El gobernador Alfredo Cornejo recibe esta tarde en Mendoza al presidente Javier Milei en una visita que, pese a la informalidad que tendrá el encuentro, es relevante para la relación política entre ambos.
Cornejo sólo tendría una breve conversación con Milei, quien no tendrá agenda política en Mendoza. Disertará en horas de la tarde en el cierre del importante foro de finanzas del Instituto Argentino Ejecutivo de Finanzas (IAEF). Viene a eso únicamente, así que el encuentro con el gobernador se producirá entre el aeropuerto y el hotel donde se desarrolla el evento.
Sin embargo, la reunión informal entre Cornejo y Milei podría reflejar un crecimiento del vínculo entre ambos. El gobernador mendocino se comporta como un aliado del presidente desde que llegó al poder, aunque entre ambos, a nivel personal, no haya existido hasta aquí una comunicación “fluida”. La novedad en este sentido es que ahora tienen frecuentes comunicaciones “por teléfono”, algo que hasta hace un tiempo no ocurría: los ministros Guillermo Francos (Jefe de Gabinete) y Luis Caputo (Economía) eran los únicos interlocutores de Cornejo en la Casa Rosada.
¿La conversación de este viernes puede hacer que esta relación política escale? Cornejo es cauteloso a la hora de proyectarse junto a Milei a futuro, más que nada, porque mantiene dudas respecto de que su gobierno vaya a ser exitoso en materia económica.
De hecho, si bien fue uno de los gobernadores que firmó el “pacto de mayo” en Tucumán, recibió luego de la Casa Rosada un ofrecimiento que no ha aceptado aún: presidir el “Consejo de Mayo”. Este órgano debería trabajar en los proyectos necesarios para convertir aquella declaración política en una realidad, pero el gobernador todavía no ha resuelto si aceptará la propuesta o no.
Tampoco demuestran interés en el gobierno mendocino respecto de convertir la visita de este viernes en una ocasión propicia para pedirle al Presidente cosas para la provincia. Cuando se hizo la consulta en ámbitos oficiales sobre alguna posible solicitud del gobernador, la respuesta fue demasiado amplia: “Que arregle la economía”.
Hubo quienes indicaron también que Cornejo y Milei hablarán solamente de “la marcha del país”, bajo el concepto, repetido en todas las ocasiones por el gobernador, de que Mendoza necesita que se estabilice la macroeconomía para que las perspectivas locales mejoren. “Nosotros estamos apoyando las grandes reformas por la macro, no hay una agenda que no sea esa”, aseguraron en el Poder Ejecutivo.
Por otro lado, difícilmente haya un marco para que Milei le haga algún pedido concreto al gobernador, más allá de sus necesidades en el Congreso nacional. El presidente es débil en el Parlamento y necesita votos para ratificar los pliegos de sus dos candidatos para la Corte (Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla) y, además, para evitar que la oposición ratifique la reforma jubilatoria.
Esta reforma es lo más próximo. Los diputados y senadores del radicalismo mendocino votaron a favor, pero Milei después vetó la ley, para no afectar su objetivo del déficit fiscal cero. Ahora, quienes persisten en la reforma aprobada inicialmente buscan reunir voluntandes para ratificar la ley, que requerirá dos tercios de los votos, por lo cual habrá presión de la Casa Rosada para que más de un tercio de los legisladores no acompañe.
La Cámara de Diputados podría sesionar la semana que viene para tratar este tema, pero en el entorno de Cornejo aseguran que Milei “no va a pedirle nada” al gobernador mendocino en su visita de este viernes.
En este contexto, que la agenda de Milei en Mendoza sea breve y casi meramente gestual, parece convenirle al oficialismo mendocino.
Será, a la par, la primera vez que el presidente pise la provincia tras la victoria electoral. La última visita fue en campaña, a comienzos de noviembre del año pasado. Después Milei arrasó en Mendoza y Cornejo, que también había ganado en las urnas, se alineó con el libertario y apoyó sus principales iniciativas políticas.
Aunque el gobernador apoya la mayoría de las medidas del presidente, hay mucho de sentido común y pragmatismo en esta decisión. Y nadie puede garantizar que los dos formalizarán una alianza a futuro, a pesar del actual reflejo de concordia.