El senador nacional Carlos “Lole” Reutemann murió este miércoles a los 79 años de edad en una clínica de Santa Fe, en la que se encontraba internado desde el pasado 30 de mayo por sufrir una serie de sangrados digestivos.
Su carrera como piloto de la Fórmula 1 lo convirtió en una de las grandes figuras deportivas de la Argentina y luego, de la mano de Carlos Menem, incursionó en la política: fue dos veces electo gobernador de Santa Fe y ocupó una banca en la Cámara alta durante más de 22 años, pero también rechazó pelear por la Presidencia tras la crisis de 2001.
Falleció por una serie de complicaciones de salud relacionadas con un cáncer de hígado por el cual fue intervenido quirúrgicamente en 2017, en Nueva York. El doctor Sebastián Del Pazo, coordinador del Departamento Clínico del sanatorio santafesino puntualizó que sufría “hepatopatía crónica, hipertensión portal de larga data e insuficiencia hepática”.
Su cuadro se agravó en los últimos meses. El 5 de mayo tuvieron que internarlo por un cuadro de anemia y deshidratación, y luego continuaron los sangrados digestivos. El 21 de mayo recibió el alta, pero a los 9 días tuvo que retornar al sanatorio.
Reutemann había renovado su mandato como senador en 2015 mediante la Alianza Cambiemos, pero sus inicios en la política fueron con el Partido Justicialista (PJ) y, sobre todo, con el fallecido ex presidente Carlos Menem, quien en 1991 lo convenció para que sea candidato a gobernador de Santa Fe. “Lole” aceptó el desafío y triunfó.
Aquel fue el gran volantazo en la carrera del rosarino que se transformó en una figura pública durante sus años en la Fórmula Uno (F1), donde corrió para las escuderías Brabham, Ferrari, Lotus y Williams. Las estadísticas indican que participó en 146 grandes premios, obtuvo 12 victorias, 6 poles y 6 vueltas rápidas.
En 1991 inició su primer mandato como gobernador de Santa Fe, que se extendió hasta 1995. Reutemann capitalizó su triunfal ingreso a la política y siempre fue una figura presente. Apenas dejó el Ejecutivo provincial, asumió una banca en el Senado de la Nación.
En 1999 volvió a pelear por la gobernación y ganó. Y poco después de que estallara la crisis económica y social de 2001, Reutemann protagonizó uno de los acontecimientos más significativos de su carrera política: rechazó pelear por la Presidencia.
Corrían los primeros días de julio de 2002 cuando se conoció que el santafecino le dijo “no” al entonces presidente Eduardo Duhalde. El referente del peronismo bonaerense le había propuesto ser el candidato a Presidente del oficialismo para enfrentar a Carlos Menem.
En aquel entonces, Reutemann corría con las variables a favor y las encuestas le daban cerca de 40 puntos de intención de votos. Pero rechazó el ofrecimiento y lo hizo con una frase que quedó en la historia. “Vi algo que no me gustó y que tal vez no voy a decir nunca”, sentenció.
Molesto con la decisión, Duhalde lo calificó como un “tiempista, como un hombre que solamente piensa en él”.
“Lole” continuó su camino como gobernador y hacia el final de su segundo mandato afrontó una de las grandes tragedias de su provincia, las inundaciones de abril de 2003 que provocaron 23 muertes, según los registros oficiales.
En diciembre de 2003 Reutemann retornó al Senado de la Nación y mantuvo su banca hasta el final. Quienes siguen los debates parlamentarios señalan que el ex corredor de la F1 fue, tal vez, el senador que menos participó en las deliberaciones. Según los cálculos del sitio “Suma Política”, habló poco más de media hora en sus más de 21 años en la Cámara alta.
Cuando pasaron 15 años de aquel episodio que tuvo con Duhalde, Reutemann buscó aclarar el misterio. En una entrevista con Clarín, dijo: “No vi un fantasma, nadie me amenazó, ni me sacó en paños menores. Alguien dijo que me mostraron una foto en una posición incómoda en los hangares del aeropuerto de Sauce Viejo. Si hay algo que tengo sano, es el culo.”
“No me veía ahí adentro. No me veía en Casa Rosada, en Olivos, los granaderos, los aviones Tango hechos pelota”, dijo para explicar por qué no quiso pelear por la Presidencia, cargo que finalmente consiguió Néstor Kirchner cuando Menem se bajó en segunda vuelta.