El mensaje del gobernador, Rodolfo Suárez, ante la Asamblea Legislativa, tuvo su capítulo más trascendente en la conferencia de prensa posterior, cuando anunció que en Mendoza continuarán las clases presenciales, pese a lo dispuesto por el último Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Alberto Fernández, que dispone suspenderlas por tres semanas en el Gran Mendoza por considerarlo en situación de alarma epidemiológica y sanitaria, debido a los casos acumulados en las últimas dos semanas y la ocupación de terapias intensivas.
En esa misma conferencia, Suárez también anunció que sí se acatará la suspensión de las reuniones familiares y sociales en casas, que también impone el DNU presidencial. La adhesión al resto de las restricciones, como horarios de comercio y de prohibición de circulación, se terminarán de definir hoy.
El Gobernador y varios ministros estuvieron reunidos ayer durante toda la tarde, pero no terminaron de resolver las restricciones a aplicar. Hubo sólo consultas telefónicas a los intendentes, aunque por la mañana se había dicho que los convocarían a todos a una reunión. Un intendente del Gran Mendoza contó que le preguntaron su opinión sobre las salidas por terminación de DNI y nada más.
Esa es una de las medidas propias que estudia el Gobierno provincia, además de las nacionales, para reducir la circulación, puesto que muchos coinciden en que el año pasado cumplió su cometido.
Contrapunto
De alguna forma, la actitud que tomó Suárez es la misma que la adoptada por Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), quien desoyó el anterior DNU presidencial que ya disponía la suspensión temporal de las clases presenciales. Aunque no aclaró si también apelará a la vía judicial para resistir la orden de Fernández, muchos lo daban por descontado.
A la rebeldía porteña y mendocina se sumó también la de Santa Fe, cuyo gobernador, el peronista Omar Perotti, también decidió sostener la presencialidad educativa. Esto llevó a que el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, convocó a representantes de los tres gobiernos a una reunión hoy a las 16 para revertir sus posturas.
Suárez adelantó ayer esa decisión con la intención de que padres y madres no tengan dudas durante el fin de semana: “El lunes hay clases”, enfatizó.
En este nuevo enfrentamiento con la Nación, el Gobernador no contará con el apoyo de la oposición. El peronismo no coincide con esa decisión y argumenta que el Gobierno nacional “hizo rondas para escuchar a gobernadores y gobernadoras”. Anabel Fernández Sagasti, senadora nacional y presidenta del PJ, consideró que “es preocupante” que ante la publicación del DNU “con criterios objetivos”, Suárez decida “no cumplir con la ley”.
El peronismo, tal como lo viene planteando hace una semana, insiste en el pedido de suspender la presencialidad en el secundario para bajar la curva de contagios que crece en adolescentes. El Gobernador se diferenció al decir que “no se van a quedar en sus casas, van a estar en la calle”.
Las variables tomadas en cuenta para definir la existencia de riesgo “bajo”, “mediano”, “alto” o “Alarma epidemiológica y sanitaria” según se trate de departamentos de más de 40.000 habitantes o de grandes aglomerados urbanos fueron cuestionadas por Suárez. Así, los criterios epidemiológicos también cayeron en la grieta.
Mientras la senadora nacional defiende su objetividad, el Gobernador asegura que se trata de un cambio de variables que, por ejemplo, dejó a Las Heras en dos de los cuatro grupos en los que se dividió al país. Y no incluyó a General Alvear, que hoy está “cerrado” por su crítica situación tras la confirmación de que llegó allí la más contagiosa cepa de Manaos.
“Si no estuviera cambiado este criterio, toda Argentina estaría en alerta”, apuntó.
Para toda la provincia
El Gobernador aclaró que las medidas que se tomen serán para toda la provincia “con la mayor uniformidad posible”. En ese sentido va la suspensión de las reuniones sociales en domicilios, que aunque por el DNU debería aplicarse en 11 de los 18 departamentos de Mendoza regirá para todos.
“Vamos a restringir las reuniones sociales en casas, las fiestas. La nocturnidad es muy difícil de controlar y vamos a restringir esos encuentros sociales”, confirmó Suárez, quien dijo haber mantenido una charla con el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para manifestarle su disconformidad.
Los gimnasios y clubes, también alcanzados por el DNU, no tendrían el cierre asegurado. “En Mendoza se cumplen los protocolos”, recalcó, corriéndose nuevamente de las decisiones que firmó Fernández.
En esa interpretación, el Gobernador aprovechó para marcar nuevamente los que consideró errores nacionales cuando el año pasado “nos tuvieron encerrados dos meses cuando no teníamos que estarlo”.
Pensando en posibles medidas, en el Gobierno entienden que deben ser cumplibles porque otra cuarentena estricta como la del año pasado sería muy difícil de acatar, en particular por el mal humor social respecto de ese tipo de restricciones.
En la cabeza del Gobernador no cabe la posibilidad de un cierre total porque “Mendoza no es una provincia donde la mayoría de la población trabaja en el Estado o la mayoría de los recursos vienen de la coparticipación”.
“Necesitamos a Mendoza funcionando porque sino hay gente que no come y eso afecta a la salud”, disparó en clara referencia a las decisiones de Fernández.
