La muerte del colectivero en Buenos Aires volvió a enfocar la atención en la inseguridad que padecen los argentinos. En el caso particular de Mendoza, la situación presenta algunas particularidades, mientras que los homicidios y los robos con armas han disminuido, los hurtos han aumentado, factor que aqueja, entre otros, a los usuarios del transporte público. Además, preocupan las situaciones de acoso a las mujeres en los micros o cuando se bajan de ellos en horarios nocturnos.
Conductores y pasajeros suelen sentirse vulnerables ante robos y actos de violencia, especialmente en horarios nocturnos. “Manotean un celular al que está más próximo a la puerta y se bajan corriendo, no podés hacer nada. La situación es tal que a veces, cuando estamos haciendo el recorrido, nos arrojan piedras. Hace poco, le pasó a un compañero en el Barrio Supe. Algunas veces la situación se pone tensa cuando no tienen para pagar y quieren subirse igual”, contó a Los Andes Alan, quien trabaja como chofer de micro en una línea que hace Ciudad-Luján.
En este sentido, en los últimos años se han dispuesto de puestos móviles en diferentes puntos de la provincia con el objetivo de brindar seguridad al chofer del colectivo de que en algún momento de su recorrido van a encontrarse con ellos y se subirán al micro un policía, inspectores de transporte y de la empresa de línea. “Estos puestos por un lado, van a hacer un control sobre los pasajeros y, además, van a chequear el pago del boleto que es uno de los principales problemas de los colectiveros, se suben 3 o 4 personas y no quieren pagar, bueno, el puesto también va a inspeccionar y bajar a aquellas personas que no quieran pagar”, cuentan desde las empresas del transporte.
Los puestos de control no tienen un punto fijo, sino que, se establecen en una mesa de seguridad que se realiza los lunes, en donde participan el Sindicato del Personal de Micros y Ómnibus, la Secretaría de Servicios Públicos, la Policía de Mendoza, el Ente de Movilidad Provincial y la cámara que nuclea a los dueños de los micros (AUTAM). En ellas deciden dónde estará cada control durante la semana, de acuerdo a las necesidades del momento.
Algunas unidades cuentan con cámaras de seguridad, aunque estas no son en vivo, es decir, el control no puede estar monitoreando las mismas mientras el colectivo está andando. Las grabaciones que realiza se descargan durante la noche, o al otro día. También cuentan con seguimiento vía GPS con un botón antipánico que les permite a los choferes avisar al control de la línea cuando hay alguna situación de peligro, donde los operarios establecen cuáles son los pasos a seguir y le dicen al chofer que hacer.
PARADAS “A DEMANDA”
También las mujeres que trabajan en jornadas nocturnas o que deben salir de madrugada se enfrentan a una realidad desafiante. En algunos casos deben tomar líneas de transporte que tienen una distancia considerable entre paradas y, por lo tanto, las dejan a cierta distancia que torna peligrosa su vuelta a los domicilios en plena noche.
Por ello, han surgido propuestas para proteger a los usuarios que utilizan el transporte durante los momentos de poca luz. Hace pocas semanas, Néstor Márquez, diputado del Frente de Todos y presidente de la comisión Bicameral de Seguridad, presentó un proyecto de ley para establecer paradas “a demanda”. Esta iniciativa busca mejorar la accesibilidad y la seguridad de las personas que deben viajar durante la noche, permitiéndoles descender del colectivo en el punto que deseen dentro del recorrido de la línea.
En particular, se pretende que mujeres, personas menores de edad, adultos mayores, o aquellas con discapacidad o movilidad reducida, puedan solicitar paradas “personalizadas” en cualquier punto del trayecto de la línea del colectivo en la que viajen, siempre y cuando esté dentro de los límites establecidos por el recorrido. Esta medida estaría disponible sólo durante los turnos nocturnos, aunque no se especifica en la letra de la ley el rango exacto de horas. Se presume que los horarios variarán dependiendo de la estación del año, ya que la oscuridad llega en momentos diferentes según la época.
“La iniciativa que promueve que las mujeres puedan solicitar bajarse entre paradas en el colectivo urbano durante la noche va ganando adeptos. Nació con el objetivo de prevenir agresiones sexuales y ha sido vista con buenos ojos en varios ayuntamientos”, dice el proyecto de ley, en referencia a que ya se está implementando en varios países de Europa.
Según informa el diputado, han consultado con los vecinos acerca de la idea y han constatado que, por ejemplo, en El Algarrobal los autobuses paran cada 5 o 6 fincas en horarios nocturnos, es decir, que las paradas en la mayoría de las ocasiones tienen una distancia de más de 800 metros, mientras que en otros lugares no hay ni siquiera alumbrado público. Esta situación hace que las mujeres se sientan vulnerables al bajarse del transporte público, especialmente si se trata de zonas de alta criminalidad.
Esta modalidad de paradas “a la carta”, ya suelen realizarla los mismos choferes, pero deben cargar con la responsabilidad de dejar a un pasajero en un lugar que no le corresponde. Por eso, han avanzado en la creación de este proyecto para eliminar la subjetividad y darle un marco jurídico a algo que ya existe de hecho.
Pero en diálogo con Los Andes, desde la Secretaría de Servicios Públicos expresaron su oposición al proyecto de ley presentado por el diputado del PJ. “A lo que apunta un sistema eficiente de transporte es a dar previsibilidad. Con la implementación de Mendotran se cambió el sistema de control al cumplimiento de las empresas, de esta forma los recorridos que salen con más de 5 minutos de atraso son sancionados con disminución en los pagos y con los que finalizan el recorrido con más de 30 minutos de demora sucede lo mismo”, explicó un vocero del organismo.
Según la Secretaría de Servicios, implementar este sistema haría que se retrasen los trayectos, provocando que los usuarios no puedan saber a qué hora arribará el colectivo. También perjudicarían a las empresas de transporte.
En su lugar, indicaron que disminuir los tiempos de espera es una medida más efectiva para mejorar la seguridad del viaje. En este sentido, la Secretaría de Servicios Públicos recomendó utilizar la aplicación “MendoTran Cuándo Subo”, que brinda información en tiempo real sobre los horarios de los colectivos y las paradas.
Con respecto al problema sobre la imprevisibilidad y la tardanza, Márquez en diálogo con este diario dijo que “hay que poner en una balanza qué pesa más, si la integridad física de las mujeres o que un colectivo llegue a horario. Es más factible que te esperen en donde ya saben que te vas a bajar que en una parada personalizada cercana a tu domicilio”.
Aunque hay controversia, el diputado peronista espera que el proyecto sea tratado al comienzo de las sesiones ordinarias de la Legislatura (1 de mayo). En ese momento, solicitará la preferencia de despacho para que sea discutido rápidamente por los legisladores en el recinto.
Por Pablo Abihaggle
