El intendente de Las Heras, Daniel Orozco, sumó un importante anuncio que beneficia a todo el Gran Mendoza, en medio de su campaña como precandidato a gobernador. Se trata de un acuerdo con la empresa alemana Alengo para instalar una planta de tratamiento de residuos sólidos en El Borbollón, que compactará la basura y la exportará como “municiones” de combustible alterno a Alemania.
Es una respuesta al fracaso de la creación de la planta de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) que se dio en 2020, cuando el PJ impidió que el gobierno de Rodolfo Suárez tome un endeudamiento por 130 millones de dólares para financiar esa y otras tres obras más.
En un acto realizado en el cine del centro comercial Tadicor, Orozco presentó la noticia junto al CEO de la compañía, Wilhelm Dieckmann, el director de Alengo Latam, Gerhard Portl, y el director de Alengo Cono Sur, Pablo Michelin. Participaron también el ministro de Infraestructura, Mario Isgró; el diputado nacional Julio Cobos; el presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, Andrés Lombardi; y el intendente de San Martín, Raúl Rufeil.
Los alemanes invertirán 110 millones de euros en la construcción de la planta y se espera que comience a funcionar a mediados de 2023. El emprendimiento tendrá un fuerte impacto ambiental, ya que la basura dejará de enterrarse y será tratada, sin discriminación, en las instalaciones de la empresa. Apuntan a que se procesen 1200 toneladas diarias de residuos provenientes de todo el Gran Mendoza y se conviertan en municiones denominadas “pelets”, que reemplazan el uso del carbón en el Viejo Continente.
El intendente comentó que este proyecto data desde antes de la pandemia: “Estamos trabajando en conjunto desde hace años para determinar qué hacemos con la basura. Sabemos muy bien que 1.200.000 habitantes del Gran Mendoza colocan los residuos en la parte de El Borbollón y nosotros pensábamos, de qué manera podíamos mitigarlo”.
“A través de este pequeño granito de arena que colocamos en Las Heras con la empresa alemana Alengo, vamos a transformar la basura en pequeñas municiones y estas serán trasladadas a Alemania para que puedan generar calor y energía”, comentó Orozco.
Y agregó: “De esta manera vamos a mitigar el gas de efecto invernadero y la contaminación de agua, tierra y aire que tenemos en El Borbollón, y los problemas de salud que puede llegar a ocasionar”.
En ese sentido explicó que “ellos van a colocar tres módulos, a través de los cuales, van a procesar pequeñas municiones llamadas ‘pelets’. Ellos vinieron hace tres años, hicieron los estudios pertinentes y ya hicieron una intervención con la basura que tenemos en El Borbollón”.
Además, Orozco afirmó que la guerra de Ucrania precipitó en Alemania la búsqueda de soluciones alternativas a la falta de gas y por eso “hoy necesitan un material de energía totalmente diferente. Esto para ellos es fundamental. A través de la basura pueden reconvertir y tener energía con poder calórico más fuerte que el carbón”.
“Es una resolución muy importante. Ya no vamos a tener que enterrar la basura, perder esos terrenos y contaminar la tierra”, afirmó el precandidato a gobernador y sostuvo que en la Zona Este también podría instalarse una planta de trituración de residuos. Por eso Rufeil participó del acto.
Las aspiraciones alemanas
El CEO de Alengo, Wilhelm Dieckmann, celebró que Mendoza sea pionera a nivel continental, con esta apuesta. “Nos alegra mucho que Mendoza sea el primer lugar en instalar este tipo de plantas en Latinoamérica. Es un cambio estructural y total. Nunca más se tratarán los residuos de la misma forma”.
Y ratificó que “para la mitad del año que viene vamos a estar produciendo ‘pelets’, 420 mil toneladas por año”.
“Nosotros necesitamos energía y esos pelets reemplazan al carbón uno a uno. Por este motivo este combustible es tan demandado. Tiene el mismo rendimiento calórico, pero es mucho más limpio. Y por eso es tan atractivo”, aseguró.
El empresario comentó también que la planta tendrá alrededor de 200 metros cuadros y estará equipada con máquinas de alta tecnología. En ese sentido ponderó que la construcción demorará entre 6 y 9 meses.
“La planta se va a construir modularmente, de manera que tengamos tres líneas de producción que trabajen paralelamente. Calculamos que vamos a necesitar entre 40 y 50 personas trabajando”, detalló y afirmó que en “3 años seguramente tendremos unos 30 trabajadores. Al principio necesitamos más, hasta que la planta trabaje de forma fluida”.
Sin embargo, anticipó que la planta podría crecer ante una mayor demanda: “El intendente nos ha puesto a disposición un espacio, en el cual podríamos ampliar la planta. De manera que podríamos trabajar no solamente con los residuos de esta región sino también de otros lados. En ese caso tendríamos que ver si vamos a requerir de más personal”.
En cuánto al método de recolección de basura, confió que no habrá modificaciones y lo único que cambiará es que los residuos no irán al vertedero, sino directamente a la planta.
“En esta estructura no se necesita cambiar nada. Pedimos al intendente que no se cambie nada, ya que la planta fue planeada en base a la situación de residuos como está en Mendoza. Nosotros también planeamos una planta en México y en Filipinas, y es totalmente diferente, en cada caso”, completó Dieckmann.