos importantes del Frente de Todos en provincias como Formosa (48%), Santiago del Estero -Frente Cívico por Santiago- (55%), Tucumán (49%), Catamarca (50,9%) y La Rioja (52%).
¿Mendoza anti k?
Para la consultora Martha Reale, directora de Reale - Dalla Torre consultores, en los comicios de ayer Mendoza “ratificó su posición ‘anti k’ y antipopulista, y eso tiene raíces en la cultura mendocina”. También agregó que el peronismo no gana una elección intermedia en la provincia desde el 2001, por lo que se podía prever un escenario adverso para la boleta que lideraron Fernández Sagasti y Adolfo Bermejo.
Si bien marcó que en la provincia Cambia Mendoza consolida con estas primarias su electorado cautivo, por encima de los 40 puntos, separó lo que se puede entender con un comportamiento “coyuntural” de algunas provincias históricamente peronistas (pero donde perdieron el domingo) con el comportamiento “estructural” de jurisdicciones donde ya se ratifica un voto no peronista, como el caso de nuestra provincia, Córdoba y la CABA.
De acuerdo a estos valores, Córdoba se presenta “profundamente antikirchnerista, con datos más fuertes que Mendoza”, sobre todo porque no hay una unión entre el peronismo tradicional con el kirchnerismo, mientras que donde hay un correlato similar a nuestra provincia es en la Capital Federal, que presentó una victoria de 48 a 24% a favor de Juntos por el Cambio.
“En otras provincias es novedosa la derrota del Frente de Todos, como es el caso de La Pampa. Se da más en términos de la actualidad, de coyuntura, de una crisis económica, un enorme grado de insatisfacción y también un descrédito de la figura presidencial, que se ha ido degradando progresivamente por decisiones incorrectas y errores no forzados. Es un voto bronca”, analizó la consultora.
En este sentido, indicó que será importante seguir la campaña en esta provincia, así como también otras donde suele ganar también el peronismo (caso Chaco o Santa Cruz también), y así saber si se trata “de una señal de bronca momentánea, o un mensaje que podría tener un correlato en 2023 y una ciudadanía que migre para otros horizontes políticos”.
El poder del voto en blanco
Por otro lado, el consultor Elbio Rodríguez coincidió con Reale aunque con limitaciones, al indicar que existe un voto “antiperonista” en jurisdicciones como Mendoza, CABA y Córdoba, pero dio valor a otros fenómenos que fueron particulares en estas PASO.
Uno de ellos fue el voto en blanco y el ausentismo en la votación. “Por un lado votó un 7,4% menos que en las primarias del 2017, pero por otro lado hay que tener en cuenta que en este padrón había un 2,4% más de ciudadanos. Eso da casi 10 puntos, y si le sumás los otros 10 puntos de voto en blanco, da un universo de un 20% que no votó o no eligió a un frente político”, marcó Rodríguez, y dejó la incógnita respecto a conocer qué tipo de población es la que decidió ausentarse.
“En Mendoza duplicamos o triplicamos el voto en blanco de otras elecciones. Hablamos en total si sumamos estos fenómenos unos 80.000 votos menos. Es un número interesante”, añadió. También sostuvo que la mala elección nacional se representa también con una “figura degradada del Presidente”, lo que afectó también a la clase política del peronismo a su entender.
Respecto a un supuesto voto antikirchnerista, opinó que “en todos lados existe un voto antiperonista, al igual que antiradical. Es la grieta que tenemos, y se suma un voto que varía según las circunstancias. Hemos tenido elecciones en las cuales a Cristina (Fernández de Kirchner) le ha ido fenomenal en Mendoza”, sostuvo.
Finalmente también relativizó el fenómeno ganador de Cambia Mendoza, más allá de aclarar que ha sido una buena diferencia entre los frentes. “Tampoco creo que haya sido una elección genial de Cambia Mendoza. Tuvo unos 7 puntos menos que lo que tuvo (Rodolfo) Suárez en 2019. Creo que esos puntos menos tienen que ver con los votos en blancos y el ausentismo”, finalizó.